Kate Wislet ganó su segundo Emmy como actriz por ‘Mare of Easttown‘ en la entrega de premios de la televisión más esperada, tras haber conseguido el primero en 2011 por su trabajo en ‘Mildred Pierce‘. «Mamá! Están de pie «, exclamó Winslet, mientras recibía una sonora ovación de pie de la multitud al aceptar el premio de manos de Sarah Paulson y Beanie Feldstein. «Solo quiero agradecer a mis compañeras nominadas«, añadió tras señalar la importancia de que las mujeres apoyen a otras mujeres.
Y es que la actriz británica se enfrentaba a un verdadero batallón de competidores de muchísimo nivel. Se impuso a Michaela Coel por ‘Podría destruirte‘, Cynthia Erivo por ‘Genius: Aretha‘, Elizabeth Olsen por ‘Bruja Escarlata y Visión‘ y Anya Taylor-Joy por ‘Gambito de Dama‘. ¿Lo merecía más que el resto? Era un año complicado, muy reñido, pero parece que en la decisión pesó más la experiencia y, mientras todas las candidatas tenían opciones, el trabajo de la actriz tiene un trasfondo de años de profesión muy difícil de igualar.
Un currículum difícil de igualar
Desde que interpretó a una asesina adolescente en el drama criminal ‘Criaturas celestiales’ (1994) de Peter Jackson, Kate Winslet ha sumado una lista impresionante de actuaciones memorables hasta convertirse en una de las actrices más respetadas que trabajan en la actualidad. Ha trabajado con Michel Gondry, Sam Mendes, Ang Lee, Stephen Daldry, Roman Polanski, James Cameron, Steven Soderbergh, Danny Boyle, Jason Reitman, Woody Allen… es un currículum difícil de replicar.
Su dedicación ha dado algunas de las mejores actuaciones cinematográficas de los últimos años, tras entrar en Hollywood con su papel en ‘Titanic’ (1997) y con solo 45 años ha demostrado una y otra vez que no tiene límites, acumulando, entre otros premios, cuatro Globos de Oro, cuatro premios BAFTA, tres premios SAG, un Oscar e incluso un Grammy.
Su premio a Mejor Actriz Protagonista en una Serie Limitada o Película por su papel de la detective Mare Sheehan en ‘Mare of Easttown’ le consagra también en la nueva etapa de producción de plataformas. El drama de HBO Max, del que Winslet también fue productora ejecutiva, estaba nominado en otras 15 categorías y ha sido una de las series más aclamadas por público y crítica en 2021.
Una radiografía del dolor bañada en sarcasmo
En ella, la actriz interpreta a Mare Sheehan, una cínica detective que investiga el asesinato de una madre adolescente en un pequeño pueblo de Pensilvania. Mare es un papel diferente a lo que acostumbra la actriz, una mujer descreída, con chaquetas de invierno poco favorecedoras, cansancio casi permanente y un acento de la zona clavado. Winslet sabe sacar capas del carácter una mujer que lucha por mantenerse a flote en una vida que ha llegado a aceptar como propia sin mucho convencimiento.
Con un vapeador y varias botellas de cerveza en escena, consigue dar al personaje un aura de protagonista de novelas de crimen recurrente, pero la interpretación capta la profundidad de sus heridas, consiguiendo que incluso siendo antipática y a veces egoísta, haya algo conmovedor en la zozobra vital de Mare ya que la actriz sabe dibujar entre líneas de sarcasmo un retrato del dolor devastador. Con su habitual enfoque inteligente de la interpretación, Winslet siempre parece tener una fuerte presencia, pero en esta ocasión llena la pantalla.
Más allá de su precisión con el acento o los detalles físicos, sabe humanizar a un personaje difícil, añadiendo complejidad a sus motivos comprensibles, no dejando de hacer problemática a su detective. El impacto emocional de ‘Mare of Eastown’ no proviene solo del horripilante giro final, sino que se construye a raíz de muchas miradas y silencios y pequeños detalles que van abriendo en dos a la detective, que cuando ha aceptado el abismo dentro de su vida logra ponernos los pelos de punta con su mirada rota. Y eso que esto es “solo” una serie de misterio. Merece este y otros muchos premios por el papel.