Habíamos
comenzado
la
semana
con
la
noticia
de
la
propuesta
de
adquisición
de
OpenAI
por
97.400
millones
de
dólares
realizada
por
Elon
Musk,
un
capítulo
más
en
la
historia
de
(creciente)
tensión
entre
el
magnate
de
origen
sudafricano
y
Sam
Altman
(actual
CEO
de
OpenAI),
pero
aún
no
hemos
llegado
al
viernes
y
Musk
ya
ha
puesto
sobre
la
mesa
la
posibilidad
de
retirar
la
oferta.
Aunque
incluso
esa
retirada
tiene
un
precio…
Estas
son
mis
condiciones,
Sam
Ayer
miércoles,
los
abogados
de
Musk
presentaron
un
documento
en
la
Corte
del
Distrito
Norte
de
California
en
el
que
afirmaban
que
el
empresario
retiraría
su
oferta
si
OpenAI
se
comprometía
a
conservar
su
estatus
de
entidad
sin
ánimo
de
lucro
y
abandonaba
sus
planes
de
convertirse
en
una
firma
comercial.
Según
el
escrito,
la
oferta
es «seria»
y
busca
asegurar
que
la
organización
siga
cumpliendo
con
su
misión
original
de
desarrollar «IA
en
beneficio
de
la
humanidad».
El
documento
también
sostiene
que,
si
OpenAI
sigue
adelante
con
su
conversión
en
una
empresa
de
lucro,
la
parte
sin
ánimo
de
lucro
de
la
organización «debe
ser
compensada
por
lo
que
un
comprador
de
mercado
pagaría
por
sus
activos».
Con
esto
se
refiere
a
la
actual
estructura
híbrida
de
OpenAI,
con
un
brazo
sin
ánimo
de
lucro
y
una
filial
con
ánimo
de
lucro
limitado,
modelo
creado,
fundamentalmente,
para
poder
recibir
los
13.000
millones
de
dólares
aportados
en
su
día
por
Microsoft.
Ahora,
la
estrategia
de
Musk
busca
frenar
los
planes
de
Altman
para
reestructurar
OpenAI
como
una ‘Public
Benefit
Corporation’,
un
modelo
que
permitiría
a
la
empresa
recibir
mayores
inversiones
privadas
sin
la
supervisión
de
sus
actuales
consejeros
externos.
Respuesta
e
implicaciones
Desde
OpenAI,
la
respuesta
no
se
ha
hecho
esperar.
Sus
propios
abogados
presentaron
otro
documento
ante
la
misma
corte
en
el
que
argumentan
que
la
oferta
de
Musk
es
un
intento «impropio
de
socavar
a
un
competidor»,
y
la
compañía
insiste
en
que
su
conversión
en
una
entidad
con
fines
de
lucro
es «crucial
para
garantizar
su
competitividad»
y
atraer
inversiones
en
un
sector
como
el
de
la
IA.
Analistas
del
sector
han
señalado
que
la
oferta
de
97.400
millones
de
dólares
de
Musk,
aunque
sea
poco
probable
que
pueda
concretarse,
podría
tener
un
impacto
significativo
en
el
futuro
de
OpenAI,
pues
marca
un
umbral
alto
para
la
valoración
de
la
empresa,
lo
que
podría
dar
más
poder
de
negociación
a
los
miembros
del
consejo
de
la
fundación
sin
ánimo
de
lucro.
Los
antecedentes
del
conflicto
Elon
Musk
y
Sam
Altman
fueron
cofundadores
de
OpenAI
en
2015,
con
la
visión
de
desarrollar
inteligencia
artificial
de
código
abierto
y
en
beneficio
de
la
humanidad.
Sin
embargo,
Musk
se
retiró
de
la
empresa
en
2018,
tras
desacuerdos
sobre
la
dirección
que
debía
tomar
el
proyecto
y
su
financiación.
El
conflicto
entre
Musk
y
OpenAI
se
intensificó
en
2023,
cuando
el
magnate
lanzó
su
propia
empresa
de
inteligencia
artificial,
xAI,
destinada
a
competir
con
OpenAI
en
el
desarrollo
de
modelos
avanzados
de
IA.
Imagen
|
Marcos
Merino
mediante
IA
+
Logo
En
Genbeta
|
Sam
Altman
califica
de «matón»
a
Elon
Musk
y
afirma
que
fue
éste
quien
propuso
que
OpenAI
tuviera
ánimo
de
lucro