Desde
los
primeros
instantes
tras
el
Big
Bang,
la
gravedad
ha
moldeado
la
materia,
dando
lugar
a
las
intrincadas
estructuras
que
definen
nuestro
universo.
Las
galaxias,
los
cúmulos
de
galaxias
y
los
filamentos
galácticos
han
evolucionado
de
maneras
que
casi
siempre
concuerdan
con
la
teoría
de
la
relatividad
general
de
Einstein.
Pero
algo
no
cuadra.
El
universo
está
más
desordenado.
Un
estudio
reciente
dirigido
por
cosmólogos
de
la
Universidad
de
Pensilvania
y
el
Laboratorio
Nacional
Lawrence
Berkeley
de
Estados
Unidos
señala
que
el
universo
se
ha
vuelto «más
desordenado
y
complicado»
con
el
tiempo.
Hay
menos
aglomeraciones
de
materia
de
las
que
predicen
los
modelos
físicos.
La
investigación
cruza
dos
tipos
de
datos
muy
distintos
observados
por
el
Telescopio
de
Cosmología
de
Atacama
y
el
Instrumento
Espectroscópico
de
Energía
Oscura
de
Arizona.
Combinando
ambos
mapas,
los
científicos
descubrieron
que
casi
toda
la
historia
de
la
formación
de
estructuras
coincide
con
las
predicciones
de
la
gravedad
de
Einstein,
salvo
por
una
pequeña
discrepancia
en
la
aglomeración
de
materia
de
épocas
más
recientes;
desde
hace
unos
4.000
millones
de
años.
Una
tomografía
cósmica.
Para
construir
una
visión
multidimensional
del
cosmos,
los
científicos
partieron
de
la
luz
más
antigua
que
podemos
observar:
el
fondo
cósmico
de
microondas,
una
radiación
proveniente
de
hace
14.000
millones
de
años,
cuando
el
universo
tenía
apenas
380.000
años.
Pero
el
viaje
de
esta
luz
ancestral
no
ha
sido
en
línea
recta.
Se
ha
ido
desviando
y
distorsionando
por
la
atracción
gravitatoria
de
estructuras
masivas
como
los
cúmulos
de
galaxias,
un
fenómeno
predicho
por
Einstein
y
conocido
como
lente
gravitacional.
Superponer
el
mapa
de
estas
distorsiones
con
la
distribución
de
las
galaxias
ha
permitido
a
los
cosmólogos
inferir
cómo
se
distribuye
la
materia
a
través
del
tiempo. «Es
como
una
tomografía
computarizada
cósmica»,
dijo
Mathew
Madhavacheril,
coautor
del
estudio,
en
un
comunicado. «Podemos
mirar
a
través
de
diferentes
cortes
de
la
historia
cósmica
y
rastrear
cómo
la
materia
se
ha
ido
aglomerando
en
diferentes
épocas».
Algo
no
cuadra.
La «aglomeración»
de
la
materia
(medida
por
las
fluctuaciones
de
densidad)
parece
ser
ligeramente
inferior
en
las
épocas
más
recientes
de
lo
que
predicen
los
modelos
a
partir
del
universo
temprano.
Las
estructuras
cósmicas
se
han
agrupado
menos
intensamente
de
lo
que
cabía
esperar.
Los
investigadores
guardan
cautela:
es
una
discrepancia
pequeña
que
podría
ser
fruto
del
azar
y
no
la
prueba
de
nueva
física.
Sin
embargo,
si
la
desviación
resultase
no
ser
una
anomalía
estadística,
podría
apuntar
a
procesos
físicos
desconocidos
que
influyen
en
cómo
se
forman
y
evolucionan
las
estructuras
cósmicas.
Una
de
las
hipótesis
es
que
tenga
que
ver
con
la
energía
oscura,
la
misteriosa
fuerza
responsable
de
la
expansión
acelerada
del
universo.
Quizás
la
energía
oscura
esté
afectando
la
formación
de
estructuras
de
maneras
que
los
modelos
actuales
no
capturan
por
completo,
actuando
como
una
poderosa
fuerza
que
modera
la
aglomeración
de
materia
a
gran
escala.
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