El «TRADE digital»: ¿un nuevo modelo de autónomo o más precarización?

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Las nuevas tecnologías están modificando por completo el mundo en el que vivimos, y los autónomos no iban a ser ajenos a esta realidad. Al calor de la transformación digital, numerosas profesiones que no habíamos visto hasta ahora han comenzado a consolidarse como una alternativa a las tradicionales.

Sin embargo, la regulación laboral siempre ha ido por detrás de las nuevas realidades sociales y laborales. Hasta ahora, las figuras contractuales existentes no se han que se ajustado por completo a las especiales características de esta nueva realidad. Por eso, diferentes asociaciones se han reunido para elaborar una propuesta conjunta que regule las relaciones laborales derivadas de los nuevos modelos de trabajo.

Una nueva figura que han bautizado como TRADE digital, una evolución de los actuales trabajadores económicamente dependientes (TRADE). Según ATA, una de las asociaciones que se han sentado en la mesa para la puesta en marcha de esta figura, esta evolución permitiría a los autónomos contar con mayor seguridad jurídica y más coberturas.

Sin embargo, otras asociaciones no lo tienen tan claro. UPTA, por ejemplo, pone en duda esta nueva figura contractual, asegurando que ya disponemos en nuestro ordenamiento algunas formas de trabajo que responden perfectamente a estas nuevas realidades laborales y que tan solo tendrían que ser revisadas algunas particularidades.

Soy TRADE y yo decido que día trabajo, en que horario y si voy o no a la oficina

Para esta asociación, si el TRADE digital equivale a un híbrido entre un trabajador y un TRADE, lo único que se producirá es mayor precarización laboral, y esta nueva figura no supone ningún cambio significativo en relación con los actuales TRADE.

Los falsos autónomos en el punto de mira

No hay que olvidar que los TRADE continúan estando en el punto de mira de las inspecciones de trabajo por el abuso que muchas empresas están haciendo de esta figura, especialmente cuando las circunstancias hacen que las empresas tuviesen que incorporar en su plantilla a estos supuestos falsos autónomos.

Habrá que ver cómo se articula finalmente esta figura, pero si se tienen que realizar modificaciones legislativas tendrán que ir dirigidas a clarificar las dos fórmulas que existen para poder desarrollar una actividad profesional, y nunca para crear una figura que responda a los intereses de las empresas de un único sector.