El
Pirineo
aragonés
está
salpicado
de
pequeños
pueblos
y
villas
que
llenan
de
vida
los
bellos
parajes
de
montaña,
pero
sin
duda
uno
de
los
más
especiales
es
Jasa,
en
el
Parque
Natural
de
los
Valles
Occidentales,
que
incluye
varios
municipios
de
Huesca.
Con
menos
de
100
habitantes
y
sin
llegar
a
los
9
kilómetros
cuadrados
de
superficie,
Jasa
forma
parte
de
los
Pueblos
mágicos
de
España
por
los
encantos
que
ofrece
al
visitante
que
se
acerque
a
conocerlo.
Situado
a
944
metros
de
altitud,
el
paisaje
que
rodea
al
pueblo
es
uno
de
los
tesoros
que
atesora
esta
villa,
un
entorno
natural
formado
por
antiguos
glaciales
que
dibujan
un
espacio
en
el
que
se
suceden
majestuosos
picos,
lagos
de
aguas
transparentes,
frondosos
bosques,
collados
y
valles.
En
primavera,
tras
el
gélido
invierno,
la
zona
despierta
con
una
explosión
de
verdor
y
colorido
de
su
flora,
y
es
una
época
ideal
para
explorar
los
múltiples
senderos
y
rutas
que
parten
y
rodean
al
pueblo.
Pero
Jasa
en
sí
es
un
destino
en
el
que
merece
la
pena
detenerse
unas
horas,
ya
sea
como
final
de
un
paseo
por
el
entorno,
o
como
punto
de
partida
antes
de
ponerse
en
marcha.
Un
pueblo
que
conserva
su
arquitectura
tradicional
popular
de
origen
ganadero,
labrado
en
piedra
tanto
en
las
viviendas
como
en
las
calles,
enlosadas
con
cantos
rodados
para
soportar
el
paso
constante
de
los
animales,
evitando
así
que
se
acumulara
el
barro.
Su
casco
histórico
está
catalogado
como
conjunto
urbano
de
interés
arquitectónico
dentro
del
Plan
parcial
de
Ordenación
Territorial
del
Pirineo
Aragonés,
y
es
un
placer
recorrer
las
calles
sin
prisa,
descubriendo
rincones
y
detalles
en
cada
esquina
y
en
cada
casa
particular,
siempre
decoradas
con
encanto
y
rebosantes
de
flores
y
elementos
típicos
de
la
zona.
Destaca
la
amplia
y
acogedora
plaza
central,
núcleo
social
y
económico
del
pueblo,
donde
se
encuentra
también
la
iglesia
parroquial
de
Nuestra
Señora
de
la
Asunción,
del
siglo
XIII,
uno
de
los
monumentos
que
tiene
este
pueblo
que,
no
por
pequeño,
carece
de
un
interesante
patrimonio
histórico-artístico.
Merece
la
pena
visitar
también
la
ermita
de
San
Pedro
y
Museo
Etnológico
Siglo
XVI,
así
como
el
curioso
Museo
casa
Moní,
obra
de
los
hermanos
Alejandro
y
Santiago
Hijós
de
Casa
Moní
en
el
patio
de
su
propia
vivienda.

El
Ayuntamiento
de
Jasa
cuenta
con
recursos
turísticos
para
el
visitante
que
se
acerque
a
conocer
su
pueblo,
alejado
de
las
masificaciones
turísticas
de
otros
destinos
y
donde
la
vida
parece
transcurrir
a
otro
ritmo.
Son
muchos
los
paseos
y
excursiones
que
aparecen
perfectamente
señalizados
en
el
entorno,
un
plan
ideal
tanto
para
primavera
y
otoño,
cuando
el
paisaje
se
tiñe
de
diferentes
colores,
como
para
verano,
con
sus
temperaturas
amables.
Imágenes
|
Ayuntamiento
de
Jasa