Quizá no seamos conscientes de la bomba demográfica que viene. El paulatino envejecimiento de la población, unido a la reticencia cada vez mayor de los jóvenes a formar su familia debido fundamentalmente a motivos laborales es un problema cada vez más asentado en las sociedades occidentales actuales.
En estas circunstancias, un sistema de pensiones de reparto es insostenible. Ya lo hemos avanzado hace algún tiempo, pero ahora la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha puesto los números sobre la mesa para el colectivo de los trabajadores por cuenta propia. El gasto en el pago de las pensiones en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) se encarecerá en más de 1.000 millones de euros anuales y llegará a pasar de los 20.000 millones de euros en 2026.
Este cálculo es una extrapolación realizada teniendo en cuenta las bajas definitivas en el sistema de pensiones procedentes del RETA y las altas de nuevos pensionistas en estos primeros meses del año. Según la asociación, el pasado mes de marzo han causado baja definitiva del sistema de pensiones 8224 beneficiarios y ha habido 9091 altas en el mismo.
Siguiendo esta progresión, a tenor de la edad actual de los afiliados al RETA y ajustando la proporcionalidad sobre las entradas y salidas del sistema de pensiones, llegamos a una preocupante conclusión: en 2026 tendremos aproximadamente 104.400 pensionistas más, lo que supondrá un encarecimiento de 1028 millones de euros para el pago de pensiones.
Hay que tener en cuenta que esto son estimaciones teniendo en cuenta la situación del RETA en los últimos meses, pero si tenemos en cuenta la evolución demográfica que viene, el futuro puede ser incluso peor.
Qué hacer para solucionar esta situación
Los cálculos de la asociación ponen negro sobre blanco: se necesitan al menos 20.000 autónomos netos anualmente para poder hacer sostenible el sistema de pensiones en estos próximos años. Esto solucionaría parcialmente el déficit estructural que tiene el RETA: entran unos 12.000 millones de euros anualmente pero salen casi 19.000 millones en la actualidad.
Por eso, la solución que dan desde UPTA es apostar de una vez por todas por el tan ansiado sistema de cotización por ingresos reales. Según sus cálculos, la puesta en marcha de este sistema supondrá un incremento de 3.000 millones de euros en cotización adicional de aquellos autónomos que con ingresos netos superiores a los 30.000 euros al año están infracotizando en el sistema público.
Eso sí, esos cotizantes tendrán derecho a una pensión mayor en el futuro, de modo que solo con esta medida lo único que estaremos haciendo es postergar el problema al futuro. Es necesario apostar en firme por el autoempleo, no castigar más a los trabajadores autónomos y sentar las bases para que nuestro país sea un modelo de país basado en el emprendimiento.
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