El secreto del chef José Andrés para cocinar la mejor carne a la barbacoa o al grill, al punto y jugosa

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José
Andrés

es
un
amante
de
la

cocina
con
fuego

y
ha
podido
llevar
esa
pasión
a
otra
dimensión
desde
que
vive
en
Estados
Unidos,
donde
se
rinde
verdadero
culto
a
la
barbacoa
y
la
parrilla.
Son
varios
los
restaurantes
de
su
grupo
que
tienen
un
equipamiento
envidiable
para
cocinar
carnes,
pescados
y
verduras
a
la
brasa,
pero
también
el
asturiano
sabe
algunos

trucos

para
poder
replicar
esos
resultados
en
casa.

A
la
hora
de
cocinar

carne
a
la
barbacoa

o
en
una
parrilla
o
plancha
de
interior
doméstica,
se
suele
recomendar

atemperar
las
piezas
dejándolas
fuera
de
la
nevera

un
buen
rato
variable
antes
de
someterlas
a
una
fuente
de
calor
intensa
durante
un
tiempo
breve.
El
reposo
tras
la
cocción,
antes
de
cortar
y
servir,
es
otro
paso
bien
conocido
que
busca
retener
los
jugos.
Sin
embargo,
José
Andrés
sugiere
hacer
casi
lo
contrario.

En
una

entrevista

a

Food&Wine
,
el
cocinero
y
empresario
confirma
la
importancia
que
tiene
atemperar
una
buena
pieza
de
carne,
como
un
chuletón
o
entrecot,
pues «cambia
por
completo
el
juego»,
afirma.
Pero
en
su
restaurante
Bazaar
Meat
no
dejan
los
filetes
fuera
de
la
nevera,

los
cocinan
directamente
.
En
la
técnica
está
la
clave.

Lo
que
hacen
sus
empleados
es
colocar
la
carne
directamente
en
una
rejilla
a
un
metro
por
encima
de
las
brasas
hasta
que
alcanza
una
temperatura
interior
de
unos

40-41
ºC
,
justo
por
debajo
del
punto
conocido
en
inglés
como ‘rare‘,
muy
poco
hecha.
Entonces
se
pasa
por
la
plancha
o
grill
rápidamente,
se
corta
y
se
sirve,

sin
reposar
. «Como
yo
lo
hago,
la
cortas
y
casi
no
pierdes
jugos»,
asegura.

Carne

Carne

La
clave
de
esta
técnica
está
en
el

atemperado
lento

que
se
consigue
aplicando
esa
fuente
de

calor
indirecto
,
que
no
solo
atempera
la
carne,
también
la
cocina
ligeramente
por
dentro,
rompiendo
el
tejido
conjuntivo
interno.
De
este
modo,
solo
queda
marcar
o
dorar
bien
el
exterior
aplicando
ya
calor
directo
fuerte,
para
generar
la
reacción
de
Maillard
y
terminar
la
cocción
del
interior
dejándola
al
punto.
Y
así
se
conservan
todos
los
jugos
y
la
textura
de
la
carne.

En
casa
se
puede
replicar
esta
técnica
con
la
rejilla
especial
elevada
o
reservada
para
verduras
que
incluyen
algunas
barbacoas,
o
usando
el

horno
convencional
a
muy
baja
temperatura
.
Hay
que
tener
un

termómetro
de
cocina

para
controlar
esa
temperatura
interna
y
un
poco
de
paciencia,
sobre
todo
si
usamos
piezas
especialmente
gruesas,
pero
siempre
podemos
aprovechar
ese
tiempo
para
preparar
el
resto
del
menú,
como
unas

verduras
en
la
barbacoa
.

Una
vez
la
carne
se
ha
atemperado
alcanzando
los
40
ºC
internos,

la
cocción
del
exterior
debe
ser
muy
rápida

y
no
hay
que
esperar
para
servirla
y
cortarla.
Es,
como
dice
José
Andrés,
un
método
especialmente
recomendado
para
quienes
disfrutan
de
la
carne
más
bien
poco
hecha
o
justo
al
punto,
pues
al
evitar
ese
reposo
posterior
no
hay
riesgo
de
que
esté
fría
por
dentro
al
cortarla.

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Andrés

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Pescado
a
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