Todo
lo
que
viene
de
Estados
Unidos
siempre
suele
tener
unas
mayores
dimensiones
para
horror
de
los
europeos,
más
acostumbrados
a
dimensiones
humanas,
tanto
en
sus
ciudades,
como
en
sus
autopistas
y
en
el
tamaño
también
de
sus
platos.
Existe
una
propuesta
gastronómica
procedente
de
Illinois,
en
el
centro
de
Norteamérica,
que
destaca
por
su
singularidad:
pues,
el
único
bocata
del
estado,
que
requiere
un
tenedor
para
comérselo
por
su
magnitud
y
la
cantidad
de
salsa
que
incluye.
Este
es
el
conocido
como
sándwich
herradura
o
Horseshoe
sandwich,
una
sorpresa
para
los
extranjeros
que
aterrizan
en
Illinois
y
que
se
encuentran
con
una
mezcla
de
inesperados
ingredientes
que
incomprensiblemente
funcionan
juntos.
Se
trata,
sin
duda,
del
plato
más
loco
del
país,
que
ya
es
decir.
Este
enorme
sándwich
tiene
el
inicio
de
su
historia
a
principios
del
siglo
XX
cuando
se
dice
que
un
cocinero
se
quedó
en
blanco,
en
un
bloqueo
como
el
que
sufren
los
escritores
o
los
músicos,
y
que
resolvió
saliendo
adelante
con
esta
ya
célebre
elaboración.
Joe
Schweska
era
ese
chef
que,
en
busca
de
nuevas
ideas
para
ofrecer
a
los
comensales
del
Red
Lion
Room,
del
Leland
Hotel
en
Springfield
empezó
montando
un
sándwich
de
jamón
y
queso.
Inspirado
en
el
Welsh
Rarebit
La
mujer
del
cocinero
sugirió
entonces
hacer
algo
similar
al
sándwich
de
origen
galés
conocido
como
Welsh
Rarebit
que
es
aparentemente
un
bocata
abierto,
pero
que
tiene
como
ingredientes
mantequilla,
harina,
mostaza,
salsa
inglesa,
cerveza,
chile
y
puñados
de
queso
y
pan.
El
resultado
fue
este
sándiwch
herradura,
que
lleva
encima
salsa
de
queso
derretido
generalmente
a
base
de
cerveza
y
ocho
gajos
de
patata
que
actualmente
se
sustituyen
de
forma
muy
común
por
una
abundante
mano
de
patatas
fritas.
Fue
elegante
en
su
día
La
caótica
imagen
que
da
hoy
en
día
este
sándwich
que
parece
más
un
accidente
que
un
sofisticado
invento
culinario,
era
a
principios
del
siglo
pasado
una
propuesta
refinada
y
elegante.
Su
historia
viva
no
ha
terminado
aún,
pues
este
plato
se
debate
ahora
entre
quienes
defienden
que
la
salsa
de
queso
va
encima
de
las
patatas
fritas,
en
forma
de
coronación,
y
los
que
consideran
que
las
patatas
deben
estar
sobre
la
salsa
de
queso,
y
que
esta
funcione
como
base.
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