El pibe de la Sub 17 que fue el doble de Messi

Es normal que casi todos los pibes quieren ser jugadores de fútbol. Cuando llegan a serlo, el anhelo es jugar en la Selección. En alguna época todos querían ser Maradona y hoy, Messi. Entre los juveniles que forman parte del plantel de la Sub 17 que está jugando el Mundial en Indonesia, hay uno que pudo cumplir el sueño: Valentino Andrés Acuña.

El volante que en enero cumplirá 18 años y es uno de los habituales titulares del equipo de Diego Placente que cayó en el debut 2-1 ante Senegal y que este martes, a las 8.30 (hora argentina), disputará el segundo encuentro ante Japón, hace casi una década pudo convertirse en Messi por un rato.

Sí, sus inicios fueron en el club Bancario de Rosario y luego pasó a Newell’s, cuando lo descubrió el presitigioso directo español, Alex de la Iglesia, y lo convocó para que fuera el doble del crack argentino en Messi, la película documental que se estrenó en 2014 sobre la vida y la carrera del capitán de la Scaloneta que por aquel entonces estaba en el Barcelona.

Valentino Acuña tiene varias coincidencias con Leo: es zurdo, suele usar la 10, es hincha de Newell’s y tiene tres hermanos, dos varones y una mujer. Sin embargo, fueron sus movimientos con la pelota los que lo llevaron al cine.

Estuvo presente en dos jornadas de rodaje, una en el club Abanderado Grandoli, donde lució la camiseta naranja que Messi vistió en sus inicios, y la otra en el predio Malvinas Argentinas de la Lepra. En ninguno momento se le ve la cara, ya que fue solamente el doble futbolístico por llamarlo de alguna forma; mientras que Juan Ignacio Martínez fue quien personificó al campeón del mundo en Qatar.

Con la polifuncionalidad como una de sus grandes virtudes (puede jugar de doble cinco, enganche, volante por afuera y hasta en las Inferiores ha hablado de lateral por izquierda), Acuña se destaca por el buen pie y un talento innato que sabe lucir desde purrete. Además, claro, una familia que lo banca: pese a los casi 16.000 kilómetros que separan a Rosario de Indonesia, papá Gustavo y mamá Silvina están presentes acompañando al menor de sus cuatro hijos.

Con el deseo de recuperarse tras la derrota del debut y el sueño, por qué no, de alguna vez compartir con su ídolo Messi, ya sea en Newell’s o con la camiseta de la Selección, Valentino cuenta las horas para salir a la cancha a defender nuevamente los colores argentinos mientras guarda como uno de sus máximos tesoros la foto que se sacó con el Leo en el predio de la AFA en Ezeiza.