El Papa pidió a los países del Golfo «mejores derechos» para mujeres y trabajadores

0
66

El Papa habl ante autoridades del pas rabe en el Palacio Real de Sakhir Foto AFP
El Papa habló ante autoridades del país árabe en el Palacio Real de Sakhir / Foto: AFP

El papa Francisco pidió este jueves que en los países del Golfo Pérsico se otorguen «derechos y condiciones justas y cada vez mejores» para los trabajadores, migrantes y mujeres de la región, al iniciar en una visita de cuatro días a Bahréin que se centrará en el diálogo con el Islam y reclamos de paz.

En un discurso dirigido tanto a la monarquía islámica sunita que gobierna el país como a la comunidad internacional y a los Gobiernos de la región, el Papa reafirmó además sus pedidos contra la pena de muerte, por el cuidado del ambiente y el rechazo a «populismos, extremismos e imperialismos».

Al hablar ante autoridades del país árabe en el Palacio Real de Sakhir, el Papa pidió que haya «en toda la región, derechos y condiciones justas y cada vez mejores para los trabajadores, las mujeres y los jóvenes, garantizando al mismo tiempo respeto y atención para los que sufren mayor marginación en la sociedad, como los que han emigrado y los presos».

Para Francisco, «el desarrollo verdadero, humano e integral se mide sobre todo por la atención hacia ellos».

A partir de la reforma constitucional de 2002, Bahréin introdujo el voto femenino y ratificó su posición como uno de los países con mayores derechos hacia las mujeres, tras haber sido en 1928 la primera nación del Golfo Pérsico que les permitió estudiar.

La referencia a los trabajadores, en tanto, se da mientras decenas de instituciones buscan boicotear el Mundial de fútbol que se hará a fines de mes en la vecina Qatar por las denuncias de muertes de personas mientras construían los estadios, lo que llevó a Amnistía Internacional (AI) a denominarlo «La Copa Mundial de la vergüenza».

«En ese sentido, Bahréin cuenta con valiosas adquisiciones. Pienso, por ejemplo, en la primera escuela femenina que surgió en el Golfo y en la abolición de la esclavitud», destacó el pontífice antes de desear que esas políticas sean «un faro» para una mayor apertura en la región.

Francisco lleg a Bahrin desde Roma para una visita de cuatro das Foto AFP
Francisco llegó a Bahréin desde Roma para una visita de cuatro días / Foto: AFP

Bahréin, cuarto destino internacional de Francisco

Francisco llegó este jueves a Bahréin desde Roma para una visita de cuatro días, durante la que es acompañado por un enviado de Télam entre otros medios, centrada en su participación en un foro interreligioso, en reuniones con autoridades musulmanas y en encuentros con la pequeña comunidad católica local.

«En estas islas se ve una sociedad heterogénea, multiétnica y multirreligiosa, capaz de superar el peligro del asilamiento», planteó el Papa en ese marco.

Sin embargo, lamentó que a nivel mundial «por el contrario, asistimos con preocupación al crecimiento, a gran escala, de la indiferencia y de la sospecha recíproca, a la expansión de rivalidades y contraposiciones que se pensaban superadas, a populismos, extremismos e imperialismos que ponen en peligro la seguridad de todos».

«Asistimos con preocupación al crecimiento, a gran escala, de la indiferencia y de la sospecha recíproca, a la expansión de rivalidades y contraposiciones que se pensaban superadas, a populismos, extremismos e imperialismos que ponen en peligro la seguridad de todos»Papa Francisco

En su cuarto viaje internacional de 2022, y a un mes y medio de cumplir 86 años el 17 de diciembre, el pontífice aseguró que «no obstante el progreso y tantas conquistas civiles y científicas, la distancia cultural entre las diversas partes del mundo aumenta, y a las beneficiosas oportunidades de encuentro se anteponen feroces actitudes de enfrentamiento».

«Estoy aquí, en la tierra del árbol de la vida, como sembrador de paz, para vivir días de encuentro, para participar en un foro de diálogo entre Oriente y Occidente por la convivencia humana pacífica», agregó el Papa antes de pedir «que la libertad religiosa sea plena y no se limite a la libertad de culto».

Al iniciar una visita que había sido objetada por grupos de derechos humanos críticos con el trato que la monarquía sunita de Bahréin da a la mayoría chiita del país, el Papa reclamó «que la misma dignidad y la igualdad de oportunidades sean reconocidas concretamente a cada grupo y a cada persona» y «que no haya discriminaciones y los derechos humanos fundamentales no sean violados, sino promovidos».

Foto archivo AFP
Foto archivo AFP

«Pienso principalmente en el derecho a la vida, en la necesidad de garantizarlo siempre, también en relación a los que son castigados, cuya existencia no puede ser eliminada», en un rechazo implícito a la pena de muerte vigente en el país tras ser reintroducida en 2017. Ese mismo año, Francisco removió la pena de muerte del catecismo de la Iglesia católica.

Según las denuncias de organizaciones internacionales, la monarquía sunita que gobierna Bahréin sofocó las protestas de la Primavera Árabe de 2011 con la ayuda de los aliados Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y desde entonces busca encarcelar a activistas chiítas y cerrado su principal periódico independiente.

En el Vaticano, plantearon fuentes de la Santa Sede a Télam, ven «posible» que algunos de los activistas reciban una amnistía a partir de la llegada de Francisco.

En su discurso frente a las autoridades de la monarquía local, el Papa destacó la inmigración presente en Bahréin, en donde «cerca de la mitad de la población residente es extranjera y trabaja de modo notable por el desarrollo de un país en el que, aun habiendo dejado la propia patria, se siente en casa», planteó.



Gran parte de la comunidad católica local, de cerca de 80.000 personas en un país de 1.7 millones, se compone de trabajadores inmigrantes del Sur de Asia que representan gran parte de la mano de obra del país, según diversas estadísticas.

De todos modos, pidió considerar «que en los tiempos actuales el trabajo aún es muy escaso, y hay demasiado trabajo deshumanizador».

«Eso no solo conlleva graves riesgos de inestabilidad social, sino que representa un atentado a la dignidad humana. En efecto, el trabajo no solo es necesario para ganarse la vida, es un derecho indispensable para desarrollarse integralmente a sí mismo y para formar una sociedad a la medida del hombre», argumentó luego.

Así, en un mensaje más allá de las fronteras del Golfo Pérsico, el Papa señaló «la emergencia de la crisis laboral mundial» y denunció que «a menudo el trabajo, valioso como el pan, falta; frecuentemente es pan envenenado, porque esclaviza».

En otro mensaje dirigido al mundo desde la principal zona productora de petróleo, el Papa se centró en la cuestión ambiental y lamentó «cuántos árboles son derribados, cuántos ecosistemas devastados, cuántos mares contaminados por la insaciable avidez del hombre, que después se le vuelve en contra».

«¡Que callen las armas, comprometámonos en todas partes y realmente por la paz!»Papa Francisco

«No nos cansemos de trabajar por esta dramática emergencia, tomando decisiones concretas y con amplitud de miras, adoptadas pensando en las generaciones jóvenes, antes de que sea demasiado tarde y su futuro se comprometa», reclamó, antes de desear «que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP27), que se realizará en Egipto dentro de pocos días, sea un paso adelante en ese sentido».

El Papa renovó además sus críticas al conflicto iniciado en Ucrania con la invasión rusa del 24 de febrero y recordó «la realidad monstruosa e insensata de la guerra, que siembra destrucción en todas partes y erradica la esperanza».

En su crítica a los conflictos armados, el Papa volvió a referirse a Yemen, país que consideró «martirizado por una guerra olvidada que, como toda guerra, no conduce a ninguna victoria, sino solo a amargas derrotas para todos».

«¡Que callen las armas, comprometámonos en todas partes y realmente por la paz!», imploró luego.

Mañana, el Papa volverá a concentrar sus actividades en los alrededores de la ciudad de Awali para participar en un foro interreligioso, en encuentros con autoridades islámicas y en una oración ecuménica por la paz.

Apostillas del primer día de Francisco en Bahréin

Francisco, en la ciudad que inició el «boom» del petróleo en el Golfo Pérsico

Gran parte de las actividades del papa Francisco en Bahréin se darán en los alrededores de Awali, una pequeña ciudad del centro del país, que fue fundada en 1934 por la Bahrain Petroleum Company para organizar la extracción y logística de la primera extracción del crudo descubierto en el país. Patrimonio mundial de la Unesco, Awali es también parte de la historia de la industria del «oro negro» del Golfo Pérsico, al ser el primer asentamiento dedicado a la actividad en toda la región. En su mayoría, sus pobladores son inmigrantes del sudeste asiático y países árabes empobrecidos, casi todos católicos.

Una comitiva de recepción real y numerosa

Al llegar hoy a Bahréin y convertirse en el primer Papa de la historia en pisar el suelo de la nación árabe, Francisco fue recibido por una comitiva completa de la monarquía islámica sunita que gobierna el país: no solo estuvo presente el monarca, Hamad bin Isa Al Khalifa, sino también el príncipe heredero y primer ministro, Salman bin Hamad bin Isa Al Khalifa. También estuvieron otros tres hijos del Rey y hasta uno de sus nietos

Los F16 que escoltaron al Papa en el cielo de Jordania

En las cinco horas de vuelo desde Roma, el Papa sobrevoló no solo Italia, sino también Grecia, Chipre, Egipto, Jordania y Arabia Saudita. Al entrar en el espacio aéreo de Jordania, el rey Abdullah dispuso que cuatro F16 escoltaran al Airbus A330 en el que viajaba el pontífice, en una muestra de amistad del país que Jorge Bergoglio visitó en 2014. El gesto «marca la total sintonía que hay entre la Casa Real de Jordania y la Santa Sede», dijo a Télam a bordo del avión el prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Miguel Ayuso.

Un vuelo «cero emisiones» para viajar a Bahréin

En línea con la encíclica de 2015 Laudato si’, en la que plantea una «ecología integral»; el Papa inauguró con su vuelo a Bahréin los desplazamientos aéreos libres de emisiones de carbono. En su viaje internacional número 39, el Airbus A330 de la empresa Ita que lo llevó de Roma a Awali se basó en el uso de Saf (Sustainable Airline Fuel) y la reducción de la cuota de CO2 residual con una iniciativa de compensación de emisiones certificada Gold Standard.

Según informó la línea aérea propiedad del Estado italiano, la combinación de combustibles derivados de aceite de cocina usado y otras fuentes renovables permitió una reducción de hasta el 90% de las emisiones de CO2.

Para el resto de las emisiones de CO2, Ita puso en marcha un programa de la compra de «créditos de carbono» a través de la participación en un proyecto de reducción de dióxido de carbono del programa de voluntariado «The Breathing Space Improved Cooking Stoves Program», creado en India y destinado a familias con el objetivo de reducir el ‘impacto ambiental de los tradicionales cocinas domésticas sustituyéndolas por aparatos de alta eficiencia energética», informó la compañía.

Las 100 veces que el Papa pasó frente a la embajada argentina en Roma

Antes y después de cada uno de sus viajes fuera de Italia, Francisco dedica una visita a la Virgen Salus Populi Romani que se encuentra en Santa María la Mayor, una de las cuatro «basílicas papales» de Roma, junto a San Pedro, San Pablo Extramuros y San Juan Letrán.

Con la visita que hizo antes de este viaje a Bahréin, el Papa llegó ya a 100 veces que entra en la Basílica, incluyendo además otros momentos extraordinarios de oración como el que encabezó este año por la paz en Ucrania. Con cada ida a la Basílica, el Papa tiene una oportunidad de ver flamear la bandera argentina: justo frente a la monumental construcción del barrio Esquilino se ubica la embajada del país ante Italia.

La gira del Papa

Con el lema «Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad», Francisco despegó por la mañana desde el aeropuerto Fiumicino de Roma hacia Awali, en el centro de Bahréin, adonde llegó a las 16.36 (las 10.36 en la Argentina) tras recorrer 3.883 kilómetros en cinco horas de vuelo.

Al despegar, y tras reconocer que estaba “dolorido” de su rodilla derecha por la lesión que arrastra desde inicios de año, el Papa no hizo la tradicional ronda de saludo a los periodistas a bordo sino que permaneció sentado y fueron los enviados quienes se acercaron al pontífice.

De buen humor, reconoció en diálogo con uno de los periodistas que el dolor aparece siempre “el día después de ir al fisioterapista” que lo trata de la lesión en la rodilla derecha por la que se mueve con un bastón.

Antes de partir al aeropuerto, el Papa recibió en el Vaticano a tres familias de refugiados de Ucrania, hospedados por tres familias italianas, informó la Santa Sede.

Una de las familias está encabezada por la esposa de un sacerdote ortodoxo que se quedó en Ucrania con su hijo mayor. Otra está compuesta por una madre con dos niños que escaparon de la la ciudad de Zaporiyia. Y en la tercera hay una mujer de Kiev con su madre de 73 años y su hijo de 13 años, que presenta una discapacidad grave.

“Será un viaje interesante, para dar buenas noticias”, agregó el Papa a bordo del avión.

En su cuarto viaje internacional de 2022, y a un mes y medio de cumplir 86 años el próximo 17 de diciembre, el Papa mantendrá una agenda que incluirá tanto reuniones con autoridades del islam sunnita, que Gobierna el país pese a ser minoritaria frente a la rama chiita, como con la comunidad católica local, de cerca de 80.000 fieles sobre una población de 1.700.000 habitantes.

Durante sus tres días en el país oriental, Francisco visitará también la capital Manama y participará del Foro de Diálogo entre Oriente y Occidente que organiza la monarquía local, además de celebrar una misa para la comunidad católica, compuesta en su mayoría por trabajadores inmigrantes de países cercanos.

Esta semana, Francisco consideró «imprescindible» que se mantenga el diálogo entre Oriente y Occidente «por el bien de la convivencia humana».


Relacionadas