Las
hamburguesas
tradicionales
de
carne
tienen
una
nueva
competidora.
Esta
vez
no
es
una
alternativa
“basada
en
plantas”,
ni
siquiera
fruto
de
alguna
combinación
entre
vegetales
y
setas.
Tampoco
es
lo
que
llamaríamos
“carne
de
laboratorio”.
Entonces,
¿qué
es?
Si
tuviéramos
que
clasificar
esta
nueva
“carne”
quizás
tendríamos
que
optar
por
algo
así
como
marisco
procesado.
Una
nueva
alternativa.
Hace
unos
años,
la
empresa
noruega
Pronofa
Asa
entró,
mediante
una
adquisición,
en
un
singular
negocio:
convertir
unos
desconocidos
animales
submarinos
en
una
fuente
de
proteínas
alternativa
a
la
carne.
Dos
años
después
de
la
compra
de
la
empresa
Marine
Taste,
la
empresa
escandinava
continúa
con
el
desarrollo
de
sus
productos,
entre
los
que
se
incluye
“carne”
para
hamburguesa.
Ciona.
Este
sucedáneo
de
la
carne
se
obtiene
de
un
animal
marino
perteneciente
al
género
conocido
como
Ciona.
Se
trata
de
animales
marinos
con
forma
de
tubo,
los
cuales
desarrollan
su
vida
pegados
a
rocas
en
el
fondo
del
mar,
de
forma
similar
a
esponjas
o
corales.
Sin
embargo,
la
taxonomía
de
estos
ascidias
tunicados
es
algo
distinta
a
la
de
estos
otros
animales.
Los
tunicados
(Tunicata)
son
uno
de
los
dos
subfilos
en
los
que
se
divide
el
filo
de
los
cordados
(Chordata),
siendo
el
otro
el
de
los
vertebrados.
Esto
implica
que,
por
extraño
qu
parezca,
estos
animales
están
más
cercanamente
emparentados
a
peces
o
mamíferos
que
a
crustáceos
y
moluscos.
Sostenible
y
nutritivo.
Entre
las
actividades
de
la
empresa
Pronofa
ASA
está
el
cultivo
de
una
especie
de
ciona
nativa
del
mar
del
Norte.
Según
explica
la
empresa,
la
acuacultura
de
estos
animales
tiene
algunas
ventajas.
Por
ejemplo
que
pueden
alimentarse
simplemente
con
plancton,
pero
también
por
ser
capaces
de
absorber
nitrógeno
del
agua.
El
exceso
de
nitrógeno
procedente
de
cultivos
terrestres
es
una
de
las
amenazas
a
las
que
se
enfrentan
diversos
ecosistemas
acuáticos.
El
cultivo
de
cionas
en
zonas
altamente
nitrogenadas
puede
servir
para
“filtrar”
este
exceso
de
nitrógeno,
lo
que,
en
palabras
de
la
empresa,
se
traduce
en
mayor
biodiversidad.
A
nivel
nutricional,
los
productos
derivados
de
este
animal
se
presentan
como
una
fuente
alternativa
de
proteínas
y
nutrientes
como
los
ácidos
grasos
omega
3.
¿Y
el
sabor?
Quienes
han
probado
estos
derivados
aseguran
que
el
gusto
es
similar
a
la
carne.
Según
explican
los
responsables
del
desarrollo,
el
principal
reto
al
desarrollar
estos
sustitutos
era
el
de
eliminar
el
sabor
“a
mar”.
La
textura
“al
natural”
de
las
cionas
es
similar
al
de
los
calamares,
y
su
sabor
es
también
similar
al
del
marisco,
explicaba
Hans
Petter
Olsen,
CEO
de
Pronofa
al
diario
británico
The
Guardian.
Experimentos
en
la
cocina.
Por
supuesto,
no
puede
considerarse
que
este
tipo
de
derivados
sean
una
alternativa
vegetariana,
por
lo
que
no
será
un
producto
para
todos
los
paladares.
En
cualquier
caso
se
trata
de
un
nuevo
candidato
a
tener
en
cuenta
en
el
complejo
mercado
de
los
sustitutos
de
la
carne
“convencional”.
Además,
aún
tendremos
que
esperar
antes
de
ver
derivados
de
la
ciona
en
nuestros
supermercados
y
restaurantes.