Este año se han cumplido 50 años del estreno en salas de ‘El padrino‘ (‘The Godfather’), el referente más importante del convulso cine americano de los años 70 y, sin duda alguna, su última gran epopeya.
Proclamada por la polémica Academia de Hollywood como la mejor película en un año trufado de largometrajes de calidad excepcional, que dejan al cine actual en pañales (recordemos un puñado de títulos como ‘La Huella’, ‘Cabaret’, ‘Defensa’, ‘La Huida’, ‘Frenesí’, ‘El Discreto Encanto de la Burguesía’, ‘Naves Misteriosas’, ‘La Aventura del Poseidón’, ‘Solaris’, ‘Las Aventuras de Jeremiah Johnson’ o ‘¿Qué me pasa, Doctor?’), ‘El Padrino’ ha conseguido reafirmarse como una de las mejores películas (¿la mejor?) de todos los tiempos, tal y como demuestran las sucesivas listas elaboradas por crítica especializada y público.
Su éxito comercial propició dos secuelas: ‘El Padrino: parte II’ estrenada apenas dos años después y que en palabras de Rodrigo Cortés (puedes oírlo en 1:07:20) se trata de una obra descomunal «que no debería funcionar y funciona», y ‘El Padrino parte III’ estrenada en 1990, casi dos décadas tras la original (y reestrenada recientemente con nuevo montaje). A día de hoy, conforman la trilogía más respetada del cine americano.
Uno de sus elementos más importantes fue la inolvidable música iniciada por Nino Rota. Sin embargo, su elección no fue tan fácil como parece pues es de sobras conocido lo complicado que resultó levantar la producción de este proyecto, algo que también afectó a la banda sonora.
Rota, de Fellini a Coppola
Francis Ford Coppola (quien quitando una breve colaboración con John Barry en dos títulos clave, en su filmografía siempre ha ido eligiendo aquel compositor que creía más conveniente para cada proyecto) tenía claro desde el principio, que necesitaba un compositor italiano para transmitir la tragedia de aquella familia siciliana.
Su obsesión con la música de ‘Rocco y sus Hermanos‘ le encaminó a contactar con su compositor, Nino Rota, conocido internacionalmente por ser el músico fetiche de Federico Fellini y, por lo tanto, creador de extraordinarias melodías de tono burlesco con raíces tradicionales italianas.
A pesar de todo, la elección de Rota resultaba atípica en un momento de crisis de los valores del propio cine americano. Recordemos que es en esta etapa cuando se buscan nuevas sonidos como el disonante empleo del jazz de Don Ellis para ‘The French Connection‘, el uso de guitarras wah-wah como marca para el cine blaxplotation (cuyo máximo exponente fue Isaac Hayes con la celebrada ‘Las Noches Rojas de Harlem‘) o partituras deudoras de un gran tema principal (y comercial) capaz de darle identidad (y ventas discográficas) a la película y al álbum de la banda sonora como ‘Verano del 42‘ o ‘Love Story‘.
El productor de esta última fue el legendario Robert Evans, a la postre mandamás en aquellos años de Paramount Pictures y por lo tanto máximo responsable de las películas producidas por el estudio. Evans no vio con buenos oídos la elección de Rota:
«Soy un fanático de la música, un auténtico chalado. Eso me ha llevado a tocarle las narices a mucha gente e incluso a retener las películas hasta haberme asegurado de que contaban con la banda sonora apropiada. En ‘Love Story’, deseché por completo la partitura de Jimmy Webb y me pasé todo el verano en Europa trabajando con Francis Lai en una nueva banda sonora. Y si no hubiera sido por su tema principal, la película no habría funcionado. Francis Coppola y yo tuvimos discusiones terribles en ‘El Padrino’. Estaba empeñado en usar música de Nino Rota en muchas secuencias en las que yo quería que sonase música estadounidense.»
Evans no estaba contento con la elección de Rota, ya que su proyección internacional era muy limitada. El productor llegó a sugerir a Henry Mancini para la labor, dadas las raíces italianas del compositor y su éxito para la melodía que le llevó a ser el músico de cine más popular de los 60.
El vals de ‘El padrino’
Pero Coppola que estaba peleando contra todo tipo de presiones, consiguió mantener a Rota en el proyecto y acudía a Roma para citarse con el compositor y establecer el sonido y la música de ‘El Padrino’, ya que el compositor exigió no tener que desplazarse a América para trabajar en esta película. Sobre su colaboración, el propio Rota dice:
«Para hacer la música de ‘El Padrino’, Coppola me dio una óptima idea (…) Me dijo que me atuviera a las situaciones e hiciera una música que recordara siempre el origen de los personajes protagonistas, que son meridionales o sicilianos. Me dijo, incluso, que todavía sería mejor si esa música se orientara hacia melodías meridionales hasta parecer casi árabe: porque así recordaría con más nostalgia el lejanísimo origen de aquella gente que confluyó luego en América (…) Coppola me dio otra idea: debía subrayar con una especie de vals, a modo de leit-motiv, la continua cadena de delitos de la película. El movimiento circular del vals es como una cadena de delitos: un círculo cerrado, algo que vuelve, se reproduce y no acaba nunca. Y, de hecho, cada vez que hay un tiroteo, o un muerto, o un herido, o tantos muertos y tantos heridos, se escucha un tema de vals».
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La partitura se grabó en Estados Unidos y no en Italia como estaba previsto ya que los sindicatos no permitían que una partitura americana se grabase en el país mediterráneo.
La grabación corrió a cargo de Carlo Savina, orquestador habitual del compositor, y cuando Rota recibió el álbum de la banda sonora, para su sorpresa descubrió que como tema principal de la película no habían elegido uno de los temas principales establecidos con Coppola «sino ese tema que yo había insertado para llenar esa secuencia de Sicilia, que dura seis o siete minutos en un film de tres horas. Ese fue el tema que luego acosó a todo el mundo haciéndose escuchar hasta la saturación».
La música de Rota se encarga de dulcificar los episodios más violentos de la trama, ya sea a través del vals (que suena por primera vez al final de la secuencia inicial de la boda mientras Vito baila con su hija Connie, de esta forma permite a la audiencia hacer la melodía reconocible) o del melancólico tema de Michael, de una gravedad profunda y que anticipa la oscuridad que sucumbirá a este personaje según vaya avanzando la saga.
Este segundo tema adquiere protagonismo en dos escenas clave: cuando acude al hospital a velar a su padre y posteriormente en la escena del restaurante, tras asesinar a Sollozo y el teniente McCluskey y huir de la escena del crimen. Es en este último momento cuando el tema suena de la forma más estridente posible para potenciar, no las terribles acciones retratadas en esta secuencia, sino el conflicto del personaje, de hecho la música irrumpe cuando sale del restaurante.
A Rota no le interesa narrar lo que vemos con imágenes, su labor es comunicarnos lo que siente Michael Corleone. Es la coda perfecta a una secuencia magistral que hasta ese momento ha sido ambientada con silencios, diálogos y efectos de sonido, nada de música.
Por último, en la banda sonora suena también la ya mencionada melodía de tonos sicilianos para retratar la etapa de Michael en la isla italiana y música diegética («source music», es decir que suena y la escuchan los personajes dentro de la propia película) a cargo de Carmine Coppola, padre del director y que hace un cameo tocando la pieza «This Loneliness» al piano. Suya también es la música que los protagonistas bailan y cantan durante la boda.
Una música inolvidable… sin Óscar
El éxito de la película repercutió en su banda sonora, alcanzando premios de prestigio como el Globo de Oro, el BAFTA y el Grammy a la mejor partitura. De hecho, fue nominada al premio Óscar pero posteriormente su candidatura fue rechazada de forma bochornosa, acusándola de plagio por la reutilización del tema de la película ‘Fortunella’.
Una situación injusta que benefició a John Addison con su partitura para ‘La Huella’ a pesar de que en la ceremonia se acabó premiando a la música de ‘Candilejas’, una banda sonora escrita… ¡20 años atrás! Rota sí ganaría el Óscar por la música de ‘El padrino, parte II’.
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A pesar del paso del tiempo, la música de Nino Rota quedó ligada a la saga Corleone a la hora de ensalzar el drama y los orígenes de la familia Corleone y su tema siciliano ha quedado enmarcado como uno de los más importantes de la historia de la banda sonora. Por cierto, la partitura original ha salido a la venta por el sello LA LA LAND RECORDS en una edición limitada a 5000 copias.
- Nota: las citas de Nino Rota proceden de ‘Nino Rota. La Imagen de la Música’, de Jose María Latorre (editorial Montesinos, 1989). En cuanto a Robert Evans, se ha recurrido a ‘Infamous Players’, de Peter Bart (traducción de Rocío Valero Lucas, editorial TyB, 2012), y ‘El Gran Adiós: Chinatown y el ocaso del viejo Hollywood)’, de Sam Wasson (traducción de Óscar Palmer Yáñez, editorial Es Pop Ediciones, 2021).