Si
somos
capaces
de
hacer
más
repeticiones
con
determinado
peso
o
meter
más
peso
para
determinadas
repeticiones
es
porque
el
diseño
de
nuestro
entrenamiento
es
correcto.
Podríamos
decir
en
este
sentido
que
la
sobrecarga
progresiva
es
algo
que
debe
suceder
de
forma
natural
y
no
imponerse.
Además,
para
que
quede
claro
desde
el
primer
momento
hay
que
hacer
un
matiz
importante
y
es
que
la
sobrecarga
progresiva
no
consiste
en
aumentar
el
estímulo
a
medida
que
pasa
el
tiempo
sino
en
mantener
el
estímulo
inicial
intacto.
Dicho
en
otras
palabras,
cuando
se
diseña
una
rutina
hay
cierta
cantidad
de
repeticiones,
series
y
cada
una
de
estas
debe
realizarse
a
determinado
esfuerzo.
O
al
menos
así
debería
ser.
Todo
eso
representa
un
estímulo,
una
dosis.
Sobre
la
marcha
nos
hacemos
más
fuertes
por
lo
que
si
seguimos
usando
los
mismos
pesos
o
repeticiones
el
estímulo
previsto
al
inicio
va
disminuyendo
por
lo
que
la
sobrecarga
progresiva
consiste
en
ser
conscientes
de
esto
y
en
añadir
peso
o
repeticiones
para
mantener
los
niveles
de
esfuerzo
previstos.
Esto
mantendrá
el
estímulo
inicial
intacto,
que
al
fin
y
al
cabo
es
el
que
nos
ha
hecho
llegar
hasta
ese
punto.
Una
vez
aclarado
esto
vamos
a
hablar
de
uno
de
los
métodos
de
progresión
más
intuitivos
y
sencillos
de
aplicar
en
cualquier
momento
y
para
cualquier
persona
y
nivel.
Así
pues,
en
este
artículo
vamos
a
explicarte
el
método
de
doble
progresión
para
ganar
masa
muscular
en
el
gimnasio.
La
importancia
del
entrenamiento
de
fuerza
en
las
mujeres
|
Se
me
cae
un
mito
En
esto
consiste
el
método
de
doble
progresión
Es
habitual
ver
en
las
rutinas
de
entrenamiento
un
número
fijo
de
repeticiones
en
cada
serie,
es
decir,
en
la
serie
se
deben
hacer
ocho
repeticiones,
ni
una
más
ni
una
menos.
Esto
no
es
malo
ni
es
un
error
pero
podemos
ser
más
flexibles
con
las
repeticiones
propuestas
por
cada
serie
porque
realmente
a
igualdad
de
esfuerzo
no
hay
ninguna
diferencia
significativa
entre
hacer
siete,
ocho
o
nueve
repeticiones.
De
esta
manera
es
ideal
pautar
un
rango
de
repeticiones
y
no
una
repetición
fija
para
asentar
las
bases
del
modelo
de
doble
progresión.
La
dinámica
sería
la
siguiente:
-
Elegimos
un
peso
con
el
que
podamos
hacer,
por
ejemplo,
unas
seis
o
siete
repeticiones.
Podrían
ser
6
o
7
u
11
o
12,
eso
es
lo
de
menos
aunque
recomiendo
rangos
bajos
de
repeticiones. -
El
objetivo
es
que
sesión
tras
sesión,
semana
tras
semana,
logremos
con
ese
peso
hacer
dos,
tres
o
cuatro
repeticiones
más
que
las
iniciales.
Es
algo
que
debe
suceder
de
forma
natural,
sin
forzar. -
En
el
momento
que
normalizamos
hacer
esas
repeticiones
extra,
es
decir,
que
no
ha
sido
fruto
de
la
casualidad
de
un
único
día
suelto,
incrementamos
el
peso
y
volvemos
a
iniciar
el
proceso
desde
las
6
o
7
repeticiones.
De
esta
manera
conseguimos
una
doble
progresión
por
la
parte
del
peso
añadido
y
por
la
parte
de
las
repeticiones
añadidas.
Si
por
algo
me
gusta
esta
filosofía
es
porque
es
intuitiva
y
sucede
de
forma
natural
y
no
impuesta
como
sí
sucede
con
muchas
otras
progresiones
tradicionales.
En
el
modelo
de
doble
progresión
debemos
ser
pacientes,
gestionar
la
dosis
de
entrenamiento
para
que
la
fatiga
no
ahogue
las
adaptaciones
positivas
en
cuanto
a
rendimiento
y
simplemente
añadir
peso
o
repeticiones
cuando
realmente
estamos
preparados
para
ello.
En
este
modelo
no
hay
estipulado
y
no
debería
estar
estipulado
cuanto
peso
mover
en
cada
sesión
ni
cuantas
repeticiones
hacer.
Eso
debe
surgir
de
manera
orgánica
y
natural
por
el
simple
hecho
de
que
nos
estamos
volviendo
más
fuertes.
En
Vitónica
|
Más
series
entrenando
no
significa
conseguir
más
hipertrofia:
el
detalle
clave
que
te
hará
ganar
más
músculo
En
Vitónica
|
Ni
10
ni
12
repeticiones.
Este
es
el
número
adecuado
de
repeticiones
si
quieres
ganar
masa
muscular
Imágenes
|
Gordon
Cowie,
Farkas
Mario