Los
brotes
verdes
se
encuentran
en
un
estadio
que
resulta
idóneo
para
multiplicarse,
gracias
a
la
flexibilidad
de
sus
tejidos
y
el
estado
evolutivo
en
el
que
se
encuentran.
Propagar
las
plantas
en
el
estadio
de
brote
verde
es
una
de
las
formas
más
sencillas
y
efectivas
de
obtener
nuevas
plantas,
y
sobre
todo
de
garantizarles
la
viabilidad,
pues
es
la
mejor
manera
de
empujar
su
crecimiento
adelante.
Para
ello
es
necesario
el
método
del
frasco
boca
abajo,
que
hará
de
efectivo
invernadero
para
que
las
plantas
se
concentren
en
la
fotosíntesis.
En
cuanto
al
frasco,
puede
ponerse
directamente
boca
abajo
sobre
la
tierra,
de
manera
que
cree
una
pantalla
completa
y
que
las
gotas
de
la
evaporación
choquen
contra
el
cristal.
Humedad
y
más
humedad
Lo
más
importante
de
este
sistema
es
que
la
planta
tengo
una
altísima
atmósfera
húmeda
que
le
proporcione
hidratación
y
reduzca
su
evaporación.
Si
el
sistema
de
reproducir
brotes
verdes
se
realiza
correctamente
bajo
un
frasco,
la
mayoría
suelen
echar
raíces,
lo
que
significa
un
éxito
apabullante.
Esto
es
así
porque
los
brotes
verdes
tiene
su
parte
superior
que
todavía
está
en
crecimiento,
es
verde
y
flexible.
El
mejor
momento
dependerá
de
cada
clima,
pero
por
lo
general,
el
mes
de
julio
es
ideal
especialmente
por
la
mañana
y
en
tiempo
nublado
para
evitar
que
el
sol
las
deshidrate.
Se
pueden
además
cubrir
con
un
paño
húmedo
para
preservar
al
máximo
su
humedad.
Eso
sí,
de
vez
en
cuando
hay
que
dejar
entrar
el
aire
en
el
interior
del
frasco,
sacándolo,
para
que
entre
oxígeno.
En
cuanto
a
las
hojas,
durante
el
enraizamiento
estas
aportan
nutrientes,
pero
son
al
mismo
tiempo
es
un
fuente
de
pérdida
de
agua,
así
que
una
gran
solución
para
conseguir
un
enraizamiento
exitoso
es
cortar
las
hojas
por
la
mitad
o
un
tercio
de
estas.
Foto
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