Inaugurado en 1873, el Balneario de Mondariz ya cumple más de 150 años de una rica historia que lo han convertido en uno de los enclaves más icónicos de Galicia y testigo de los cambios de la sociedad a lo largo de diversas épocas. Tras una gran reforma que modernizó sus instalaciones en los años 90, hoy se reivindica como el centro del termalismo peninsular y un destino ideal para desconectar y renovarse por completo.
Reconocido también con el Premio Nacional a la Excelencia Turística por su larga trayectoria, Mondariz luce hoy el título del mejor balneario de España y de Europa, tras recibir el galardón especial en la Fira de Barcelona el pasado mes de diciembre. Desde su fundación por los hermanos Peinador, que lograron que sus aguas fueran reconocidas de utilidad pública por sus propiedades, es considerado todo un centro pionero y también referente en el sector.
Situado en Pontevedra, en pleno valle del río Tea, afluente del Miño, hoy en día este centro comprende varias instalaciones que han multiplicado su atractivo como destino turístico y potencial económico gallego. Dispone de un gran hotel de cuatro estrellas con 194 habitaciones distribuidas en tres edificios históricos comunicados entre sí, campo de golf y espacios de restauración donde además se organizan bodas y diversos eventos.
Pero las joyas de Mondariz son sus aguas termales y tratamientos asociados que han sabido mantener la tradición histórica, ligada al pasado celta gallego siempre en comunidad con la naturaleza, modernizándose con nuevas instalaciones de última tecnología y diseño.
El spa Palacio del Agua dispone de más de 3.000 metros cuadrados con una gran piscina activa repleta de accesorios para el relax, como bancos de hidromasaje, cuellos de cisne, contracorrientes, chorros, géiseres o cascadas, además de varias saunas, jacuzzis y una poza exterior de agua caliente.
Aunque quizá más llamativo es el Circuito Celta, inspirado en la tradición termal de las antiguas culturas paganas de la región, que a lo largo de 90 minutos ofrece técnicas relajantes que combinan tradición y modernidad como la ducha efecto peeling, la sauna celta o los baños de contrastes y chorros a presión para relajar la tensión muscular.
A todo ello se suman los numerosos tratamientos termales individuales o en pareja con distintas opciones según se busque el máximo relax, aliviar el estrés o acciones específicas de belleza facial y corporal.
El centro también dispone de varios salones y un gran auditorio, además de espacios de restauración diferentes donde degustar la gastronomía gallega y la cocina italiana. Además se completa todo con un clásico piano bar abierto por las noches los fines de semana donde el pianista deleita a los huéspedes y visitantes con los conciertos que toca en el histórico piano Steinway, con más de 100 años.
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
Imágenes | Balneario de Mondariz