Colonia Caroya. El IPET 142, la primera escuela técnica de esta ciudad, creada durante la gestión de Rodolfo Visintín (2010), oficializó su nombre: Nicolás Avellaneda.
La selección surgió de un proceso trabajado con la comunidad educativa y avalado por el Ministerio de Educación de la Provincia.
El Decreto llegó en agosto, pero la semana anterior se oficializó en la Jornada de Puertas Abiertas, la muestra final de trabajos que los alumnos exponen al resto de la sociedad.
La elección tiene estrecha relación con la historia de Colonia Caroya y el rol de esta figura nacional en la educación.
Nicolás Avellaneda.
Nacido en Tucumán en 1837, Nicolás Avellaneda fue alumno del Colegio Monserrat y se formó en la Universidad Nacional de Córdoba.
Con apenas 37 años, en 1874 fue elegido Presidente de la Nación y su mandato duró hasta 1880 (los períodos de gobierno eran de seis años).
Junto a Faustino Sarmiento es considerado un innovador para su época. Veía la importancia de la “Educación Popular”. Ambos tenían la intención de crear un polo científico y educativo.
Tanto en su rol como Ministro, bajo la Presidencia de Sarmiento, como en su función de Presidente de la Nación, le otorgó a la educación un lugar primordial y destacado.
En ella se crearon las escuelas normales, que serían las responsables de formar maestras, y se promovió la educación secundaria, triplicando los alumnos que asistían a las escuelas.
Avellaneda también posibilito la llegada de miles y miles de inmigrantes a suelo argentino. Sostenía que Argentina era un territorio extenso y que necesitaba mano de obra calificada para lograr posicionarnos en el mercado mundial.
En 1876 promulgó la “Ley de colonización e inmigración”, conocida como Ley Avellaneda, que posibilito la llegada de una masa inmigratoria enorme, dando origen, entre otras, a Colonia Caroya.
Falleció el 1885, con apenas 48 años de edad. Una década y media después de su fallecimiento, nació la primera escuela técnica del país.
Juventud y familiares.
Cuenta Luis González Warcalde, en su libro “Por las Rutas de la Historia”, que la idea de crear una colonia de agricultores italianos en las tierras próximas a la Estancia de Caroya surgió en el actual “castillo” del Seminario Menor, en Sinsacate, propiedad de Nemesio González en 1875.
El trazado del ferrocarril de Córdoba a Tucumán fue el gran sueño de Avellaneda.
La obra se inició en la gestión de Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874) y el constructor, el ingeniero italiano José de Telfener, estrechó un vínculo con Avellaneda, que quería llegar con las vías férreas a su provincia natal cuanto antes.
Avellaneda había pasado su infancia y juventud en Córdoba y conoció la Casa de Caroya por ser alumno del Colegio Nacional de Monserrat.
Aquí tenía parientes y amigos. Uno de ellos era Nemesio González Moyano, primo de su padre, Marco Manuel Avellaneda y González.
Nemesio era hijo de Gregorio Antonio González Espeche, hermano de la madre de Manuel, María Salomé.
En 1874, cuando Avellaneda inauguró esta obra, viajó a Tucumán en un tren especial que conducía Guillermo -o William- Lambert.
De regreso, se detuvo en Jesús María y, en el huerto de nogales de San Isidro, frente a la iglesia del Museo Jesuítico, se le ofreció un gran banquete.
El Gobernador de Córdoba era Antonio Álvarez y viajó en tren para saludar al Presidente.
Después del almuerzo, se reunió con Nemesio y le preguntó: “¿Qué puedo hacer por estos lugares en los que he pasado tantos tiempos felices?”.
“Recuerda que aquí están las tierras públicas de Caroya, que tú conoces bien. Allí podrías fundar una colonia de riego, de agricultores italianos que tanto progreso traerán a la zona”, fue la decisiva respuesta de Nemesio González.
Al regresar a Buenos Aires, Avellaneda remitió al Congreso el proyecto de Ley creando la Colonia y el proyecto madre que promulgaba la inmigración de europeos a nuestro país.
24-11-2023