En estas horas vertiginosas de armado del operativo traslado e ingreso al Estadio Monumental, los responsables de la Seguridad de la Ciudad están pensando las estrategias más insólitas para garantizarse que haya paz en los alrededores de la cancha de River.
Las estrategias llegan hasta Messi
En los despachos cercanos al jefe de Gobierno y precandidato presidencial, Horacio Rodríguez Larreta, analizan llamar a Jorge, el papá del astro de fútbol para coordinar con éxito el operativo.
Los riesgos de que algo salga mal son muchísimos. “Entendeme esto: si dos millones de personas quisieron sacar entradas, por lo menos 200 mil van a ir hasta Núñez para intentar meterse, pero sólo entrarán 83 mil”, dice un exhombre fuerte de la Seguridad porteña.
Los jugadores dormirán desde hoy en el predio de la AFA en Ezeiza. Igual que en diciembre, una parte de la historia la cubrirá la policía de la provincia de Buenos Aires pero cuando crucen la General Paz y hasta ingresar seguros a River, la responsabilidad es de la Ciudad.
“Si la gente desborda el segundo anillo de contención, hay combate en los portones de ingreso. Eso sería reprimir frente al país entero mirando por televisión”, insiste el exfuncionario.
Las dudas de Rodríguez Larreta
Nadie duda de que una situación así no sería buena para la campaña de Larreta, que a esta hora no se decide si es conveniente ir o no al partido de Argentina – Panamá con un panorama tan incierto.
Fue desde su riñón que llamaron al “Chiqui” Tapia para pedirle que intercediera para convencer a los jugadores de concentrar el jueves a la mañana en las comodidades del Monumental: “Almuerzo y siesta”, propusieron.
El “Chiqui” quedó en conversar hoy con la Selección. Si esa gestión no funciona, a Larreta lo tienta reactivar la opción Messi.
Jorge Messi y el piloto del avión familiar
Detrás de la estrategia Messi, hay una operación hasta ahora desconocida que protagonizaron Jorge Messi, un piloto de avión y el Jefe de Gobierno porteño el 20 de diciembre, en el medio de los festejos inolvidables por el campeonato del mundo.
Ese día en el que millones y millones de argentinos coparon la 9 de Julio, la autopista 25 de mayo y casi todos los caminos que tenía en mente tomar el micro de la Selección, Jorge Messi miraba preocupado la fiesta que su hijo vivía con esa sonrisa deslumbrante que repitió esta semana cuando salió enredado entre policías y gente ovacionando a la salida de una parrilla de Palermo.
Aquella tarde de diciembre, al Diez no sólo había que sacarlo del colectivo, también tenían que lograr que llegara bien a Rosario. Fue el piloto del avión de la familia Messi el que llamó a Jorge y le dijo: “necesitamos un helicóptero”.
Los jugadores todavía estaban a paso de hombre en el micro apretujados por el amor de una multitud. “Necesitamos un helicóptero porque esto es una anarquía”.- Messi padre pensaba lo mismo: “Arreglemos esto de mi hijo”. Fue el piloto el que hizo de nexo entre Larreta y el papá del capitán de la Selección.
En el medio, Marcelo D’allessandro llamaba al “Chiqui” Tapia para desviar el micro y subir a los jugadores a los helicópteros. Dicen que el presidente de la AFA estaba tan eufórico entre los festejos que no escuchaba razones.
Ese final sí es conocido
Chiqui Tapia y Sergio Berni quedaron ofendidos y enojados por el trabajo de pinzas de D’Allessandro y Aníbal Fernández que en segundos sacaron a los jugadores de la tierra y los llevaron por el aire a saludar a la gente y apenas después al predio de la AFA, donde también había miles de personas afuera.
“¿Cómo sacar a los jugadores de ahí?”. Ese fue el operativo de Jorge Messi. Por su gestión, el Gobierno de la Ciudad ya tenía un helicóptero esperando a su hijo, a Dí María, a Dybala para llevarlos al aeropuerto de San Fernando sanos y salvos.
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Todas las personas que participaron de este intercambio confirmaron que así sucedió. Ahora Larreta aspira a reactivar ese vínculo para calmar los pronósticos. Seguridad es un área bajo la lupa. Nadie se olvida que después de la licencia de Marcelo D’Allessandro por la filtración de los chats, el ministerio porteño está temporalmente a cargo de Felipe de Miguel, el jefe de Gabinete porteño.
Rodríguez Larreta anunció la llegada de Eugenio Burzaco al ministerio, pero la preocupación es tanta que para supervisar el operativo convocaron también a Diego Santilli. El fantasma del caos los persigue a todos.