Los pequeños comercios las tienen como enemigo número uno. Los trabajadores no suelen percibir salarios dignos a pesar de estar empleados en una multinacional. El peligro de contar con pocas y enormes empresas, lo corremos los clientes y los trabajadores. Pero también el medioambiente.
Aunque se gastan grandes sumas en marketing corporativo para demostrar que cuidan el planeta,la realidad dista mucho de esas proclamas que tan bien quedan en sus páginas web o anuncios. Las grandes empresas contaminan y pocas son las que se toman en serio este impacto negativo en la sociedad.
Embalaje que respeta el medioambiente
Son muchas empresas que hacen hincapié en que sus pedidos vienen en paquetes hechos con material 100% reciclable. Una vez utilizados, estos envases se reciclan para realizar otros productos de celulosa.
Los cojines de aire que en ocasiones se utilizan para el envío de los productos de Amazon son 100% reciclables y no son tóxicos. Hasta aquí bien. Nos avisan de que esos montones de cartones y plásticos que acompañan normalmente a un producto de dimensiones reducidas, no contamina.
¿Y si toca devolver un producto?
Normalmente, estas empresas se hacen cargo de ello, y el envase se vuelve a utilizar para este menester, por lo que tampoco hay espacio para la crítica. El problema reside cuando el producto que se ha adquirido es de unas dimensiones que la empresa se niega a recoger y las opciones que le dan al cliente.
O lo envía por su cuenta y ya se le reembolsará lo que cueste o también puede ‘deshacerse’ de él. Así. Tal cual. «Tírelo». Si hablamos de productos pesados, aunque nos vayan a devolver su importe porque llegó defectuoso, nos piden que lo tiremos. ¿Dónde está su compromiso con el planeta?
Contaminan más pero tienen más dinero para vender que no es así
El incremento de destinos de paquetes, combinado con la dificultad de predecir los pedidos, hace que los camiones de reparto vayan en muchas ocasiones, tan sólo a media carga, por lo que necesitan cada vez realizar más viajes.
Furgonetas eléctricas, una solución para contaminar menos. Pero no todos los problemas están resueltos con estos gestos.Sobre todo, cuando estas grandes empresas se encargan de mediar entre las pequeñas, y su poder cada vez es mayor. ¿Es posible no contaminar moviendo un volumen de productos enorme a diario? No.
Y menos, si invitas a tus clientes a que tiren lo que ellos no recogen. ¿Qué puede hacer un comprador con un objeto grande que no puede mover? ¿También es responsabilidad de la empresa dónde acabe? Sí.
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