El histórico jugador de Boca que se subió a un helicóptero y piensa en su salida del club

Pasó
tanto
tiempo
desde
su
estreno
con
la
camiseta
de


Boca
que
cuando
se
dio,


Fernando
Gago
recién
iba
por
su
primera
lesión
en
el
tendón
de
aquiles.
En
su
camino
soportó
malas
y
vivió
buenas
y
hasta
muy
buenas,
fue
reconocido
y
castigado
a
la
vez
por
la
gente
y
-cuando
parecía
que
su
tiempo
estaba
agotado-
apareció
Gago
como
DT
para
darle
la
última
chance.

Aunque
el
presente
lo
encuentra
más
cerca
que
nunca
del
adiós
y
por
eso
ya
verlo
de
vacaciones
en
medio
de
un
fin
de
semana
libre
no
resulta
una
sorpresa.

Es
que


Frank
Fabra
está
completando
su
año
número
10
en
el
club,
desde
su
llegada
en
enero
del
2016,
bajo
la
conducción
técnica
del
Vasco
Arruabarrena
y
en
un
equipo
que
tenía
a
Carlos
Tevez
como
estrella
y
que
acababa
de
repatriar
a
Daniel
Osvaldo
por
segunda
vez
en
un
año.

Aquel
lateral
colombiano
que
le
sobraba
técnica
se
fue
convirtiendo
de
a
poco
en
un
referente
y
en
un
símbolo
xeneize,
después
de
243
partidos
jugados,
15
goles
(golazos
casi
todos)
convertidos
y
8
títulos
ganados
con
la
azul
y
oro
en
el
pecho.
Sin
embargo,
a
casi
nueve
meses
del
final
de
su
contrato,
su
suerte
parece
echada
y
marca
que
sus
días
como
jugador
de
Boca
se
están
agotando.

Es
que
-mientras
sus
redes
sociales
lo
muestran
paseando
por
las
Cataratas
del
Iguazú
en
familia,
en
particular
recorriéndolas
desde
el
aire,
mediante
un
paseo
en
helicóptero-
quien
fuera
uno
de
los
subcapitanes
del
equipo
hasta
hace
no
tanto,
ya
sabe
que
su
futuro
está
lejos
del
Xeneize.
Que
ni
siquiera
la
nueva
oportunidad
que
tuvo
con
la
llegada
de
su
antiguo
compañero
al
comando
del
equipo
resultó:
Gago
le
dio
un
lugar,
lo
hizo
jugar
como
titular
en
la
Bombonera
más
de
un
año
después
de
su
anterior
partido
en
esa
condición
y
ni
así
Fabra
pudo
contra
sus
fantasmas.

Esos
que
remontan
a
los
partidos
importantes
en
los
que
se
fue
expulsado
inoportunamente,
puntualmente
los
que
sacaron
a
Boca
de
dos
Copas
Libertadores
muy
cercanas,
la
del
2020
ante
Santos
y
la
final
ante
Fluminense
tres
años
más
tarde.

Con
una
hinchada
que
nunca
le
perdonó
su
supuesta
falta
de
compromiso
con
el
resto
del
equipo
en
esas
situaciones,
para
Frank
todo
se
hizo
cuesta
arriba
a
partir
de
noviembre
del
2023.

Con
contrato
ya
desde
entonces
hasta
diciembre
de
2025
(lo
firmó
antes
del
cierre
de
2022),

su
salida
inmediata
no
era
demasiado
probable,
por
cuestiones
económicas
y
también
de
deseos
del
jugador,
de
seguir
peleando
para
no
dejar
esa
imagen
con
la
camiseta
que
tanto
quiere.
Para

Diego
Martínez,
la
solución
fue
considerarlo
como
volante
por
izquierda
y
ya
no
como
lateral,
pero
el
experimento
no
funcionó
y
cada
vez
tuvo
menos
lugar
en
el
equipo.

Gago
sí
le
dio
la
chance
de
volver
a
pelear
por
su
puesto
natural.
Primero
lo
puso
en
forma,
y
Frank
consiguió
su
mejor
imagen
en
años.
Y
después
lo
puso
a
competir
palmo
a
palmo
con
Marcelo
Saracchi
y
Lautaro
Blanco.

Incluso,
en
el
inicio
de
este
año
Blanco
parecía
relegado
a
ser
el
tercero
en
discordia
y
que
entre
Saracchi
y
el
colombiano
se
daría
la
pelea
por
el
lateral
izquierdo.
Sin
embargo,
no
logró
destacarse
y
la
tormenta
que
significó
salir
tan
pronto
de
la
Copa
Libertadores
se
lo
volvió
a
llevar
puesto
aunque
no
haya
jugado
ni
un
minuto
de
la
serie
ante
Alianza
Lima.

Este
lunes
volverá
a
entrenarse
con
el
plantel,
aunque
ya
ve
lejos
la
posibilidad
de
pelear
para
jugar:
desde
el
partido
anterior
a
la
revancha
contra
los
peruanos
que
ni
siquiera
se
concentra.

Y
hasta
en
una
de
las
últimas
prácticas
de
fútbol
integró
el
equipo
de
juveniles
con
el
que
los
titulares
y
los
suplentes
midieron
fuerzas.
La
historia
parece
juzgada.
El
1
de
julio,
Fabra
ya
podrá
negociar
con
cualquier
club
que
se
interese
en
él.
Y
-si
no
es
antes-
en
enero
de
2026
tomará
otros
rumbos.
Será
cerca
de
cumplir
35
años,
con
lo
cual
una
vuelta
más
todavía
podrá
dar.