Cinco años han pasado desde el estreno de la excesiva ‘The Ridiculous 6‘, la primera colaboración entre Adam Sandler y Netflix. Durante este tiempo el genial cómico ha cumplido con creces. Películas tan importantes como ‘Diamantes en bruto’, pequeñas genialidades neoyorquinas como ‘The Meyerowitz Stories (New and Selected)‘, comedias dramáticas de la vieja escuela como la reivindicable ‘La peor semana‘ o el mejor show que hemos visto en años. Con ‘El Halloween de Hubie‘ el genio vuelve a triunfar.
La noche de Halloween
Adam Sandler es el actor que más cómodo se encuentra entre amigos y colaboradores habituales, y uno de los directores que mejor han sabido aprovechar su química ha sido Steven Brill. Durante los últimos cuatro años ha firmado cuatro trabajos con el cómico, todos para Netflix. El último de todos acaba de aterrizar en la plataforma y nos devuelve a los días de sus colaboraciones en títulos tan recordados como ‘Little Nicky’. Veinte años después de la ya clásica comedia satánica, estrella y cineasta siguen igual de jóvenes, rebeldes y entregados a la causa. Todo por las risas.
Cada noche de Halloween, Hubie Dubois (Adam Sandler) asume la ingrata labor de garantizar que los habitantes de Salem disfruten de la festividad sin saltarse las normas. La tranquilidad se verá quebrada con una serie de desapariciones que pondrá al cuerpo de policía (Kevin James, Kenan Thompson) y a sus vecinos sobre aviso: algo monstruoso está pasando en el pueblo. Julie Bowen, Ray Liotta, Noah Schnapp, Steve Buscemi, Maya Rudolph o Tim Meadows se dejan ver en esta nueva entrañable producción de Happy Madison.
Gustará más o menos, pero ‘El Halloween de Hubie’ es poco menos que una bendición para la plataforma, para 2020 y para nuestro estado de ánimo. Todavía recuperándonos de la mediocridad de ‘La noche de Halloween‘ perpetrada por la cada vez menos interesante Blumhouse, Sandler y compañía rememoran la escapada del asesino en serie enmascarado más mítico de la festividad otoñal ya entre amigos desde el primer momento. Con un inesperado y agradecido cameo de un viejo conocido que repite un papel muy recordado por los fans arranca una comedia llena de ideas brillantes y que devuelve a Sandler a la comedia que lo hizo gigante en los noventa.
El hombre y su termo
Recuperando la esencia de sus personajes más queridos, como el Bobby Boucher de ‘The Waterboy (El aguador)’ o el ‘Sandy Wexler’ de Netflix, Sandler se marca un recorrido a través de la comedia de terror tradicional de Estados Unidos, desde el slapstick y el timing de los Abbott & Costello a su propia factoría de humor, con un personaje entrañable. Si en el prólogo de la grandiosa ‘Terminagolf’ (más y mejor conocida por su título original, ‘Happy Gilmore’) ya teníamos una de las presentaciones más memorables de sus personajes, el inocente y asustadizo Hubie Dubois pasa a ocupar un puesto destacado entre sus mejores creaciones.
Y lo hace tirando de recursos infinitos. Comedia física, escatológica, juegos de palabras, gags visuales o momentos visualmente chocantes. Todo vale aquí. Es imposible que después de ver ‘El Halloween de Hubie’ uno no sonría cuando vuelva a ver un termo. La película de Brill sigue de cerca a Sandler y funciona de maravilla a la hora de buscar gags recurrentes, como esos proyectiles que el protagonista debe esquivar constantemente.
La puesta en escena también busca evocar algunos momentos del terror clásico, tanto literario como cinematográfico. Pero que nadie espere una película de terror, porque aunque el protagonista siempre esté aterrorizado no es más que otra excusa para que Sandler demuestre que a estas alturas no hay nadie más que pueda provocar carcajadas a base de gritos. Mención especial para el diseño de vestuario de Wendy Chuck, que llena de recuerdos la pantalla mientras la música de Rupert Gregson-Williams realza las imágenes.
‘El Halloween de Hubie’ es una deliciosa, amable y tronchante comedia familiar que no parece diseñada para niños. La razón es simple: es una nueva comedia de Adam Sandler y su objetivo son los otros niños. Nosotros. Los niños grandes.
