El uso de la inteligencia artificial para fines creativos ha explotado estos últimos meses gracias a diferentes herramientas como Midjourney o ChatGPT. Pero mientras algunos hablan de la democratización del arte (porque el lápiz y el papel igual no son lo suficientemente accesibles), algunos colectivos de creadores ya están teniendo que lidiar con esta revolución industrial, como la llamó mi compañero Víctor.
El sindicato de guionistas estadounidense ya está viendo cómo gestiona el uso de las IAs y en Europa parece que también se va a empezar a regular con un ojo crítico. Pero mientras tanto ha ocurrido lo que muchos ilustradores y animadores se temían cuando se empezó a usar inteligencia artificial en el campo del arte, empezando por algunos estudios de China.
Menos trabajadores y menos sueldos a pagar
El campo de la ilustración es uno de los que más se está viendo «invadido» por las IAs, y algunas compañías están empezado a optar por utilizar estas herramientas en vez de contratar a un ilustrador. Según aseguran varios ilustradores chinos, muchas empresas chinas ya están generando así sus imágenes a Rest of World.
«La inteligencia artificial se está desarrollando a una velocidad que va más allá de nuestra imaginación», dijo Xu Yingying, un ilustrador especializado en videojuegos cuyo estudio ya ha despido a cinco de los quince ilustradores que tenían en plantilla para diseños de personajes. «[Con IAs], dos personas podrían hacer potencialmente el trabajo que solían hacer diez».
En los últimos meses la oferta de trabajo para artistas ha caído en picado, lo que ha causado bastante ansiedad en las industria de anime y videojuegos. Estos trabajos incluyen un buen número de tareas, desde diseño de personajes, escenarios, posters promocionales o logos. La calidad del arte producido por IAs ha ido mejorando cada vez más, con lo que ahora cuando se contrata a un ilustrador suele ser para arreglar detalles que todavía se les escapan a los programas.
Según la ilustradora Amber Yu, anteriormente solía cobrar entre 3,000 y 7,000 yuan (entre 390 y 900 euros) por póster para videojuegos, una labor que requería mucho tiempo y habilidad y podía llegar a trabajar una semana entera en la misma imagen.
Sin embargo, Yu ha notado que le han ido llegando menos oportunidades desde febrero porque ahora los estudios utilizan los generadores de imagen para lograr una ilustración similar. Así que ahora la contratan para pequeños arreglos ofreciéndole una décima parte que lo que cobraba anteriormente. Tencent y NetEase ya están implementando estos sistemas de trabajo para abaratar costes, y miHoYo incluso ha usado IAs para crear las voces de sus personajes.
«Nuestra forma de ganarnos la vida está siendo destruida de repente», dijo otro artista de Guangdog, mientras que otros ya están planteándose entrenar programas con su arte para poder mantener el nivel de productividad. Yu también añadió que es «despreciable» cómo se está entrenando a estos programas con arte que ha llevado décadas producirse por humanos con la intención de reemplazarlos.
Huang Yimeng, el fundador del estudio de videojuegos XD, también ha hablado en Twitter de cómo ya ha hablado con dos estudios y ha notado cómo cada vez se subcontrata a menos artistas. Uno de ellos directamente ha dejado de trabajar con sus animadores habituales y el otro con traductores freelance, con lo que las IAs están empezando a afectar a muchísimos más empleos de los que parece. Según Wang Si, director de efectos especiales para videojuegos, ya se han despedido a casi 30% de empleados en la industria en los tres primeros meses del año.
Las industrias del videojuego y la animación ya eran bien precaria antes de la llegada de las inteligencias artificiales, pero lejos de convertirse en una herramienta para facilitar la vida a los artistas ahora se la está haciendo más complicada.
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