Un acto de apoyo a Alberto Fernández, un presidente con apenas 20 por ciento de imagen positiva. Otro de Juntos por el Cambio, inmerso en una terapia de grupo. El pedido de Eduardo Wado de Pedro para crear una mesa política de Frente de Todos, que Alberto Fernández resiste. Y una sugerente reunión del PJ mañana en Mendoza mirando al futuro.
Estas son las claves políticas de las próximas 48 horas.
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La debilidad de Alberto Fernández dispara entre los propios la necesidad de apuntalarlo. El acto lo convocó Gerardo Martínez, titular de UOCRA. El jefe de Gabinete Juan Manzur pidió a ministros y gobernadores que concurran, un reclamo necesario ante la falta de entusiasmo del albertismo.
Los ejes del acto de Alberto Fernández
Alberto Fernández hablará de la unidad y de “celebrar” el crecimiento de la actividad económica y la creación de 200.000 empleos en la construcción.
Curioso: el Presidente resiste convocar a la mesa política de unidad que propone Wado de Pedro, para dinamizar la gestión. Alberto Fernández cree que la vicepresidenta Cristina Kirchner dominaría ese escenario y él está dispuesto a gobernar sin escucharla. Otra paradoja: quizás ni la propia Cristina Kirchner quisiera estar allí, porque ella se ubicó cómodamente en una posición de opositora.
En cuanto a los datos positivos de la economía son ciertos, pero parciales y contrastan con los que el jueves dio el Indec: la actividad económica en marzo cayó 0,7 por ciento y la construcción bajó 4 por ciento.
En 2021 la Argentina rebotó fuerte, 10 por ciento desde el abismo que había caído en 2020, pero a la hora de crecer, en 2022 planea más bajo y se alternan periodos de recuperación con otros negativos.
Habrá ausencias notorias, como las de Máximo, Wado y la mayoría de los gobernadores peronistas. Una duda: ¿hablará Alberto Fernández de su reelección? En su torno ya nadie cree en esa posibilidad. Los números actuales de la economía, con una inflación que apunta a alcanzar el 80 por ciento anual, pronostican más una pesadilla que una esperanza.
Quizá eso explique otra reunión que se realizará el sábado, en Mendoza. Convocada por el PJ de esa provincia y por la senadora cristinista Anabel Fernández Sagasti, concurrirán peronistas de distintas tribus. Incluido Juan Manuel Urtubey, que está explorando la confirmación de un peronismo moderado. Si Alberto Fernández mide mal y Cristina Kirchner no está tanto mejor, apuesta a dejar tendidos todos los puentes y analizar todos los escenarios.
Una clave de lo que está ocurriendo la da el propio Wado de Pedro. Cuando el ministro de Interior propone una mesa política del FdT, lo hace con una doble finalidad: por un lado, tratar de dinamizar la gestión y buscar soluciones a problemas como la inflación, pero también tender puentes de diálogo con otros sectores del peronismo de cara a 2023. Por eso habló dos veces con Urtubey, que confirmó que irá a Mendoza
Juntos por el Cambio, en terapia
La mesa nacional de JxC, por su lado, será la primera que se hará después de que, a fines de abril, la coalición tomó la decisión de mantener distancia frente a Javier Milei, un recién llegado a la política que le quita el sueño a varios dirigentes. Al hacerlo, le levantó el precio a Milei.
Este jueves, una de los socios de ese frente, el PRO, realizó otra reunión donde los líderes del espacio – Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri, Diego Santilli entre otros- escucharon a Raffo, un consultor propuesto por Macri.
Raffo les aconsejó mantener una actitud más propositiva: centrarse menos en los conflictos internos entre los dirigentes del PRO y la UCR y pensar más en las necesidades y soluciones que reclama la gente. Una observación inteligente, aunque absolutamente obvia, que curiosamente no todos entienden.
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Macri viene de pedirles a los dirigentes del PRO que no hagan seguidismo de la UCR en el Congreso. Dio en un punto clave. Dentro de JxC hay distintas visiones de país, algunas más liberales y otras más estatistas. El dilema es cómo seguir adelante sin romper el espacio. ¿Irá Macri a la reunión de hoy? Su ausencia podría facilitar el desarrollo del encuentro. Pero el desafío sigue siendo el mismo: que el espacio se ordene.
