Muchas
personas
viven
el
mismo
día
una
y
otra
vez:
despertador
a
la
misma
hora,
el
mismo
trayecto
al
trabajo,
tareas
y
pensamientos
similares
a
lo
largo
del
día,
etc.
Hay
un
gesto
que
todos
hacemos
y
dispara
la
probabilidad
del
dolor
lumbar,
especialmente
a
medida
que
envejecemos.
Te
contamos
cuál
es
y
cómo
podemos
solucionarlo
para
prevenir
y
tratar
el
dolor
de
espalda.
Sedentarismo,
dolor
lumbar
y
debilidad
muscular

La
actividad
física
se
asocia
con
un
menor
riesgo
de
dolor
lumbar.
Por
el
contrario,
los
estudios
observacionales
sugieren
una
asociación
entre
el
comportamiento
sedentario
alto
y
el
aumento
del
dolor
lumbar
o
la
discapacidad
relacionada
con
el
dolor.
La
conclusión
es
clara:
el
sedentarismo
aumenta
la
probabilidad
e
intensidad
del
dolor
lumbar
mientras
que
la
actividad
física
produce
lo
contrario.
Aunque
los
mecanismos
por
los
cuales
se
produce
esa
asociación
entre
dolor
lumbar,
sedentarismo
y
actividad
física
no
están
claros,
sí
sabemos
que
la
salud
de
la
espalda
va
de
la
mano
del
movimiento.
Un
reciente
estudio
de
la
revista
BMJ
comprobó
cómo
dedicar
una
hora
a
la
actividad
física
en
lugar
de
pasarla
sentados
reduce
la
intensidad
del
dolor
lumbar
en
personas
que
lo
tienen.
Una
de
las
razones
es
que
la
musculatura
de
la
espalda
se
resiente
cuando
estamos
sentados,
especialmente
cuantos
más
años
tenemos.
El
dolor
lumbar
es
multifactorial,
pudiendo
desarrollarse
de
muchas
maneras.
Algunas
de
ellas
implican
una
debilidad
muscular
de
músculo
como
los
paraespinales
que
sostienen
la
columna.
Cuando
estamos
sentados
en
la
silla,
normalmente
inclinados
hacia
delante,
nuestra
espalda
baja
está
una
tensión
constante.
Muchas
personas
ven
el
peso
muerto
con
un
ejercicio
lesivo
para
la
espalda,
pero
si
se
hace
correctamente,
el
peso
muerto
es
el
fármaco
mientras
que
estar
sentado
en
la
silla
es
la
infección.
Las
personas
que
superan
los
50
años
comienzan
a
perder
cada
vez
más
fuerza
y
masa
muscular,
lo
que
unido
a
pasar
mucho
tiempo
sentados
hace
el
cóctel
perfecto
para
cursar
dolor
lumbar.
Cambia
una
hora
de
silla
por
una
hora
de
actividad
física
y
tu
espalda
lo
notará

Tengas
la
edad
que
tengas,
sobre
todo
si
ya
has
pasado
de
los
50
años,
cambia
una
hora
de
silla
por
una
hora
de
actividad
física
para
prevenir
y
tratar
el
dolor
lumbar.
Ya
sea
una
caminata
o
unos
pesos
muertos,
al
moverte
tendrás
un
doble
beneficio:
eliminar
la
tensión
de
la
espalda
al
estar
sentado
y
mejorar
el
tono
muscular
que
ayuda
a
sostener
tu
espalda
sin
que
trabaje
en
exceso.
Cuando
tenemos
debilidad
de
músculos
como
los
glúteos
la
espalda
baja
tiene
que
hacer
más
trabajo
para
solventarlo
y
mantenernos
erguidos.
Un
core
fuerte
en
general
también
hace
de
sostén
para
que
todo
trabaje
como
un
conjunto
y
no
se
lleve
todo
el
trabajo
la
musculatura
erectora
de
la
espalda.
Digamos
que
los
lumbares
son
esa
persona
que
hace
un
trabajo
en
grupo
y,
en
función
de
la
ayuda
que
tenga
de
los
compañeros,
será
un
grupo
muscular
más
en
sintonía
con
el
resto,
o
se
fatigará
por
hacer
todo
el
trabajo.
El
dolor
lumbar
aparece
en
muchos
casos
cuando
el
resto
de
músculos «se
olvidan
de
trabajar»
y
el
exceso
de
carga
hace
que
aparezcan
contracturas
y
todo
tipo
de
dolencias
lumbares.
Por
lo
tanto,
evita
pasar
mucho
tiempo
sentado,
especialmente
con
el
tronco
inclinado
hacia
delante.
En
lugar
de
ese
tiempo
sentado,
da
paseos,
ve
al
gimnasio
y
evita
que
tu
musculatura
se
duerma.
Todo
esto
alejará
al
dolor
lumbar
a
cualquier
edad,
especialmente
si
ya
pasas
de
los
50
años
cuando
comienza
a
ser
más
probable
que
aparezca.
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En
Vitónica
|
Estrategias
de
prevención
y
reducción
del
dolor
lumbar
Imágenes
|
Andrea
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