El futuro detrás de las lágrimas

Con el dolor y las lágrimas recorriendo las mejillas es difícil ver lo positivo que dejó este Mundial Sub 20, que continuará para el resto pero que se terminó para la Selección de Mascherano.

El ciclo del Jefecito, está claro, no fue bueno: olvidable Sudamericano de Colombia, con pésimos resultados y muy mal juego, y una Copa del Mundo que comenzó para empezar a cantar “ahora nos volvimo’ a ilusionar” y finalizó con una derrota ante un buen rival como Nigeria. Fue notorio: entre un torneo y otro se vio un crecimiento, más allá de que la imagen final, lamentablemente, terminó siendo la misma.

“Ya tenemos el recambio del recambio”, le dijo Chiqui Tapia a Olé en la previa del torneo. Y eso se ratificó en este Mundial. A nivel estructural, el proyecto de la Selección está firme y este resultado no lo hace tambalear. Hay una idea madre de nutrir a la Mayor con una camada que mostró sus credenciales en este campeonato, con perlas como Luka Romero -sin dudas el mejor del equipo a lo largo de la competencia- y Valentín Carboni, también de buen desempeño. Curiosamente (o no) se trata de dos de los que podrían haber jugado para otras selecciones pero decidieron (por insistencia y sentimientos) ponerse la celeste y blanca y que ponen en el centro de la escena el gran trabajo de scouting en Europa y en Estados Unidos. A ellos hay que sumarles a Alejandro Garnacho y Nicolás Paz, que no fueron cedidos por sus clubes, pero a los que Scaloni ya los imagina para la Mayor.

Pero no sólo de Europibes se alimentan las proyecciones. Porque hay chicos formados en nuestro fútbol que también mostraron sus condiciones: Alejo Véliz, Juan Gauto, Brian Aguirre y Federico Redondo, por mencionar a los más destacados en estos cuatro encuentros en Santiago y San Juan, dieron cuenta de su potencial y sus atributos.

Repasando; dos joyas de esta generación ya son parte del staff de la Mayor de Scaloni: Garnacho y Buonanotte. Otros cuatro ya se entrenaron con Messi y tienen una alta consideración del cuerpo técnico: Luka Romero, Valentín Carboni, Matías Soulé y Máximo Perrone. El Mundial le sumó más puntos a los dos primeros y dejó algunos interrogantes sobre el punta de la Juventus y el volante del Manchester City: vinieron como las figuras del equipo y terminaron viendo la eliminación en el banco de suplentes porque sus compañeros mostraron un mejor nivel. Pese a esta circunstancia, nadie duda de que seguirán en el radar de Scaloni y serán parte de la base del Sub 23 que jugará el Preolímpico.

El ciclo Pekerman-Tocalli nos acostumbró mal. Nos hizo creer que era normal salir campeón del mundo en la Sub 20 y que, además, muchos chicos lleguen a la Mayor. Después de una década casi perdida, hoy las Juveniles tienen un plan claro, profesionales que jerarquizan su lugar (Romeo, Placente, Aimar y el propio Masche, más allá de las eliminaciones) y un proyecto integral. Seguro que sería mejor afirmarlo desde una victoria, pero las bases de la Selección están firmes y este Mundial lo volvió a demostrar. A veces los resultados no son todo...