La segunda parte del largometraje épico de ciencia ficción «Duna» se estrenó este jueves en cines y retoma la historia del duque Paul Atreides, interpretado por Timothée Chalamet, quien comienza su entrenamiento para vengarse de los conspiradores que destruyeron a su familia y evitar una guerra, en una película que promete más acción que su antecesora y que su director, el canadiense Denis Villeneuve, considera «la más compleja a nivel técnico» que realizó en su carrera.
Escrita por el canadiense junto a Jon Spaihts, la segunda parte de la adaptación de la novela de 1965 homónima de Frank Herbert tiene el regreso de Chalamet, Rebecca Ferguson, Josh Brolin, Stellan Skarsgård, Dave Bautista, Stephen McKinley Henderson, Zendaya, Charlotte Rampling, y Javier Bardem, quienes retoman sus roles de la primera entrega de 2021, y suma a Austin Butler, Florence Pugh, Christopher Walken, Léa Seydoux y Anya Taylor-Joy.
Con la exploración de temas atemporales y actuales, desde el amor romántico y maternal hasta la globalización, lealtad, venganza y catarsis, “Duna: parte dos” profundiza en cuestiones ecológicas que Herbert inició en la disputa de la humanidad versus la naturaleza.
En el centro de la acción está el eterno conflicto entre las fuerzas del bien y del mal. Por un lado, están los Fremen, una representación de la humanidad en su lucha por la sobrevivencia colectiva de los nativos y del planeta Arrakis. Del otro lado se encuentran los Harkonnen, una manifestación de la corrupción, la violencia y la codicia.
«Francamente, es la película que nací para hacer. Es un filme en el que puse absolutamente cada centímetro de mi piel y cada segundo de mi tiempo. Tiene más músculo, con más acción: Paul finalmente se convierte en un hombre y toma decisiones para vengar a su padre y seguir su destino. Esta película es mucho más ambiciosa, tiene mucha más acción y complejidad. Fue un desafío, por lejos la película más compleja a nivel técnico que hice», destacó Villeneuve, acompañado por parte del elenco, en una conferencia de prensa internacional en México en la que participó Télam de forma virtual.
En cuanto al contraste con su antecesora, el cineasta, reconocido por «Sicario» (2015), «Arrival» (2016) y «Blade Runner 2049» (2017), aseguró: «Cuando hicimos la primera parte, supe que iba a ser como una introducción al mundo de Duna, una suerte de aperitivo. Y dije eso cuando la estábamos promocionando y me arrepentí al decir que una película de esa escala es solo un aperitivo… temí la reacción pero era verdad. Y para mí, la parte 2 es el plato principal».
«Una de las primeras cosas que Villeneuve me dijo fue que debía ser físicamente imponente. Así que sabía que iba a haber mucho entrenamiento involucrado y eso cambia la manera que caminas y cómo sentís el cuerpo, el hecho de tener más peso. Ese fue el comienzo y luego dilucidar cómo pelear, por lo que tuve que trabajar con nuestro maravilloso equipo de especialistas y un instructor en Los Ángeles para adiestrarme con los cuchillos. Y luego se trató de encontrar la manera de no interpretar una caricatura, que era mi principal miedo, a partir de la violencia y la brutalidad que el personaje atravesó en su infancia», dijo Butler sobre su incorporación al proyecto.
En el caso de Florence Pugh, destacó: «Nunca interpreté a un personaje tan callado y eso fue lo que me gustó. Es increíblemente calculadora y no sabés en ningún momento qué pasa por su cabeza. Y me encantó leer eso en el guion y la manera que ella observa, que no sabés qué está escuchando ni tomando nota hasta la escena final. Es un rol emocionante porque termina con puntos suspensivos. Para cualquier actor es gratificante tener un personaje que solo exuda potencial de qué pasará luego, especialmente cuando uno está en un elenco como este».
«Lo que más me gustó de mi personaje es que Villeneuve le dio convicciones fuertes y un sentido sólido de sí misma. Y eso fue muy disfrutable como actriz porque hizo a la historia de amor más dificultosa y más dura, lo que significa que teníamos que ganárnoslo. Y el amor no es algo dado sino algo por lo que se tiene que trabajar. Fue emocionante porque está este constante diálogo interno que ella está teniendo consigo misma sobre si debería abrirse y si es seguro o no amar», apuntó Zendaya sobre su papel.