Dos componentes del café podrían ayudar, al combinarse, a combatir el Parkinson

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Científicos de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, han publicado recientemente un estudio que vendría a sumarse a la lista de motivos por los que es una buena idea disfrutar de una taza de café por las mañanas.

Según sus resultados, un componente del café aliado con la cafeína podría servir para combatir el párkinson y la demencia de cuerpos de Lewy, dos enfermedades neurodegenerativas actualmente sin cura. El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, sugiere que la combinación de ambos componentes puede convertirse en una opción terapéutica contra la degeneración neuronal.

Más allá de la cafeína

Lo más importante de este estudio es que va más allá de la cafeína. El consumo de café está asociado a un menor riesgo de padecer párkinson, y aunque tradicionalmente esta sustancia química es la que más atención recibe, lo cierto es que el café contiene un centenar de componentes cuyas propiedades pueden ser interesantes.

En estudios anteriores, estos mismos científicos se habían fijado en un ácido graso derivado de la serotonina, llamado EHT y que se encuentra en la cubierta cerosa del grano del café, y habían descubierto que el EHT es capaz de proteger el cerebro de los ratones de la acumulación de proteínas característica tanto del párkinson como de la demencia de cuerpos de Lewy.

En esta ocasión, el equipo se preguntó su el EHT y la cafeína podían actuar conjuntamente para una protección cerebral mayor. Dieron a ratones pequeñas dosis de EHT y de cafeína por separado o juntos, y observaron que cada uno de ellos por su cuenta no eran efectivos, pero que al administrárselos juntos potenciaban el efecto de un catalizador que previene la acumulación dañina de proteínas en el cerebro.

Más investigación para fijar las dosis

Esto sugiere que la unión de la cafeína con el EHT es una combinación capaz de detener o al menos frenar el avance de estas enfermedades, algo que sería muy útil ya que a día de hoy los tratamientos para el párkinson se centran en tratar sus síntomas, pero no son eficaces protegiendo el cerebro o deteniendo la enfermedad.

Sin embargo, los científicos reconocen que hace falta todavía mucha investigación para asegurar el mecanismo por el que ocurre esta protección y cuánta cantidad de estos compuestos sería necesaria para conseguir el efecto deseado en personas. El cálculo debe ser preciso para evitar un exceso de cafeína que pueda tener otro tipo de efectos perjudiciales.

Imágenes | Unsplash