La lactancia materna implica pasar muchas horas al día amamantando. Muchas mamás sufren dolores de espalda durante las tomas que no les permiten disfrutar de un momento tan mágico con su bebé. La causa suele estar en una mala postura, que somete a los músculos de la espalda y el cuello a una tensión.
La Asociación Española de Pediatría (AEP), asegura que no existe una posición mejor que otra para dar el pecho y que debe ser la madre quien encuentre la más cómoda para ella y su hijo en cada momento.
Pero sí hay unas recomendaciones generales y unos ejercicios específicios que pueden ayudar a mantener sana tu espalda.
La clave: adoptar una postura cómoda
En respuesta a una consulta sobre el dolor de espalda en la lactancia, el Comité de Lactancia Materna de la AEP respondía que:
«No hay ninguna relación entre lactancia y dolores óseos. Si tienes una discopatía es posible que necesites cuidar tu espalda y fortalecer la musculatura paravertebral con ejercicios y quizá te convenga evitar cargas pesadas pero nada de ello tiene que ver con la lactancia».
«Algunas madres sufren una pérdida de calcio temporal en los huesos durante la lactancia que se recupera al cesar la misma. Antes de plantearte o no dejar la lactancia, lo prudente sería que te viera algún especialista, que te hicieran un estudio y que tuvieras un diagnóstico del origen de tus dolores. Y una vez que sepas la causa, se podrá decidir sobre el tratamiento más adecuado, que probablemente no tendrá nada que ver con suspender la lactancia».
Que el dolor de espalda es consecuencia de una mala postura al amamantar, también es la opinión de la Asociación de Lactancia Materna ALBA.
Lo primero que debe hacer una mamá antes de dar el pecho es relajarse, ya que el estrés puede causar una tensión extra que se traduce en dolor.
Después, Eulàlia Torras, asesora de Alba recomienda:
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Disponer de un lugar cómodo para amamantar durante el día, que puede ser un sillón o una silla con brazos.
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También es buena idea colocar unos cojines para poder apoyar los brazos mientras sujetas al bebé o apoyar al bebé si ocasionalmente necesitas una mano libre. Y en caso de estar sentada, un reposapiés.
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Antes se recomendaba a la madre tener la espalda recta y bien apoyada, con los hombros hacia atrás, pero recientemente se ha descubierto que los bebés maman mejor cuando la madre está reclinada hacia atrás.
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También se puede amamantar estirada. Lo importante es no amamantar nunca encorvada sobre el bebé.
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Pon un cojín en la base de la espalda: favorece la curva cóncava natural, relajando los de la zona lumbar y cervical. A ser posible también otro en la corva de las rodillas.
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Puesto que las tomas de las primeras semanas suelen ser prolongadas, ayuda, antes de empezar, tener a mano todo aquello que se pueda necesitar (pañuelos, teléfono, mando a distancia, libro, vaso de agua…).
Para un buen agarre
Solo un último recuerdo para que la lactancia sea un éxito. Tras una buena posición cómoda (la que hayas elegido) ten en cuenta estos consejos de la AEP para facilitar el agarre de tu bebé y el vaciado adecuado de tu pecho:
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La nariz y el mentón del bebé deben estar ambos en contacto con tu pecho. ·
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El cuerpo del bebé debe estar en estrecho contacto con el tuyo.
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La cabeza y el cuerpo del bebé deben estar bien alineados (el cuello no debe estar flexionado, ni la cabeza girada).
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La cabeza debe estar colocada frente al pecho con el pezón a la altura del labio superior-nariz. Es preferible que desplaces el bebé en lugar de acercar tu pecho a su boca.
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Es útil el afianzamiento espontáneo (o agarre espontáneo), que consiste en colocar a tu bebé sobre ti, con el pezón a la altura de la nariz y el mentón apoyado en el pecho. El bebé echará la cabeza hacia atrás para buscar el pezón y abrirá la boca.
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Es normal que necesite varios intentos antes de conseguir agarrar espontáneamente el pezón. Dale tiempo y no te precipites a introducírselo en su boca. Solo será necesario ayudarle si tiene dificultades.
Conclusión: adoptar una posición cómoda evitará el dolor de espalda, lo que se traduce en tomas tranquilas y exitosas, en las que mamá y su hijo dusfrutarán de momentos únicos e imborrables.
Y siempre ten en cuenta que hay otras madres dando el pecho a sus hijos que están dispuestas a ayudarte y que puedes acudir a ellas para compartir cualquier duda o preocupación. Encuentra la Asociación de lactancia más cercana a tu casa en el directorio de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN).
Fotos iStock
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