Para adelgazar son muchas las dietas que se encuentran a nuestra disposición. Por eso, te contamos de qué se trata la dieta hormonal y lo que dice la ciencia sobre su efectividad para perder peso.
En qué consiste la dieta hormonal
Las hormonas están estrechamente vinculadas al funcionamiento de nuestro metabolismo y a la salud del organismo. Por ello, la dieta hormonal sostiene que la dificultad al momento de perder peso radica en el mal funcionamiento de las hormonas.
Así, la dieta hormonal propone manipular o «reiniciar» las hormonas de nuestro cuerpo para promover una rápida pérdida de peso.
Esta dieta se lleva a cabo en tres pasos, con una duración total de seis semanas. A saber:
- Paso 1: dos semanas de detox que pretende dejar atrás el consumo de determinados alimentos y nutrientes; eliminando entre otras cosas las bebidas alcohólicas, la cafeína, el gluten, el azúcar añadido, los lácteos, las carnes rojas y los cítricos. Mientras que, se recomienda incrementar el consumo de verduras, frutas, pescado, soja, bebidas vegetales, frutos secos y granos integrales sin gluten.
- Paso 2: dos semanas de reintroducción alimentaria en la cual se incorporan algunos de los alimentos prohibidos en las primeras semanas de detox, pero se aconseja dejar de consumir un gran número de ultraprocesados.
- Paso 3: refuerzo de las actividades complementarias como la práctica de ejercicio físico para activar las hormonas y centrarse no sólo en la alimentación, sino también en el sueño, en el equilibrio emocional, el estrés y el ejercicio.
Como se puede ver, las recomendaciones alimentarias de la dieta hormonal se centran en reducir la ingesta de alimentos pobres en términos nutricionales y concentrados en calorías tales como fuente de azúcares y alcohol; mientras que incentiva el consumo de alimentos de baja densidad energética y saciantes debido a su riqueza en proteínas y fibra como frutas, verduras, pescados u otras.
Los aciertos y errores de la dieta hormonal
La dieta hormonal posee buenos mensajes y recomendaciones, centrándose no solo en la dieta sino también en el ejercicio, y pudiendo ser de ayuda para modificar hábitos.
Esto es uno de los grandes aciertos de la propuesta, fomentando entre otras cosas la reducción de la ingesta de ultraprocesados y alimentos concentrados en calorías sin nutrientes de calidad.
Incentivar el consumo de alimentos frescos y de baja densidad energética es otro gran acierto de la dieta hormonal, que puede sin duda favorecer la pérdida de peso al facilitar el logro de un déficit calórico.
No obstante, la prohibición de alimentos, la no personalización y la temporalidad que caracteriza a la dieta hormonal son los grandes errores de la misma.
El hecho de no contemplar particularidades sino de ofrecer una alternativa universal en la cual algunos alimentos están prohibidos y no se detallan cantidades, puede ser uno de los grandes obstáculos de esta alternativa que al mismo tiempo, se establece por un tiempo limitado.
Prohibir alimentos no resulta beneficioso al momento de perder peso así como tampoco, es recomendable acudir alternativas temporales o que se establecen por un tiempo determinado, sino que la clave para adelgazar mediante la modificación de hábitos es acudir a propuestas sostenibles en el tiempo, es decir, que pueden perdurar y generar adherencia.
¿Realmente funciona? Lo que dice la ciencia al respecto
En la actualidad, no hay estudios sobre la dieta hormonal propiamente dicha. No obstante, se sabe que es posible controlar la secreción de determinadas hormonas mediante lo que comemos y nuestros hábitos.
Asimismo, la ciencia confirma que la prohibición de alimentos solo logra más anhelo o más antojos por aquellos alimentos que se deben evitar. Por lo tanto, la prohibición nunca resulta favorable al perder peso sino que es recomendable aprender a controlar la cantidad y la frecuencia con que se consumen determinados alimentos más calóricos y de inferior calidad nutricional.
Por otro lado, hay estudios que señalan que no hay una dieta más efectiva que otra, sino que la mejor opción es la que genera adherencia a largo plazo. Una alternativa temporal como lo es la dieta hormonal no sería una opción favorable, ya que no se puede sostener en el tiempo sino que sólo dura seis semanas.
Claramente, esta dieta tiene muchas cualidades a mejorar para lograr ser una opción válida que permita el descenso de peso mientras cuidamos la salud; pero también posee muchos consejos positivos que recomendamos considerar como es el caso de reducir los ultraprocesados, los azúcares o el alcohol y también, la realización de ejercicio físico como complemento de la dieta.
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