No hay más que echar un vistazo a nuestro alrededor para darnos cuenta de lo mucho que ha cambiado el modelo familiar en nuestro país en los últimos años. Las familias tradicionales con uno o varios hijos, conviven ahora con matrimonios sin hijos, padres con hijos sin vínculo matrimonial, familias monoparentales, familias reconstruidas, familias transnacionales, parejas homosexuales con hijos…
Con motivo del Día Internacional de la Familia hemos querido entrevistar a varios de estos modelos familiares, con el fin de acercaros su realidad y particularidades. ¡Porque todas las familias son únicas y especiales!
Una familia tradicional… ¡y muy numerosa!
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en España hay más de 735.000 familias numerosas con el título en vigor, de las cuales 650.000 son de categoría general y 82.600 de categoría especial.
La familia de Isis pertenece a este último grupo, y además forma parte de las 1.111 familias españolas que hay registradas con siete hijos, que en su caso tienen edades comprendidas entre los 12 años y los pocos meses de vida.
Cuando le pregunto a esta madre bloguera qué es para ella la familia, y lo que más le gusta de la gran familia que ha construído me responde lo siguiente:
«La familia es ese lugar donde cada uno es amado sin condiciones ni reservas. Ese amor comienza en los padres, que se dan el uno al otro totalmente, entregando toda la vida e incluso la propia persona al otro. Esa dimensión del amor se transmite también a los hijos, ya que ellos son acogidos por ser quienes son, no por cumplir ningún estándar de calidad ni por tener ciertas cualidades.
«En la familia se aprende a ser plenamente persona, a ver a los demás como un fin y no como un medio, a sufrir y alegrarse por el otro, a buscar el bien común y no solo el propio, a amar al que es diferente y hacerlo incluso cuando duele o cuando las cosas no salen como nos gustarían».
«Nunca pensé que llegaría a tener una familia tan grande y me siento muy afortunada por ello. Lo que más me gusta, sin duda, son las ocho personas que forman parte de ella junto a mí: cada una de ellas es única, tiene una personalidad especial e inconfundible. Es un mundo por descubrir y no la cambiaría por nada»
«Ser familia numerosa es maravilloso y el corazón se engrandece con cada nuevo hijo. Como dice mi cuñado, si cada hijo es un mundo, ¡nosotros tenemos toda una galaxia!»
Una familia de tres
En España hay aproximadamente 2,9 millones de parejas con un sólo hijo, y en este grupo se encuentran Marta y Raúl, que siempre tuvieron muy claro que su modelo de familia estaría constituido por la pareja y un único hijo.
«Mi pareja y yo decidimos, a priori, tener un hijo único y eso no ha afectado al desarrollo ni a la sociabilidad de nuestro niño. Y él no echa de menos el tener hermanos. Creo que la confianza entre los miembros de una unidad familiar y un modelo de educación basado en el respeto son la base y fundamento para que la familia se mantenga» – comenta Marta.
«La familia para mí es la base de una vida plena, un nido de cariño, afecto, amor, comprensión y respeto que sustentan nuestro día a día, así como mi apoyo en los momentos felices y en los de dificultades»
Familias monoparentales
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, en España hay cerca de dos millones de familias monoparentales y en la mayoría de los casos el cabeza de familia es la madre. Este es el caso de Montse, madre soltera de un niño de seis años que ya nos emocionó hace tiempo con su historia.
Para Montse, «la familia es lo que uno crea, más allá de los vínculos de sangre». Ella se muestra especialmente feliz con su modelo de familia, y cuando le preguntamos qué destacaría de él no duda en responder lo siguiente:
«Lo que más me gusta de mi familia es el vínculo tan especial que tenemos mi hijo y yo. La complicidad que nos une, el ver mis gestos reflejados en él, y el darme cuenta al mirarle de lo que estoy haciendo, creando y formando«
«Para mi hijo, yo lo soy todo, soy especial, y no le hace falta nada más para ser feliz. Estamos él y yo juntos siempre, hacemos todo juntos y no necesitamos más «
Padres divorciados con hijos
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2019 más de 95.000 parejas decidieron poner fin a su relación mediante procesos de divorcio, nulidad o separación.
De las parejas que se separan, el 60% tienen hijos y en este grupo se encuentran Yolanda y su ex-pareja, padres de una niña de diez años, que a pesar de sus diferencias personales han decidido seguir conservando la amistad por el bien de su hija.
«Aunque mi ex-pareja tiene un régimen de visitas legalmente estipulado, yo prefiero que vea a su hija cuando quiera, porque mi niña tiene derecho a disfrutar de sus padres cada vez que le apetezca y sin condiciones ni horarios estrictos establecidos por un juez».
«Además, procuramos hacer planes los tres juntos algunos fines de semana, como comer fuera, ir al cine o hacer alguna excursión. También nos vamos juntos de vacaciones unos días al año y lo disfrutamos mucho»
«Ambos somos libres para hacer nuestra vida por separado, pero cuando estamos juntos por nuestra hija somos felices y ella lo disfruta mucho. Son recuerdos preciosos de su infancia que espero que le queden por siempre grabados»
Parejas homosexuales con hijos
Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, las parejas homosexuales de nuestro país se incrementaron en 2020 un uno por ciento con respecto al año anterior, contabilizándose un total de 115.300. De ellas, un 30 por ciento están formadas por mujeres, algunas de las cuales recurren a técnicas de fecundación o adopción para convertirse en madres.
Este es el caso de Jana y Vero, dos mujeres madres de un niño que apuestan por el amor y la diversidad, y que cuentan en su blog, «Oh! MamiBlue», y en sus redes sociales cómo transcurre su día a día.
«Lo que más me gusta de mi modelo de familia es que lo hemos elegido libremente y por amor, y que comparto mi vida con la persona que me complementa y me hace realmente feliz» – explica Vero.
«Para mí, la familia lo es todo. Es el lugar donde quieres estar. Es hogar, es paz y es confianza»
Familias reconstituidas
El 7,4 por ciento de las parejas en España son reconstituidas, es decir, el hombre, la mujer o ambos aportan hijos al hogar de otras relaciones anteriores. En el 71 por ciento de los casos es la mujer la que los aporta, en el 25,6 por ciento es el hombre y en el 3,4 por ciento son los dos.
Y en el porcentaje más amplio se encuentra Verónica, una de las creadoras de la Asociación «Madres Separadas» y madre de tres hijos, siendo el mayor fruto de una primera relación.
«La familia es la que cada uno construye y va modelando en función de su realidad y circunstancias. Para mí, la familia es el lugar donde doy y recibo amor sin condiciones, el lugar que te da y en el que das refugio, y sobre todo, la familia es unidad. En este caso, te diré que muy rara vez vamos a los sitios separados. Todos nuestros planes son siempre en familia. Somos una simbiosis de cinco.»
Cuando Verónica se separó de su primer marido, su bebé tenía tan sólo un mes y medio de vida, y tres años cuando se casó con su actual pareja, padre de sus otros dos hijos. Para ella, aquel momento fue especialmente emotivo y se refiere a él como «una boda de tres».
«Una de las cosas que más me gusta de mi familia es ver cómo mi marido ha adoptado el rol de padre con mi hijo mayor. Y es que yo siempre he dejado claro que mi hijo mayor y yo éramos un pack indivisible. Y ver cómo eso nunca le ha supuesto un problema, sino todo lo contrario, a nivel de pareja es un refuerzo muy importante».
«Porque si la persona que entra en tu vida no acepta a tu hijo, bajo mi punto de vista esa relación está abocada al fracaso. Y en nuestro caso, cuando nos casamos, siempre tuvimos claro que se trataría de una boda de tres»
Familias transnacionales
La crisis económica vivida recientemente ha obligado a muchas familias a separarse en busca de oportunidades laborales fuera de nuestras fronteras, dando pie a un modelo de familia conocido como «transnacional».
Este es el caso de Alejandra y su marido, padres de tres hijos, que tuvieron que separarse por causas laborales tras cuatro años de incertidumbre económica por culpa del paro.
«Cuando me quedé embaraza de mi tercer hijo, a mi marido le surgió la posibilidad de trabajar fuera de casa durante largos periodos de tiempo y así fue como comenzamos a vivir separados. Fue una etapa muy dura, porque viví el embarazo en soledad con dos niños pequeños, parí sola y me enfrenté a un puerperio sin ningún tipo de ayuda.»
«Dos años después, le dieron opción de marcharse definitivamente fuera de España, gracias a una oportunidad laboral muy buena que suponía un cambio importante para nuestra economía familiar. Pero este nuevo modelo de vida trajo también la separación de nuestra familia: él en Edimburgo y mis hijos y yo en España.
Durante casi cuatro años estuvieron viviendo separados o viéndose muy de vez en cuando, hasta que por fin pudieron volver a reunirse. Ahora, Alejandra, su marido y sus hijos viven en Edimburgo y su familia vuelve a estar junta y unida de nuevo. Cuando le pregunto a esta madre bloguera que aspectos positivos destacaría de la experiencia vivida, ella no duda en responder:
«Al no estar su padre presente, yo he tenido que ser padre y madre de mis hijos, involucrándome y estando presente al 100% y las 24 horas del día. Y eso me ha hecho desarrollar capacidades y habilidades que jamás pensé que tenía. Ahora soy muy previsora, y me anticipo a los problemas antes de que ocurran. También he generado una gran capacidad para resolver conflictos, y me he vuelto muy organizativa»
«Pero sin duda, lo más positivo que destacaría de la etapa que vivimos separados es lo autosuficientes y autónomos que se volvieron mis hijos, lo mucho que se involucraron en el funcionamiento del hogar y la familia, y cómo se apoyaban y cuidaban unos a otros»
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