Un grupo de investigadoras del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) ha desarrollado una nueva carne vegetal, cuyo ingrediente principal es la algarroba.
Esta legumbre, de origen mediterráneo, además de contener proteínas de calidad y alta digestibilidad, posee una baja huella hídrica y de carbono, es barata, y muy abundante en España.
Ya en la Antigüedad la algarroba se empleaba como alimento animal, o como último recurso en tiempos de carestía. Y ese ha sido su principal destino durante muchos años hasta fechas recientes, cuando se está poniendo en valor por sus numerosas posibilidades culinarias.
Con harina de algarroba o algarroba en polvo se pueden elaborar productos de panadería con o sin gluten, galletas, bizcochos y postres cremosos o de cuchara, normalmente en recetas veganas para sustituir al huevo y los lácteos, por ejemplo en sucedáneos de natillas. Pero esta es la primera vez que se desarrolla un sucedáneo que imita a la carne.
Otra buena alternativa a la carne
Comercializado a través de la marca Leggie, el producto mezcla la algarroba, su ingrediente principal, con otros cereales y legumbres, no contiene aditivos ni alérgenos, y, según sus promotores, es un producto con gran versatilidad y múltiples aplicaciones gastronómicas, a un precio asequible.
“Cada vez aparecen más alternativas a la carne a partir de fuentes vegetales en el mercado, pero suelen ser productos extremadamente procesados y que incluyen gran cantidad de ingredientes y aditivos de dudosa calidad nutricional”, explica Marta Miguel, investigadora del CIAL-CSIC-UAM. “Nuestro producto, al estar elaborado tan solo con seis ingredientes naturales, es una opción más saludable y equilibrada en relación con otros alimentos similares que se comercializan en la actualidad”, añade.
“Estamos ante un ingrediente muy versátil que se puede utilizar en múltiples preparaciones culinarias, como topping de pizzas o ensaladas, como relleno de empanadas, empanadillas o lasañas, y también para elaborar boloñesas, hamburguesas, salchichas, albóndigas, etc. Además, el consumidor puede personalizar Leggie según sus preferencias sensoriales”, indica la investigadora Marta Garcés, de la UFV.
El ingrediente, protegido mediante secreto industrial y sublicenciado a la empresa española MRM, ha sido presentado hoy en la sede central del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid y se espera que llegue a los supermercados a principios de verano.
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