Una situación tremendamente difícil para unos padres es enfrentarse a una noticia como la que recibieron Krysta Davis, de 23 años, y Derek Lovett, de 26 años, una pareja de Cleveland, Tennessee, cuando esperaban a su hija.
Con dieciocho semanas de embarazo recibieron el diagnóstico de que su bebé padecía anencefalia, un defecto de nacimiento grave que impidió que se formaran partes vitales de su cerebro, cráneo y cuero cabelludo durante el desarrollo embrionario.
A pesar de que les dijeron que solo sobreviviría unas pocas horas al nacer, los padres decidieron continuar adelante con el embarazo y dar a luz a su hija para poder donar sus órganos y dar vida a otros bebés.
Nacer para dar vida
La pequeña Rylei Arcadia nació en la víspera de Nochebuena y pesó 2,7 kilos. Contra todo pronóstico vivió más de lo esperado. Sobrevivió durante una semana y falleció el 30 de diciembre.
Fue muy difícil para los padres aceptar que solo podrían estar junto a su hija por un tiempo limitado, pero disfrutaron cada pequeño instante con ella y encontraron consuelo al saber que su pérdida ayudaría a otras familias.
La decisión de Krysta y Derek ha ayudado a otros dos bebés quienes han recibido las válvulas cardiacas y los pulmones de la pequeña Rylei Arcadia.
Durante la semana que compartieron juntos se realizaron una sesión de fotos familiares muy especial tomada por la fotógrafa Clarissa Tilley.
Fotos | Clarissa Tilley Photography
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