¿De verdad existe la memoria muscular? Así puedes sacarle partido después de un parón en tu entrenamiento

0
453

Por memoria muscular debe entenderse que las adaptaciones celulares producidas en un músculo entrenado persisten en el tiempo o incluso de forma indefinida aunque se deje de entrenar y se atrofie. Esto significa que si este músculo vuelve a recibir estímulos al retomar el entrenamiento, alcanzar el nivel de desarrollo anterior será más fácil.

¿Qué nos dice la ciencia actual sobre la memoria muscular?

Realmente no hay consenso en la comunidad científica sobre si el músculo posee «memoria» a la hora de recuperar los niveles de desarrollo que tuvo anteriormente. La epigenética o ciencia que estudia las modificaciones genéticas derivadas del ambiente celular y no de la herencia recibida, es la que explicaría este fenómeno. De hecho en este estudio de 2018 se observó que tras un periodo de desentrenamiento de siete semanas, el músculo estaba más sensibilizado a la hora de retomar el entrenamiento.

¿Estamos dotados de memoria muscular?

En este otro estudio de 2016, donde participaron tres de los investigadores del estudio anterior, se profundizó en los mecanismos epigenéticos que provocan que adaptaciones musculares tempranas mejoren o faciliten las adaptaciones futuras si se da un receso en el desarrollo muscular y se retoma posteriormente.

En resumen, la teoría de la memoria muscular mediada por causas epigenéticas es plausible, solo hace falta ver hasta que punto y durante cuanto tiempo dura este fenómeno, que de momento se ha descrito como indefinido.

¿Y qué nos dice la teoría mionuclear?

No es lo mismo explicar la memoria muscular a través de mecanismos epigenéticos que a través de la teoría mionuclear.

Una forma sencilla de explicar la teoría de los mionúcleos es que nuestras células musculares poseen varios núcleos y durante el proceso de hipertrofia, células satélite que se encuentran en la membrana de estas células donan su núcleo, aumentando así el número de núcleos que estas células musculares poseen. Las células satélite en general, son células no diferenciadas, es decir, que a priori no son de ningún tipo de células concreto, pero son susceptibles de transformarse según el estímulo aplicado sobre ellas.

Mayor cantidad de núcleos supone mayor síntesis proteica posterior debida al aumento de transcripción genética.

Así pues, la teoría mionuclear afirma que una vez creados nuevos mionúcleos, estos perdurarán en el tiempo aún cuando cese el estímulo y la masa muscular se atrofie.

Cuánto tiempo podemos dejar de entrenar sin que perdamos músculo, fuerza o resistencia

Como decíamos al principio, no existe consenso sobre esta teoría, al menos explicada a través del mantenimiento de mionúcleos en el tiempo, ya que recientemente, en Elevated Myonuclear Density During Skeletal Muscle Hypertrophy In Response to Training Is Reversed During Detraining, esta teoría fue puesta en entredicho, aunque el estudio está realizado en músculos plantares de ratones. Hace falta más investigación al respecto.

Entonces, ¿puedo beneficiarme de ganancias anteriores o no?

Investigadores reputados como Brad Schoenfeld creen que sí, al menos si la duración del período en el que se deja de entrenar es relativamente corto (unos dos meses). Él mismo afirma que hace falta más investigación pero que programar descargas parciales o totales de entrenamiento pueden mejorar las ganancias musculares a largo plazo debido a respuestas de genes concretos que se han visto afectados por estos procesos en los estudios.

¿Cómo podría aplicarse a mi entrenamiento?

No existen protocolos concretos como podemos ver, pero puede merecer la pena programar pequeños períodos de desentrenamiento tras una acumulación de carga de trabajo larga.

Puede merecer la pena programar pequeños períodos de desentrenamiento tras una acumulación de carga de trabajo larga.

Dicho así, no sería muy diferente a una descarga tradicional, salvo que aquí no recortamos volumen o intensidad de entrenamiento, sino que dejamos totalmente de entrenar y de dar estímulo directo a nuestros músculos.

Es algo que puede merecer la pena probar, sobre todo si lo hacemos coincidir con períodos vacacionales, de gran actividad laboral o de estrés psicológico.

Imágenes | iStock