Daniel Melero y Diego Tuñón estrenaron “La ruta del opio”: los detalles de la composición y el recuerdo de Gustavo Cerati

0
212

Daniel Melero y Diego Tuñón experimentaron a lo largo de varios años, alejados de las formas tradicionales, para darle vida a un viaje lleno de texturas y nuevas miradas sonoras. La experimentación y el proceso creativo fueron los principales pilares en la construcción del disco que terminó llamándose La ruta del opio.

“Arrancó cuando le mostré a Daniel una canción instrumental en la que estaba trabajando, un proyecto que no salió, pero que a él le gustó mucho. Tenemos una vida de colaboraciones y de escuchar mucha música, pero no teníamos nada juntos. Si bien le había producido o trabajado en disco con él, esta vez nos propusimos hacerlo”, destacó Diego Tuñón a La Viola.

“Daniel me propuso hacer un disco solista, pero yo nunca me enteré. Fue mejor así porque le hubiera dicho que no. Básicamente creo que no íbamos a hacer un disco sino empezar a tener una experiencia. Siempre tenemos teorías sobre cómo manejar determinadas frecuencias, cuánta música hay en una simple nota o cómo se puede magnificar la caverna que hay dentro de los instrumentos musicales de madera. Nos fuimos un día al estudio que tengo con Babasónicos y empezamos a trabajar mucho con micrófonos. Daniel tomó el rol de productor y encontró mucha música en los silencios”, agregó el tecladista.

Ambos coincidieron en que la música es estimulante. En este disco fue una situación profunda y densa. “Si te dan un masaje con La ruta del opio seguro terminás contracturado”, reveló Diego.Para Daniel Melero, este disco fue una de las experiencias más hermosas que tuvo. “Ese principio de incertidumbre fue lo más hermoso que ocurrió”.

Los músicos se tomaron su tiempo para la creación de los temas. Fue como trabajar sobre una escultura o el desempeño de un científico en un laboratorio. “En nuestro proyecto hay más tubos de ensayo que el propio ensayo tradicional de una banda. Más guardapolvos que camperas de cuero. Teorías sobre situaciones que pudimos comprobar”, describió el integrante de Babasónicos. “Lo importante era la experiencia. De poner estas condiciones en el proceso”, sumó Melero.

Comparten una amistad desde hace muchos años. Esa relación se alimentó a través de la música. Diego conoció a su colega cuando tenía nueve años, en la casa del primo de un amigo, a la que iba a escuchar música porque tenía los mejores discos. Tuñón fue parte de la grabación de Cámara, el disco que Daniel publicó en 1991, y más tarde, en 2009, le produjo X.

Melero es un pionero de la música electrónica argentina con su recordado grupo Los Encargados. Fue declarado Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires en el Ámbito de la Cultura (2013). Su trabajo marcó a varios artistas y su nombre figura en más de 300 discos. Produjo artistas como Carlos Cutaia, Soda Stereo, Los Brujos, Babasónicos, Todos Tus Muertos, Los Auténticos Decadentes, entre muchos. Como solista recorrió diversos estilos como el tecno, pop, rock, folk y noise. Un artista deja toda su sensibilidad en cada canción.

Diego, más allá de su trabajo con Babasónicos, participó como productor en discos de Carca, Banda de Turistas y Victoria Mil, entre otros.

Fuente: TN La Viola