Nunca
sabremos
a
ciencia
cierta
si
James
Cameron
fue
consciente
durante
el
rodaje
de ‘Titanic‘
de
lo
que
estaba
filmando.
De
lo
que
tengo
menos
dudas
es
de
que
sabía
perfectamente
el
final
que
debía
darle
a
la
historia.
A
estas
alturas
no
descubrimos
nada
con
la
muerte
del
pobre
Jack
para
que
Rose
se
mantuviera
a
flote,
aunque
la
duda
siempre
estará
ahí.
¿Podría
haber
sobrevivido?
Resulta
que
la
respuesta
estaba
en
un
fotograma
de
la
peli.
La
muerte
de
Jack.
Vayamos
primero
con
una
de
las
muertes
más
famosas
de
la
historia
del
cine.
Lo
es
porque,
en
esencia,
Jack
se
podía
haber
salvado
perfectamente,
o
eso
pensamos
muchos.
Donde
cabe
uno,
siempre
caben
dos,
pero
el
personaje
de
DiCaprio
decidió
que
le
dejaba
la
tabla
entera
a
Rose
mientras
ella,
lejos
de
obligarle
a
subirse,
se
dedicó
a
contemplarle
acurrucada
mientras
el
protagonista
muere
de
forma
agónica
y
sus
partes
se
congelan
lentamente.
La
polémica
estaba
servida.
Aparecen
los
Mythbusters.
En
el
año
2012,
el
popular
programa
eleva
el
debate
con
una
prueba
en
directo.
¿Qué
hacen?
Un
simulacro
con
muñecos
y
una
pequeña
recreación
del
tablón
de
la
película.
Efectivamente,
la
tabla
se
inclina,
pero
cuando
intentaron
la
hazaña
con
una
réplica
a
gran
escala,
descubrieron
que
Rose
podría
haberse
quitado
el
chaleco
salvavidas
y
colocarlo
debajo
del
tablón
para
añadir
flotabilidad
extra.
El
método
levantó
la
tabla
de
tal
manera
que
la
mayor
parte
de
sus
cuerpos
(un
80%)
estaban
fuera
del
agua
mientras
flotaban.
La
conclusión
desde
el
programa
era
clara,
“la
muerte
de
Jack
fue
innecesaria”.
El
vídeo
de
los
Mythbusters
se
hizo
viral
y
Cameron
no
tardó
en
salir
en
su
defensa.
El
director
respondió
que
la
gente
“estaba
perdiendo
el
sentido”
con
todo
el
tema
de
la
muerte
del
personaje.
Fue
una
licencia.
En
2017,
Cameron
empezaba
a
estar
harto
de
la
pregunta
y
de
que
le
llamaran
sádico
o
que
tuviera
poco
rigor
científico.
En
el
pasado
ya
había
reconocido
que
la
muerte
del
personaje
era
simple
y
llanamente
una
licencia
artística,
pero
viendo
que
nadie
le
hacía
caso,
optó
por
probar
él
mismo
la
situación
que
se
da
en
Titanic.
“Estaba
en
el
agua
con
la
tabla
de
madera,
colocando
a
la
gente
sobre
ella
durante
aproximadamente
dos
días,
y
estudiando
con
exactitud
si
era
lo
suficientemente
boyante
como
para
que
soportara
el
peso
de
una
persona
con
espacio
libre
completo,
lo
que
significa
que
su
cuerpo
no
estaba
inmerso
en
el
agua
para
que
pudiera
sobrevivir
las
horas
que
duró
hasta
que
llegó
el
barco”,
explicó.
El
último
estudio
de
Cameron.
Entonces,
¿podía
o
no
podía
haberse
salvado?
Hace
dos
años,
Cameron,
ante
la
insistencia
de
muchos
fans
del
film,
salió
a
decir
algo
que
hasta
entonces
se
desconocía.
En
una
entrevista
al
medio
The
Toronto
Sun
reveló
que
él
mismo
había
documentado
un
“estudio
científico”
que
demuestra
que
dos
personas
no
podrían
haber
sobrevivido
en
la
puerta
flotante
al
final
de ‘Titanic’.
“Hemos
realizado
un
estudio
científico
para
poner
fin
a
todo
esto
y
clavarle
una
estaca
en
el
corazón
de
una
vez
por
todas”,
dijo
Cameron.
“Desde
entonces
hemos
realizado
un
análisis
forense
exhaustivo
con
un
experto
en
hipotermia
que
reprodujo
la
balsa
de
la
película
y
vamos
a
hacer
un
pequeño
especial
sobre
ello”.
Al
parecer,
en
dicho
estudio
tomaron
a
dos
especialistas
que
tenían
la
misma
masa
corporal
de
Kate
y
DiCaprio,
les
pusieron
sensores
por
todo
el
cuerpo,
“y
los
metimos
en
agua
helada
para
ver
si
podrían
haber
sobrevivido
a
través
de
una
variedad
de
métodos.
La
respuesta
fue
que
no
había
forma
de
que
ambos
pudieran
haber
sobrevivido.
Solo
uno
podría
sobrevivir”.
Además,
agregó
que
“Jack
necesitaba
morir.
Es
así,
como
en
Romeo
y
Julieta.
Es
una
película
sobre
el
amor,
el
sacrificio
y
la
mortalidad”.
El
panadero.
Sea
una
licencia
artística
o
no,
lo
cierto
es
que
Cameron
sabía
algo
que
pasó
desapercibido
por
muchos
espectadores
en
el
estreno
del
filme.
De
entre
los
muchos
personajes
históricos
que
están
colocados
estratégicamente
en
la
película
y
que
representan
vidas
reales
que
se
embarcaron
en
el
Titanic,
uno
de
ellos
era
la
respuesta
que
esperaban
los
fans
al
final
de
Jack.
Su
nombre
real:
Charles
Joughin,
un
tipo
que
se
embarcó
en
el
Titanic
para
trabajar
como
jefe
de
sección
de
repostería
y
panadería
del
transatlántico.
Joughin,
de
33
años,
estaba
descansando
en
su
cabina
cuando
el
14
de
abril
el
Titanic
chocó
con
el
iceberg.
Él
fue
el
encargado
de
mandar
la
mayor
cantidad
de
comida
para
abastecer
los
botes
salvavidas,
y
mientras
lo
hacía,
le
“daba”
a
la
botella.
La
botella
de
Whisky.
Así
quedó
registrado
en
la
comisión
del
gobierno
británico
durante
la
investigación
sobre
el
hundimiento
del
Titanic.
“Bajé
a
mi
habitación
a
por
un
trago”,
declaró
Joughin,
añadiendo
que
contaba
con
una
botella
de
Whisky
en
su
camarote
que
lo
acompañaría
el
resto
de
la
fatídica
jornada.
El
hombre
luego
subió
y
ayudó
a
que
mujeres
y
niños
entraran
en
los
botes,
y
de
cuando
en
cuando,
le
daba
a
la
botella,
lo
que
posiblemente
lo
calmó
e
hizo
más
llevadera
la
situación
de
caos
que
se
vivía.
El
fotograma.
Y
aquí
llega
el
momento
(en
realidad
aparece
varias
veces,
pero
esta
es
la
más
clara)
en
que
realidad
y
ficción
se
juntan
(min.
01:22
del
vídeo).
La
película
nos
muestra
a
Joughin,
interpretado
por
el
actor
Liam
Tuohy,
en
la
misma
compañía
que
Jack
(DiCaprio)
y
Rose
(Winslet)
y
el
Titanic
partiéndose
en
dos.
Sin
embargo,
a
diferencia
de
la
película,
se
dice
que
el
“panadero”
permaneció
como
el
único
individuo
en
el
extremo
del
Titanic
mientras
se
elevaba
en
el
aire,
se
quedó
suspendido
por
un
momento
y
luego
se
hundió
en
el
océano.
“No
creo
que
mi
cabeza
se
llegara
a
hundir
bajo
el
agua,
la
verdad.
Puede
haberse
mojado,
pero
hasta
ahí”,
declaró
en
la
investigación.
La
travesía
en
el
mar.
Joughin
fue,
por
tanto,
uno
de
los
supervivientes
que
se
encontró
flotando
en
las
aguas
heladas
del
Atlántico
Norte
(como
Jack)
y
vivió
para
contarlo.
¿Cómo?
Los
investigadores
explicaron
que
se
estima
que
la
temperatura
del
agua
aquella
noche
era
de
-2
°C.
Además,
hay
que
contar
con
el
impacto
de
la
inmersión
en
aguas
tan
heladas,
razón
por
la
que
la
mayoría
murió
en
tan
solo
unos
minutos.
Sabemos
que
una
persona
muere
de
hipotermia
en
el
espacio
de
media
hora,
a
medida
que
la
temperatura
corporal
central
se
reduce
a
un
nivel
extremadamente
bajo
(por
debajo
de
25
°C),
momento
en
que
el
corazón
comienza
a
sentirse
lento,
falto
de
latidos,
lo
que
hace
que
el
flujo
de
sangre
se
desacelere
o
se
detenga
por
completo,
ocasionando
finalmente
la
muerte.
Pero
el
hombre
no
paró
de
moverse,
y
durante
horas
nadó
y
nadó
hasta
encontrar
restos
flotantes
de
un
bote
que
se
había
volcado.
Junto
a
una
docena
de
personas
se
mantuvo
a
duras
penas
en
una
escena
que
recordaba
mucho
al
final
de
la
película.
Finalmente,
Joughin
llegó
a
un
segundo
bote
con
algo
de
espacio
extra.
Había
sobrevivido
más
de
dos
horas.
La
botella
fue
la
diferencia.
Hay
que
recordar
que
cuando
Joughin
ya
estaba
en
el
agua
se
había
pimplado
prácticamente
la
mitad
de
la
botella
de
whisky.
La
comisión
encargada
de
la
investigación
puso
sobre
la
mesa
la
botella
y
esa
más
que
posible
embriaguez
que
pudo
haberle
salvado
la
vida.
La
teoría:
el
alcohol
aumenta
la
tasa
de
una
persona
que
sucumbe
a
la
hipotermia,
y
ocurre
porque
hace
que
los
vasos
sanguíneos
se
dilaten,
lo
que
a
su
vez
permite
que
la
sangre
caliente
fluya
desde
los
órganos
vitales
donde
más
se
necesita
el
calor.
Por
tanto,
esto
puede
hacer
que
la
temperatura
corporal
de
una
persona
descienda
más
rápidamente,
acelerando
así
la
posible
muerte.
Sin
embargo,
ocurre
en
el
aire
frío.
En
aguas
heladas,
según
la
comisión,
el
impacto
de
una
inmersión
repentina
como
la
de
Joughin
puede
hacer
que
los
vasos
sanguíneos
se
contraigan
fuertemente,
superando
el
efecto
de
dilatación
del
alcohol
y
manteniendo
el
calor
corporal
cerca
de
los
órganos
vitales,
prolongando
posiblemente
la
vida.
Además,
añadieron,
como
el
alcohol
es
un
depresivo
que
retarda
la
actividad
del
sistema
nervioso
central,
el
whisky
pudo
haber
evitado
que
su
cuerpo
reaccionara
mal
al
estrés
físico
de
la
inmersión
repentina
en
“hielo”.
Un
tipo
con
mil
vidas.
Después
de
recuperarse
por
completo
en
Nueva
York
y
viajar
de
regreso
a
Inglaterra,
Joughin
participó
en
las
investigaciones
oficiales
del
gobierno
sobre
el
hundimiento.
Luego
comenzó
a
trabajar
en
el
transatlántico
británico
Olympic
hasta
el
estallido
de
la
Primera
Guerra
Mundial
tan
solo
dos
años
después.
Joughin
llevó
su
talento
como
panadero
a
la
flota
naval,
sirviendo
a
bordo
del
SS
Congress.
Curiosamente,
aquel
barco
también
sufrió
un
desastre
cuando
un
incendio
a
bordo
lo
consumió
rápidamente
y
se
hundió
a
kilómetros
de
la
costa.
Esta
vez,
sin
embargo,
Joughin
se
encontró
a
salvo
en
un
bote
salvavidas
desde
el
comienzo
de
la
evacuación
(y
no
hubo
víctimas).
Jack
vs
Joughin.
Habiendo
sobrevivido
a
numerosos
naufragios,
dos
guerras
mundiales
y
suficiente
drama
como
para
hacer
varias
películas,
Charles
Joughin
finalmente
murió
en
diciembre
de
1956.
Sin
embargo,
siempre
se
le
recordará
como
el «panadero
del
Titanic»,
el
personaje
real
que
demostró
que
Jack
podía
salvarse
incluso
sin
la
ayuda
de
Rose.
Solo
necesitaba
una
maldita
botella
de
Whisky.
Imagen
|
Fox
En
Xataka
|
El
Titanic
como
nunca
lo
habías
visto:
reconstruyen
por
primera
vez
los
restos
en
3D
al
máximo
detalle