El talento es una habilidad innata que hace que destaquemos en una determinada área. Hay niños que tienen un talento innato por la música, por ejemplo, o por las matemáticas, las tareas artísticas, el deporte…
En este artículo conoceremos los cuatro tipos de talentos que existen (como veremos, de ellos pueden derivarse otros), cuáles son sus características y cómo potenciar el talento en los niños.
Es importante saber, eso sí, que a todos los niños se les da bien algo, pero que en este caso hablamos de una habilidad innata muy concreta, a través de la cual los niños sobresalen especialmente en un ámbito específico.
Por lo tanto, todos los niños destacan y son buenos en algo, pero no todos los niños tienen un talento específico, y está bien, ya que el talento es una habilidad extraordinaria.
¿Qué es un talento?
El talento puede definirse como una actitud o una capacidad para desempeñar o ejercer una cierta actividad.
El talento se vincula, aunque no solo, a la inteligencia y a la creatividad. Se suele entender también como una habilidad innata, aunque el talento también se puede entrenar y mejorar.
Los niños con un talento determinado muestran un alto rendimiento o una destreza en una determinada área del conocimiento, habilidad o conducta específica (por ejemplo: las matemáticas, la lectura, las habilidades sociales, el arte, las ciencias, etc.).
Así, son niños «expertos» en algo, quienes además muestran esa habilidad de forma natural e innata.
Pero, ¿qué tipos de talento existen?
“Todos somos unos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de escalar un árbol, vivirá su vida entera creyendo que es estúpido.”
-Albert Einstein-
Los niños con algún talento son «expertos» en una determinada área del conocimiento; esta puede ser las matemáticas, la música, el deporte…
Tipos de talento
Según un artículo de C. Sánchez López encontramos cuatro tipos de talento:
1) Talento creativo
Los niños con un talento creativo destacan por poseer grandes habilidades a la hora de solucionar problemas inusuales. Esto es independientemente del rendimiento que puedan mostrar en una área determinada.
Son niños con un pensamiento divergente, un tipo de pensamiento que les permite generar ideas creativas a través de la exploración de muchas posibles soluciones a un mismo problema.
Los niños con talento creativo ponen en juego sus habilidades explorando cuestiones de tipo hipotético; para ello, generan una amplia variedad de posibles respuestas a situaciones (reales o imaginarias) y perciben relaciones entre las ideas de forma ágil.
2) Talento social
Otro de los tipos de talento que podemos encontrar en la infancia es el talento social, también denominado capacidad de liderazgo. Hablamos de un talento complejo, ya que incluye diferentes capacidades:
- Capacidades intelectuales
- Pensamiento creativo
- Rasgos peculiares de la personalidad
Todo ello le permite al niño interactuar de forma especialmente eficaz con su grupo.
Según Genovard y Castelló (1990) los alumnos dotados de este talento presentan como característica más importante su «no preferencia por las actividades intelectuales clásicas».
Esto da pie a cierta inteligencia de tipo social. Hablamos de niños con carisma, que son respetados y seguidos por la mayoría.
Los niños con talento social son niños carismáticos y con espíritu de «líder».
3) Talento artístico-visual y representativo
Este tipo de talentos conllevan en el niño destrezas relacionadas con la percepción, la representación y la ejecución artística. Eso es, tiene relación con artes como la fotografía, la pintura, las manualidades, la plástica, el teatro o la música.
Los niños con un talento de este tipo suelen seguir y perfeccionar sus intereses en ambientes fuera del contexto escolar.
Esto es así porque cuando, desde la escuela, se identifica a un alumno superdotado o talentoso, suelen ver la necesidad de realizar una adaptación de su currículo, y por ello dedican más a las áreas consideradas «más útiles», dejando a un lado todas las áreas relacionadas con el área artística.
Es por ello que estos niños normalmente tienen que acudir a otro lugar para satisfacer su deseo de cultivar su talento (por ejemplo, a cursos o escuelas especializadas, actividades extraescolares, etc.).
4) Talento psicomotor
Finalmente, los talentos psicomotores implican destrezas de tipo motriz, que se relacionan con ámbitos como el del deporte, la danza o el arte.
Este tipo de talento, aunque esté muy olvidado en el ámbito educativo en general, también es muy importante de poder cultivar si el niño así lo desea.
¿Cómo potenciar el talento en los niños?
El primer paso a la hora de potenciar el talento en los niños es acompañarle en el descubrimiento de su talento, favoreciendo el autoconocimiento del niño.
Animándole, por ejemplo, a probar actividades diferentes, preguntándole qué cree que se le da mejor… Y una vez identificado ese talento, ver si quiere potenciarlo y sobre todo, si disfruta con él.
Si es así, ya podemos empezar a trabajar en esa potenciación del talento, no tanto porque nuestro hijo destaque más o menos en algo, o sea «el mejor», sino para que pueda ir cultivando algo que, de forma natural, se le da bien, con todo el aprendizaje que esto conlleva.
Pero, ¿cómo lo hacemos? Un estudio publicado en 2016 en Nature sugiere que existen algunos puntos necesarios para criar a un niño con talento y habilidades. Entre estos puntos destacan:
- Exponer al niño a experiencias diversas (enriquecerle).
- Brindarle oportunidades para desarrollar su talento.
- Apoyar sus necesidades intelectuales y emocionales.
- Ayudarle a desarrollar una «mentalidad de crecimiento», a través del refuerzo positivo (alabar sus esfuerzos y su capacidad).
¿Qué más podemos hacer como padres para potenciar el talento de nuestro hijo?
Motivarle a superarse a sí mismo y reforzarle
El refuerzo positivo es clave para trabajar diferentes elementos importantes para el desarrollo de nuestro hijo, como por ejemplo la autoestima. Pero también, para favorecer el aprendizaje y motivar a los niños.
Motiva a tu hijo a que se supere a sí mismo (esto le ayudará a no compararse con los demás, sino con él mismo); eso sí, debemos enfocarlo como un reto, no como una presión que le genere inseguridades.
Fomentar valores como el esfuerzo
Por otro lado, hay ciertos valores que pueden ayudar a tu hijo a potenciar su talento, siendo los más importantes: el esfuerzo, la tenacidad, la práctica y la constancia.
Y es que, para potenciar un talento, aunque sea algo inicialmente innato, es imprescindible practicar. Y si educas a tu hijo en estos valores, será más fácil para él encontrar su talento y construir «algo» desde ahí.
“La inspiración existe pero tiene que encontrarte trabajando.”
-Pablo Picasso-
Motivarle a disfrutar
Tampoco podemos olvidar la importancia de que los niños disfruten mientras cultivan su talento. Debemos enfocar la actividad en sí como un juego y un placer para ellos; eso sí, sin dejar de animarles a que mejoren su técnica, a que se sigan formando para mejorar, etc.
Sin presionar
Finalmente, debemos tener en cuenta que la etiqueta de «talentoso» en un niño puede suponerle una carga emocional extra que no tiene por qué asumir o saber gestionar. Por ello, no le presiones si no sabe lo que quiere o si un día está desmotivado.
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