Cuadros para no olvidar: el curioso caso del pueblo de Salamanca cuyos vecinos están retratados en sus paredes

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El
éxodo
rural
ha
sido
uno
de
los
grandes
movimientos
demográficos
que
ha
marcado
la
historia
reciente
de
España.
Desde
mediados
del
siglo
XX,

miles
de
personas
han
abandonado
sus
pueblos

en
busca
de
oportunidades
en
las
ciudades.

Un
fenómeno
que
ha
dejado
una
huella
profunda,
sobre
todo
en
las
zonas
más
rurales,
donde
la
despoblación
ha
vaciado
casas,
calles
y
plazas.
Es
lo
que
se
ha
dado
en
llamar
la
España
vaciada,
un
término
que
resume
el

drama
silencioso
de
tantas
localidades

que,
durante
siglos,
fueron
núcleos
activos
gracias
a
la
agricultura,
la
ganadería
y
una
vida
comunitaria
muy
rica.

La
emigración
constante,
unida
al
envejecimiento
de
quienes
se
quedaron,
ha
provocado
que
muchas
costumbres
y
modos
de
vida
estén
desapareciendo
sin
dejar
apenas
rastro.
En
medio
de
este
panorama,
sin
embargo,
surgen
iniciativas
que
buscan

recuperar
parte
de
ese
legado
,
devolviendo
la
dignidad
y
la
memoria
a
los
lugares
que
el
tiempo
parecía
haber
olvidado.

Un
ejemplo
singular
y
profundamente
emotivo
de
esta
lucha
contra
el
olvido
lo
encontramos
en
la
provincia
de
Salamanca,
en
un

pequeño
municipio
llamado
Mogarraz
.

Consejos
para
viajar
seguro
este
verano

El
ejemplo
único
de
Mogarraz

Este
pueblo,

situado
en
plena
Sierra
de
Francia,

no
solo
ha
sabido
mantener
su
arquitectura
tradicional
y
su
entorno
natural
privilegiado,
sino
que
ha
llevado
a
cabo
una
iniciativa
artística
que
ha
convertido
sus
calles
en
una
galería
de
arte
al
aire
libre,
única
en
España.

Turismo Sierra De Francia Mogarraz 2

Turismo Sierra De Francia Mogarraz 2


Todo
surge
de
una
iniciativa
de
un
artista
local,
Florencio
Maíllo,
que
recuperó
antiguos
retratos
fotográficos
de
sus
convecinos.
©Turismo
Sierra
de
Francia.

Lo
curioso
de
este
proyecto
es
que
no
se
trata
de
arte
moderno
o
abstracto,
sino
de
una

forma
de
homenaje
directo

y
muy
personal
a
quienes
dieron
vida
al
pueblo:
sus
antiguos
habitantes.

Todo
comenzó
con
unas
viejas
fotografías
en
blanco
y
negro
tomadas
en
los
años
sesenta.
En
esa
época,
para
renovar
el
DNI,
era
obligatorio
hacerse
una
foto.
Un
fotógrafo
local,

Alejandro
Martín
,
retrató
a
cientos
de
vecinos
con
ese
fin.

Décadas
después,
esas
imágenes
resurgieron
gracias
a
un
proyecto
artístico
liderado
por
el
pintor
Florencio
Maíllo,
antiguo
vecino
del
pueblo
y
vinculado
a
la
Facultad
de
Bellas
Artes
de
Salamanca.
Su
idea
fue
tan
simple
como
poderosa:

convertir
esas
fotografías
en
retratos
pintados
al
óleo

y
colocarlos
en
las
fachadas
de
las
casas
a
las
que
pertenecían
esos
rostros.

Turismo Sierra De Francia Mogarraz 7

Turismo Sierra De Francia Mogarraz 7


En
total
hay
más
de
800
retratos
distribuidos
por
puertas,
ventanas
y
balcones.
©Turismo
Sierra
de
Francia.

Así,
cada
retrato
vuelve
a
su
hogar,
colgado
en

balcones,
ventanas
o
paredes
,
como
si
sus
protagonistas
nunca
se
hubieran
marchado.

Hoy
en
día,
pasear
por
Mogarraz
es
una
experiencia
única.
A
medida
que
uno
avanza
por
sus

estrechas
callejuelas
empedradas
,
los
retratos
observan
desde
las
alturas.
Algunos
muestran
rostros
jóvenes,
otros
ya
envejecidos,
y
en
muchos
casos,
se
perciben
rasgos
familiares
entre
los
vecinos
actuales
y
los
retratados.

En
total,
hay
más
de
800
cuadros
expuestos
al
aire
libre.
Esta
exposición
permanente
se
ha
convertido
en
un
símbolo
del
pueblo,
un

modo
de
mantener
viva
la
memoria

de
quienes
construyeron
su
historia,
y
también
una
forma
muy
original
de
atraer
visitantes.

Turismo Sierra De Francia Mogarraz 5

Turismo Sierra De Francia Mogarraz 5


Se
aprovecharon
fotos
que
se
realizaron
para
elaborar
los
dni
de
los
vecinos,
que
permanecieron
décadas
en
un
cajón.
©Turismo
Sierra
de
Francia.

Además
de
los
retratos,
Mogarraz
conserva
el

encanto
de
la
arquitectura
serrana
:
casas
de
piedra
con
entramados
de
madera,
flores
en
los
balcones,
y
un
entorno
natural
que
invita
a
caminar
sin
prisa.

Es
un
lugar
perfecto
para
desconectar,
respirar
aire
puro
y
reflexionar
sobre
el
valor
del
pasado.
También
es
posible

visitar
el
taller
del
propio
Florencio
Maíllo,

donde
a
veces
expone
otras
obras
o
se
puede
ver
parte
del
proceso
creativo
de
estos
retratos.

El
mejor
momento
para
visitar
Mogarraz
depende
del
tipo
de
experiencia
que
se
busque.
La
primavera
y
el
otoño
ofrecen
un

clima
agradable
y
paisajes
llenos
de
color
.
En
verano,
las
temperaturas
pueden
ser
algo
más
altas,
pero
es
cuando
el
pueblo
acoge
a
más
visitantes
y
se
organizan
actividades
culturales.
En
invierno,
el
ambiente
es
más
recogido,
con
un
punto
melancólico
que
encaja
muy
bien
con
el
espíritu
del
proyecto
de
los
retratos.

Imágenes
|

Turismo
Sierra
de
Francia

En
DAP
|

Está
en
Salamanca
y
para ‘National
Geographic’
es
el
pueblo
más
bonito
de
España
para
comer
jamón
ibérico

En
DAP
|

En
el
corazón
de
Salamanca,
esta
ruta
por
el
bosque
te
lleva
por
uno
de
los
parques
naturales
más
desconocidos
de
España