Copecho: dar el pecho cuando se hace colecho

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Son muchos los padres que eligen dormir junto a sus hijos, ya sea en la misma cama o colocando una cuna colecho o camita supletoria a su lado. Sentir su olor, su calor y respiración mientras duermen es realmente maravilloso, y aporta tantos beneficios que, para muchas familias, es la opción más natural y cómoda a la hora de descansar.

Pero esta alternativa de descanso familiar se convierte en una necesidad en el caso de bebés amamantados. Y es que dar el pecho y colechar son dos sucesos tan íntimamente relacionados que incluso podríamos agruparlos bajo un mismo concepto: el ‘copecho’.

‘Copecho’, un único término para dos acciones íntimamente relacionadas

Colechar y dar el pecho son dos acciones que están tan íntimamente relacionadas entre sí, que el doctor James McKenna, catedrático de Antropología y director del Laboratorio del Comportamiento del Sueño Maternoinfantil de la Universidad de Notre Dame, lleva años hablando de «breastsleeping», un término que mezcla los conceptos de «breastfeeding» (alimentación con pecho) y «co-sleeping» (colecho). En español podríamos emplear el término «copecho» para referirnos a esta idea.

El colecho y la lactancia están tan relacionados entre sí que pronto hablaremos de "breastsleeping"

El ‘copecho’ permite a la madre amamantar durante la noche de forma cómoda, tantas veces como su bebé lo demande, favoreciendo la instauración de la lactancia materna al principio y contribuyendo al mantenimiento de una lactancia prolongada después.

Y es que dormir junto al bebé mientras se le está amamantando mejora la producción de leche, pues al tener ‘libre acceso’ al pecho de su madre, el bebé hace más tomas. No en vano, un estudio llevado a cabo hace unos años por la Universidad de Maryland, en EE.UU, concluyó que los bebés que dormían con sus madres eran amamantados durante más tiempo.

Pero además de esta importante conclusión, el hecho de que el bebé huela y siente cerca a su madre le permite satisfacer sus necesidades más primitivas de alimentación, protección y contacto, además de fortalecer el vínculo madre-hijo y favorecer su descanso nocturno, lo cual acaba repercutiendo positivamente en el descaso de toda la familia.

Colecho y lactancia materna, factores protectores frente a la muerte súbita

copecho

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Pero no podemos hablar de colecho y lactancia materna sin hacer alusión también al síndrome de muerte súbita del lactante, que se define como la muerte repentina e inesperada de un niño menor de un año de edad. Aunque se desconoce la causa exacta, médicos y científicos consideran que existen diversos factores implicados, por lo que es recomendable seguir una serie de pautas para minimizar los riesgos.

Entre las recomendaciones preventivas estaría compartir habitación con el bebé por lo menos hasta los seis meses (edad que los pediatras americanos elevan a los 12 meses). En este sentido, se aconseja dormir recurriendo a cunas colecho o sidecar que se acoplan a la cama de matrimonio de forma segura, otorgando al bebé un espacio independiente pero cerca de sus padres.

Si se desea compartir cama con el bebé, además de atender a la edad mínima recomendada por los pediatras (nunca antes de los tres meses según la AEP y de los seis meses según la AAP), los padres deben adoptar una serie de medidas para practicar colecho de forma segura, como cuidar la firmeza del colchón, evitar almohadas, mantas o cojines que puedan acabar tapando la cabecita del bebé, no compartir cama en situaciones de cansancio extremo o si se consume tabaco, alcohol, drogas o fármacos sedantes, entre otras recomendaciones.

Colecho sí, pero con seguridad: evita el riesgo de asfixia

En el caso de bebés amamantados, el colecho favorece la práctica de la lactancia materna, que a su vez es el principal factor protector frente a la muerte súbita.

Una revisión de estudios realizada por la AEPap en el año 2012 determinó que no existe evidencia científica firme que desaconseje la práctica de colecho en los bebés amamantados, en ausencia de factores de riesgo conocidos.

Por su parte, otra investigación más reciente dirigida por el anteriormente mencionado, doctor James McKenna, no solo ratificó estas conclusiones sino que además indicó que el colecho practicado con bebés amamantados ayuda a prevenir la muerte súbita, siempre y cuando no existan otros factores de riesgo y se sigan las recomendaciones de los profesionales

Por todo ello, la mayoría de mujeres que amamantan a sus bebés deciden hacer ‘copecho’, pues ofrecer el pecho a demanda durante la noche les ayuda a descansar mejor, despertarse menos y atender a sus hijos de forma más cómoda.

Fotos | iStock

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