La crisis financiera asociada al COVID ha traído algunos cambios en muchas empresas. La necesidad de responder de forma más rápida a los imprevistos, de conocer mejor la situación financiera de la empresa o una mejor gestión de costes y contable ha hecho que los perfiles de controller sean cada vez más demandados. Y no solo en la gran empresa, también en la pyme.
El controller tiene dos perfiles, el financiero y el controller de gestión. El segundo está más enfocado a la gestión de costes y la contabilidad, mientras que el controller financiero está más enfocado a tener siempre la información financiera a punto y de forma exacta, teniendo que definir para ello el estado de ratios y balances de la organización.
La información en manos del controller
En momentos de crisis el controller y la información que nos facilita nos ayuda en la toma de decisiones basadas en datos. Puede parecer que esta cuestión es solo para grandes empresas, para aquellas que manejan datos complejos o que tienen múltiples departamentos, inversiones, etc.
Y sin embargo su trabajo es fundamental en la gran mayoría, sin importar su tamaño. Pongamos por ejemplo un bar o un restaurante, que en la mayoría de los casos no tienen claro cuánto les cuesta poner un plato encima de la mesa. No saben si les sale más rentable preparar una tortilla para pinchos al mediodía o una paella para servirla de tapa.
El controller se encarga de mantener claros los costes, lo que implica para la empresa servir un producto o dar un servicio. A partir de aquí se pueden fijar los precios según un margen establecido previamente. Otro ejemplo sencillo, la subida del coste de la energía y qué implica para los precios de una empresa.
Pero también lo que puede suponer para una industria como la construcción el encarecimiento de precios de los suministros, materiales y en definitiva, todo lo que necesitan para llevar a cabo su negocio.
Entre sus funciones está ofrecer a los responsables de la empresa:
- La planificación y gestión de las estrategias y campañas dentro de la empresa.
- Establecer informes claros con indicadores clave para medir el cumplimiento del objetivo de la empresa. Aquí el cuadro de mandos es una herramienta cada vez más utilizada para facilitar la comprensión del estado de la empresa en tiempo real.
- Medir, prever y evitar desviaciones o establecer las medidas correctoras adecuadas para solucionarlo.
- Mejorar la comunicación con la dirección facilitando la toma de decisiones.
Las empresas que trabajan a ciegas
¿Qué es lo que suele hacer la empresa? Trabajar con estimaciones, que pueden dar lugar a ganar menos dinero, reducir márgenes, facturar más pero tener menos beneficio o problemas de liquidez en momentos concretos.
Es aquí donde la labor del controller financiero es más importante. Especialmente en las empresas más grandes que manejan presupuestos más altos, estableciendo los mecanismos para cumplir con los presupuestos anuales y analizar las necesidades futuras de la empresa.
Pero sobre todo es una figura clave para aquellos que buscan crear una empresa, invierten pero no quieren dedicarse a su gestión. El controller es la figura clave para aquellos que lo que buscan es poder vivir sin las preocupaciones del día a día delegando en un profesional capacitado y dedicándose más a la coordinación y las directrices maestras del negocio.
Por eso son perfiles difíciles de encontrar y que precisamente por eso están muy bien pagados. La inversión si damos con el profesional adecuado sale rentable, porque por un lado ahorra costes y genera más beneficios, pero sobre todo, ahorra muchos problemas a la dirección de la empresa.
Imagen | Towfiqu barbhuiya en Unsplash