Contracturas musculares: qué son y cómo tratarlas

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Las
contracturas
musculares
son

una
de
las
lesiones
leves
que
más
limitan
nuestra
actividad
o
rendimiento
físico
,
además
de
ser
una
lesión
frecuente
en
gran
parte
de
la
población
(la
espalda
es
el
foco
principal
en
el
que
suelen
tener
lugar
aunque
no
el
único).

Estas
lesiones
puede
pensarse
que
con
exclusivas
de
gente
deportista,
pero
lo
cierto
es
que

son
mucho
más
habituales
entre
personas
sedentarias
que
en
personas
físicamente
activas
,
precisamente
como
consecuencia
del
sedentario
y
la
falta
de
tono
muscular.

¿Qué
es
una
contractura
muscular?

El
término «contractura
muscular»
hace
referencia
precisamente
al
momento
en
el
que
el
músculo
realiza
la
contracción
propia
para
generar
movimiento
o
fuerza.
De
esta
definición,
podemos
extraer
que
una
contractura
muscular
es
una

contracción
del
músculo
(o
de
algunas
de
las
fibras
que
lo
componen),
que
permanece
contraído
en
el
tiempo
,
es
decir,
que
no
vuelve
a
su
estado
habitual
de
relajación.

Una
contractura
muscular
puede
originarse
de
tres
formas
diferentes:


  • Mientras
    hacemos
    ejercicio
    o

    en
    la
    ejecución
    de
    un
    movimiento
    de
    nuestro
    día
    a
    día
    (puede
    ser
    debido
    a
    un
    movimiento
    demasiado
    explosivo
    para
    el
    cual
    el
    músculo
    no
    estaba
    suficientemente
    preparado
    o
    caliente).

  • Con
    posterioridad
    a
    la
    realización
    del
    ejercicio

    (por
    una
    fatiga
    excesiva
    del
    músculo)
    o
    por
    un
    golpe
    o
    traumatismo
    sobre
    el
    músculo.
    T
    ambién
    pueden
    darse
    casos
    de
    contracturas
    que
    aparezcan
    por
    una
    mala
    postura
    mantenida
    en
    el
    tiempo

    como
    por
    ejemplo
    la
    postura
    adoptada
    por
    una
    persona
    que
    trabaje
    todo
    el
    día
    en
    una
    oficina
    y
    no
    se
    siente
    correctamente
    o
    esté
    encorvada
    delante
    del
    ordenador.

  • También
    puede
    originarse
    por
    estrés.

    Una
    persona
    estresada
    es
    una
    persona
    que
    está
    continuamente
    tensionada,
    y
    esto,
    a
    la
    larga,
    genera
    un
    estrés
    sobre
    nuestros
    músculos
    que
    si
    no
    aliviamos
    de
    alguna
    forma
    (masajes,
    estiramientos),
    terminará
    por
    generarnos
    una
    lesión
    a
    nivel
    muscular.

¿Cómo
podemos
prevenir
una
contractura
muscular?

Back 5163495 1280

Back 5163495 1280

Si
bien
todos
estamos
expuestos
a
sufrir
en
algún
momento
una
contractura
muscular
por
muy
bien
que
estemos
físicamente
(al
100%
es
imposible
prevenir
cualquier
tipo
de
lesión),

es
cierto
que
existen
algunas
pautas
que
podemos
poner
en
práctica
para

prevenir
contracturas

en
la
medida
de
lo
posible:


  • Higiene
    postural:

    la

    higiene
    postural

    es
    vital
    para
    evitar
    adquirir
    posturas
    viciadas
    que
    nos
    lleven
    a
    sufrir
    una
    contractura.
    La
    mala
    colocación
    en
    una
    silla
    al
    sentarnos
    en
    nuestra
    oficina,
    ir
    todo
    el
    día
    encorvados
    cuando
    caminamos,
    cargar
    peso
    siempre
    sobre
    el
    mismo
    lado
    como
    por
    ejemplo
    cuando
    llevamos
    un
    bolso
    o
    una
    mochila…
    son
    algunos
    ejemplos
    de
    lo
    que
    son
    posturas
    viciadas.
    Evitarlas
    es
    básico
    para
    mantener
    una
    salud
    postural
    adecuada.

  • Calentamiento
    adecuado
    en
    la
    práctica
    deportiva
    :
    si
    realizamos
    actividad
    física,

    el
    calentamiento
    resulta
    fundamental
    para
    prevenir
    las
    contracturas
    musculares
    ,
    ya
    que
    va
    poniendo
    en
    marcha
    de
    forma
    progresiva
    al
    músculo
    para
    el
    esfuerzo
    físico
    que
    está
    por
    llega,
    evitando
    movimientos
    explosivos
    en
    frío
    que
    puedan
    lesionarnos.

  • Mantenimiento
    de
    un
    buen
    tono
    muscular:

    un
    persona
    que
    goce
    de
    un
    buen
    tono
    muscular
    será
    menos
    propensa
    a
    sufrir
    contracturas
    musculares
    que
    otra
    que
    no
    lo
    esté,
    por
    el
    simple
    hecho
    de
    que
    su
    sistema
    músculoesqueletico
    estará
    en
    mejor
    tono
    y
    más
    preparado
    ante
    imprevistos
    como
    pueden
    ser
    una
    caída
    o
    un
    golpe.

  • Reducir
    el
    sedentarismo
    :
    procurar
    llevar
    una
    vida
    lo
    menos
    sedentaria
    posible
    y
    mantenernos
    activos
    físicamente,
    ayudará
    sin
    duda
    a
    que
    nuestra
    musculatura
    esté
    en
    buen
    estado,
    reduciendo
    considerablemente
    las
    posibilidades
    de
    sufrir
    una
    lesión
    de
    este
    tipo.
    Además,
    es
    importante
    que
    la
    actividad
    física,
    si
    estamos
    comenzando,
    la
    realicemos
    de
    forma
    controlada
    y
    progresiva,
    ya
    que
    si
    empezamos
    con
    intensidades
    demasiado
    elevadas
    casi
    contada
    seguridad
    caeremos
    lesionados.

Contracturas
musculares
más
comunes

El
cuello,
la
espalda
y
en
menor
medida
las
piernas
son
los
principales
focos
en
los
que
suelen
producirse
el
mayor
número
de
contracturas
musculares.

Contracturas
cervicales


Las
contracturas
cervicales
,
generalmente
suelen
venir
provocadas
por
malas
posturas
en
el
día
a
día,
especialmente

entre
quienes
tienen
un
trabajo
de
oficina

y
pasan
largas
jornadas

trabajando
sentados
frente
a
un
ordenador

y
no
tienen
una
higiene
postural
correcta.
También
pueden
venir
originadas
por

una
mala
postura
al
dormir

o
el
uso
de
una
almohada
que
no
se
adapte
a
nuestra
fisionomía.

Contracturas
en
la
espalda

La
espalda
es,
posiblemente,
la
zona
muscular
y
anatómica
a
la
que
peor
tratamos
en
nuestro
día:
malas
posturas
de
forma
continuada,
poco
descanso,
estrés,
falta
de
tono
muscular…
harán
que,
tarde
o
temprano,
nuestra
espalda
termine
quejándose
en
forma
de
contractura.

Por
norma
general,

notaremos
en
la
zona
de
la
espalda
afectada
una
sensación
como
de
rigidez
o
de
tener «una
pelota»

dentro,
señales
inequívocas
de
que
casi
con
seguridad
tenemos
una
contractura.
Y
hay
que
señalar
que
las
lesiones
en
la
espalda
pueden
ser
altamente
incapacitantes
y
generar
bastantes
problemas
en
el
futuro
si
no
las
rehabilitamos
de
forma
correcta.

Contracturas
en
las
piernas

Normalmente,
las

contracturas
en
el
tren
inferior

suelen
ser
más
propias
de
gente
deportista
o
de
quienes
se
están
iniciando
en
el
deporte
pero
lo
hacen
con
una
intensidad
por
encima
de
la
que
deberían.
Además,
las
contracturas
son,
junto
a
la

sobrecarga

(que
puede
ser
también
precursora
de
una
futura
contractura
si
no
paramos
a
tiempo)
y
los

calambres
,
algunas
de
las
lesiones
más
frecuentes
en
el
tren
inferior
(siempre
hablando
desde
el
punto
de
vista
muscular).

Y

mucho
cuidado
las
chicas
que
uséis
tacones
muy
a
menudo
,
porque
es
un

factor
que
puede
favorecer
la
aparición
de
contracturas
en
las
piernas
y
en
la
zona
de
vuestra
espalda
baja

debido
a
la
posición
forzada
de
los
pies.

¿Cómo
tratar
una
contractura
muscular?

Back Pain 6949392 1920

Back Pain 6949392 1920

Lo
primero
a
realizar
en
caso
de
sufrir
una
contractura
muscular
es

parar
la
actividad
física
,
ya
que
en
caso
de
continuar
realizándola
podríamos
propiciar
que
el
músculo
terminara
por
romperse
y
una
rotura
de
fibras
es
una
lesión
más
seria
que
un
contractura.
El
descanso
(siempre
en
la
medida
que
nos
sea
posible),
será
una
de
las
pautas
básicas
en
el
tratamiento
de
las
contracturas.

Llevar
a
cabo
un
buen
protocolo
de
estiramientos
de
forma
suave
y
siempre
y
cuando
no
exista
dolor,
será
otro
de
los
mecanismos
que
podamos
poner
a
nuestra
disposición
para
el
tratamientos
de
este
tipo
de
lesiones.
Un
claro
de
ejemplo
de
esto
son
las
contracturas
cervicales,
que
en
muchos
casos
mejoran
y
remiten
las
molestias
realizando
los
estiramientos
adecuados
(además
de
servir
para
relajar
la
musculatura
de
la
zona
y
aliviar
el
estrés
muscular
producido
por
la
lesión).
Junto
con
los
estiramientos,
la

aplicación
de
calor
local

ayuda
mucho
en
la
recuperación
de
la
lesión.

Pera
contracturas
que
sean
un
poco
más
persistentes
o
dolorosas,
puede
llegar
a
ser
necesario
el
uso
de
analgésicos
o
antiinflamatorios,
para
lo
cual
deberemos

acudir
previamente
a
nuestro
médico

con
el
fin
de
que
sea
éste
quien
nos
recete
dichos
medicamentos.
En
ningún
caso
deberíamos
ser
nosotros
los
que
comencemos
a
tomarlos
sin
consultar
previamente
a
un
facultativo.


Acudir
a
un
fisioterapeuta
es
otra
de
las
medidas

que
pueden
suponer
una
gran

mejoría
en
el
tratamiento
de
una
contractura
muscular
,
ya
que
nos
aliviará
la
zona
y
nos
ayudará
a
relajar
toda
la
musculatura
afectada.

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