A
raíz
de
la
reciente
catástrofe
de
la
DANA
en
España,
la
red
social
X
se
ha
convertido
en
escenario
de
un
extraño
fenómeno:
cuentas
automatizadas,
en
su
mayor
parte
vinculada
a
usuarios
de
la
India,
están
interactuando
de
manera
masiva
con
contenido
sobre
el
suceso
(usando
perfecto
español),
y
en
muchos
casos
replicando
mensajes
de
otros
usuarios
sin
aportar
contenido
original.
Esta
clase
de
cuentas
automatizadas
son
lo
que
conocemos
como ‘bots’,
y
puede
ser
difícil,
a
simple
vista,
diferenciarlos
de
usuarios
reales.
De
hecho,
al
igual
que
éstos,
sus
mensajes
no
parecen
coincidir
con
un
único
posicionamiento
político,
aunque
publican
desde
mensajes
de
apoyo
a
víctimas
hasta
críticas
furibundas,
e
incluso
amplifican
todo
tipo
de
bulos.

Un ‘valenciano’
metiéndose
con
Mazón
(PP).
Aquí
el
tuit
original
de
un
usuario
español.

«Soy
de
Valencia»
y
me
meto
con
Óscar
Puente
(PSOE)
difundiendo
un
bulo
Estos
bots
se
limitan
a
replicar
mensajes,
copiando
publicaciones
previas
que
ya
han
demostrado
ser
virales,
aunque
su
origen
sea
local
o
de
otras
temáticas
virales.
DESCARGAR
VÍDEOS
de
Instagram,
Facebook,
o
TikTok
en
tu
MÓVIL
¿Por
qué
la
India?
No,
no
es
que
la
DANA
sufrida
por
la
España
mediterránea
suscite
un
especial
interés
en
la
India.
La
aparición
de
cuentas
de
origen
indio
respondiendo
a
temas
locales
de
otros
países
obedece
fundamentalmente
a
un
objetivo
de
monetización.
X
permite
a
usuarios
con
cuentas
verificadas
y
un
alto
nivel
de
interacción
obtener
ingresos,
un
cambio
introducido
para
incentivar
la
producción
de
contenido.
Estas
cuentas ‘verificadas’,
fácilmente
identificables
por
el
símbolo
azul,
pueden
obtener
el
estatus
mediante
una
suscripción
de
pago.
La
baja
tarifa
de
suscripción
en
India
(alrededor
de
7
euros
mensuales)
hace
posible
que
individuos
o
pequeños
grupos
operen
decenas
o
cientos
de
cuentas
con
el
objetivo
de
incrementar
su
visibilidad,
captar
seguidores
y
generar
ingresos
al
alcanzar
metas
de
interacción.

Pero,
para
empezar
a
generar
ingresos,
estas
cuentas
necesitan
alcanzar
los
cinco
millones
de
visualizaciones:
para
lograr
este
objetivo,
los
bots
interactúan
con
temas
virales
y
generan
un
gran
volumen
de
publicaciones,
sin
importar
la
coherencia
del
contenido
o
la
relevancia
para
el
tema
en
cuestión.
Este
patrón
de
monetización,
conocido
como
‘engagement
farming’,
busca
la
venta
de
cuentas
altamente
seguidas
a
terceros,
que
posteriormente
las
utilizan
para
promover
productos,
servicios
o
agendas
específicas.
Ravi
Handa,
un
podcaster
indio
que
forma
parte
de
este
sistema
de
monetización
de
X,
muestra
que
en
la
India
las
cuentas
falsas
son
comunes
y
se
centran
en
responder
a
publicaciones
virales
para
captar
seguidores
y
luego
vender
el
perfil.
Handa
aclara
que
los
ingresos
obtenidos
por
cada
interacción
son
bajos,
y
muchas
cuentas
terminan
siendo
vendidas
o
reutilizadas
para
otros
fines
una
vez
que
alcanzan
una
cantidad
suficiente
de
seguidores
y
visualizaciones.
¿Y
no
puede
haber
otra
razón?
Algunos
expertos
en
redes
sociales
subrayan
que
estos
bots
pueden
estar
dirigidos
por
agentes
con
intenciones
específicas,
quienes
utilizan
la
manipulación
algorítmica
para
promover
narrativas
de
interés
personal
o
político.
Sin
embargo,
la
hipótesis
de
la
monetización
sigue
siendo
la
más
plausible,
tanto
por
la
señalada
diversidad
política
de
los
posts
como
por
la
diversidad ‘temática’
de
las
cuentas
indias
implicadas.
Imagen
|
Fotomontaje