Dicen
que
en
la
guerra,
todo
vale.
En
una
comercial
y
tecnológica
se
podría
aplicar
el
mismo
criterio,
pero
el
problema
es
que
las
tecnologías
suelen
tener
dueños
y
los
países
pueden
aprobar
regulaciones
para
limitar
o
prohibir,
directamente,
que
esas
tecnologías
lleguen
a
países
rivales.
Los
diseños
de
hardware
tanto
x86-64
como
ARM
tienen
dueños,
y
en
el
escenario
de
guerra
tecnológica
actual,
occidente
puede
impedir
que
China
acceda
a
los
más
novedosos.
Y
es
ahí
donde
las
alternativas
de
hardware
libre
pueden
alzarse
como
una
solución.
Tanto
que
la
Academia
China
de
Ciencias
afirma
que
este
2025
entregará
un
rompedor
diseño
para
una
unidad
central
de
procesamiento
que
haga
avanzar
a
China
en
la
carrera
por
la
autosuficiencia
en
semiconductores.
La
pregunta
es
si
será
suficiente
RISC-V.
Esa
alternativa
a
los
diseños
de
procesadores
de
ARM,
Intel
o
AMD
es
la
arquitectura
RISC-V.
Se
trata
de
hardware
libre-
Open
Source-
que
cuenta
con
la
ventaja
de
que
no
tiene
un
dueño,
por
lo
que
cualquiera
puede
tomar
dicha
arquitectura
y
modificarla
para
crear
un
chip
a
su
medida.
Nació
en
la
universidad
de
California
en
Berkeley,
pero
aquí
el
gobierno
de
Estados
Unidos
ni
pincha
ni
corta.
Es
libre,
abierta,
a
disposición
de
cualquiera
y
se
puede
modificar
sin
la
necesidad
de
pagar
ningún
canon.
Es
escalable
y
hemos
visto
que
tiene
potencial
incluso
para
convertirse
en
el
cerebro
de
superordenadores.
El
culebrón.
Que
sea
libre
es
fundamental
para
un
país
como
China
que
está
inmerso
en
una
guerra
comercial
y
tecnológica
contra
Estados
Unidos.
El
país
norteamericano,
junto
a
sus
aliados,
llevan
meses
limitando
el
acceso
de
las
empresas
chinas
a
la
tecnología
más
puntera,
algo
que
pueden
hacer
porque
esas
arquitecturas,
como
decíamos,
tienen
dueño.
Así,
empresas
de
semiconductores
chinas
no
pueden
comprar
lo
último
de
Nvidia,
ARM
o
máquinas
de
ASML
para
ensamblar
chips.
La
arquitectura
RISC-V
escapaba
de
ese
control,
algo
que
no
ha
impedido
que
Estados
Unidos
busque
controlar
este
hardware
libre
para
que
no
caiga
en
manos
de
China.
Es
algo
que
aterra
al
Departamento
de
Comercio
de
Estados
Unidos,
pero
cuando
EEUU
buscó
su
control,
la
propia
RISC-V
recordó
que
es
un
juego
de
instrucciones
libre
y
abierto.
China,
a
por
todas.
Visto
el
contexto,
es
el
momento
de
volver
al
presente
y
a
esa
intención
de
la
Academia
China
de
Ciencias,
de
la
mano
del
Instituto
de
Tecnología
Informática,
de
crear
una
CPU
de
alto
rendimiento
basado
en
la
arquitectura
RISC-V.
Como
leemos
en
South
China
Morning
Post,
ese
chip
será
la
culminación
del
trabajo
que
inició
la
Academia
en
2019.
El
proyecto
tiene
el
nombre
XiangShan,
y
una
de
las
mentes
pensantes
tras
él
es
Bao
Yungang.
Se
trata
del
subdirector
del
Instituto
de
Tecnología
Informática
de
la
Academia
y
quiere
demostrar
con
las
CPU
XiangShan
que
no
todos
los
procesadores
de
código
abierto
implican
bajo
rendimiento.
Además,
la
intención
es
que
ese
trabajo
iniciado
en
la
Academia
sea
escalable
para
que
los
desarrolladores
chinos
puedan
integrar
el
diseño
en
los
dispositivos
que
quieran.
Ya
atrae
miradas.
El
objetivo
último
es
desarrollar
una
serie
de
chips
de
código
abierto
que
permitan
reducir
la
dependencia
china
de
proveedores
extranjeros
y
cuya
arquitectura
ya
se
está
usando.
El
Grupo
Alibaba
lanzó
en
noviembre
de
2023
un
circuito
integrado
basado
en
RISC-V
para
sus
centros
de
datos
Alibaba
Cloud
y
hace
tan
solo
unos
días,
el
hacker
George
Hotz
escribió «por
qué
el
CPU
de
código
abierto
con
mejor
rendimiento
es
chino?
¿Dónde
está
el
proyecto
estadounidense
que
supere
a
este?
Perderemos
estrepitosamente
si
Estados
Unidos
sigue
invirtiendo
en
estafas
en
lugar
de
en
cosas
como
esta.»

Hay
que
recordar
que
Hotz
no
es
un
cualquiera,
sino
el
primer
hacker
de
la
PS3,
quien
saltó
a
la
fama
por
desarrollar
jailbreaks
para
el
iPhone
y
que,
incluso,
fue
un
aliado
de
Musk
en
Twitter
X.
Camino
por
recorrer.
Ahora
bien,
que
sea,
según
algunos,
el
procesador
de
código
abierto
con
mejor
rendimiento,
no
implica
que
llegue
a
lo
que
se
está
haciendo
con
arquitecturas
más «tradicionales».
De
momento,
el
proyecto
XingShan
ha
completado
dos
fases
de
diseño
mientras
se
encuentra
preparando
una
tercera
generación,
que
es
la
que
supuestamente
entregaran
este
año.
Pero
queda
camino
por
recorrer
y
el
mismo
equipo
de
desarrollo
ha
declarado
que «existe
una
gran
brecha
entre
los
procesadores
XiangShan
y
el
nivel
de
la
industria
principal».
Al
final,
hay
años
de
desventaja
en
el
desarrollo,
una
arquitectura
que
no
es
la
tradicional,
y
todo
ello
sumado
al
estado
actual
de
la
industria
china
y
sus
limitaciones.
En
Xataka
|
Los
fabricantes
de
chips
empiezan
a
huir
de
China.
Su
destino
es
la
próxima
gran
potencia
en
semiconductores