Un
exceso
de
azúcares
libres
y
añadidos
puede
tener
repercusiones
en
múltiples
áreas
de
nuestro
cuerpo,
afectando
negativamente
la
salud.
Es
por
eso
que
te
mostramos
cómo
reducir
la
ingesta
de
azúcar
con
seis
sencillos
trucos.
La
OMS
aconseja
reducir
la
ingesta
de
azúcar
a
no
más
de
un
10%
de
las
calorías
del
día,
o
idealmente
a
un
5%
del
aporte
energético
diario,
lo
que
representa
alrededor
de
25
gramos
de
azúcares
libres
o
añadidos
en
la
dieta
de
una
persona
adulta
sana
de
aproximadamente
70
kg.
Esto
no
significa
privarnos
completamente
del
consumo
de
alimentos
dulces
y
placenteros
que
incluyen
azúcares
en
su
interior,
sino
más
bien
controlar
diferentes
aspectos
de
nuestra
alimentación
que
pueden
ayudarnos
a
moderar
el
consumo
de
azúcares
libres
o
añadidos
fácilmente.
Consumir
demasiado
azúcar
puede
provocar
problemas
de
salud
diversos
incrementando
el
riesgo
de
sufrir
enfermedades
metabólicas
como
la
obesidad
o
la
diabetes,
y
también
afectando
negativamente
la
salud
del
corazón
y
el
funcionamiento
del
cerebro,
ya
que
se
ha
asociado
una
ingesta
elevada
de
azúcares
con
problemas
cognitivos
como
la
demencia
o
el
Alzheimer.
Por
todo
esto,
moderar
la
ingesta
de
azúcar
resulta
fundamental
distinguiendo
siempre
los
azúcares
intrínsecos
o
propios
de
alimentos
naturales
que
no
se
digieren
ni
se
metabolizan
tan
rápidamente,
de
los
azúcares
libres
o
añadidos
que
son
hidratos
de
fácil
absorción
y
pueden
provocar
picos
y
caídas
bruscas
en
nuestros
niveles
de
energía,
ocasionando
alteraciones
en
nuestro
metabolismo.
Reducir
el
consumo
de
azúcar
es
más
fácil
de
lo
que
crees
Si
tus
intenciones
son
mejorar
la
calidad
de
la
dieta
para
beneficiar
la
salud,
reducir
el
consumo
de
azúcar
debe
ser
una
prioridad,
y
para
ello
dejamos
seis
sencillos
trucos
que
pueden
ayudarte
a
lograrlo:
Revisar
las
etiquetas
nutricionales
A
la
hora
de
elegir
productos
con
etiqueta
o
procesados
propios
del
supermercado,
es
importante
mirar
el
listado
de
ingredientes
y
también
observar
la
información
nutricional,
especialmente
la
sección
de
azúcares.
Es
importante
elegir
aquellos
con
menor
cantidad
de
azúcares
añadidos
o
aquellos
sin
azúcares
añadidos
y
evitar
siempre
que
sea
posible
aquellos
productos
en
los
cuales
el
azúcar
figura
como
primer
ingrediente.
No
hablamos
únicamente
de
la
palabra «azúcar»
sino
también
de
los
diversos
nombres
que
puede
recibir
el
azúcar
en
estos
productos,
como
por
ejemplo:
jarabe
de
maíz,
dextrosa,
agave,
siropes,
miel
y
otros.
Reemplazar
los
alimentos
más
azucarados
Si
somos
asiduos
al
consumo
de
muchos
alimentos
azucarados
como
por
ejemplo
cereales
de
desayunos,
golosinas
o
salsas
comerciales,
es
importante
intentar
reemplazar
los
mismos
por
otras
alternativas
fáciles
de
conseguir
pero
mucho
más
nutritivas.
Por
ejemplo:
los
cereales
de
desayuno
se
pueden
reemplazar
por
copos
de
quinoa
o
avena;
las
salsas
y
aderezos
podemos
encontrar
fácilmente
alternativas
sin
azúcares,
y
las
gominolas
o
caramelos
pueden
ser
fácilmente
reemplazados
por
opciones
sin
azúcar
o
por
alimentos
naturales
como
frutos
secos,
semillas
o
frutas
desecadas
u
orejones
que
tienen
sabor
dulce
natural.
Utilizar
menos
azúcar
en
las
recetas
Si
cocinamos
mucho
en
casa,
reducir
la
cantidad
de
azúcares
a
la
mitad
o
a
un
cuarto
puede
ser
una
buena
opción
para
disminuir
poco
a
poco
la
cantidad
de
azúcar
consumida
y
acostumbrar
nuestro
paladar
a
un
umbral
dulzor
inferior.
Combinar
los
azúcares
con
otros
buenos
nutrientes
Cuando
consumimos
una
chucuería
fuente
únicamente
de
azúcares
o
hidratos
de
fácil
asimilación
podemos
tener
grandes
picos
de
glucosa
en
sangre,
lo
cual
con
el
tiempo
y
de
forma
sostenida
puede
perjudicar
la
salud.
Es
por
eso
que
se
recomienda
combinar
el
azúcar
con
otros
nutrientes
como
las
proteínas
o
la
fibra
que
enlentecen
la
digestión
y
la
absorción
del
azúcar,
y
previenen
las
subidas
bruscas
de
glucosa
en
sangre.
Para
ello,
podemos
combinar
por
ejemplo
en
unas
galletas,
el
uso
de
azúcar
con
frutos
secos
picados
o
avena
en
copos
rica
en
fibra,
huevo
o
lácteos
ricos
en
proteínas,
o
bien,
consumir
por
ejemplo
una
mermelada
rica
en
azúcares
junto
con
queso
fresco
y
para
integral
o
semillas
para
enlentecer
la
absorción
y
el
metabolismo
de
los
azúcares
de
la
mermelada.
Beber
menos
azúcares
Recortar
inicialmente
el
azúcar
derivado
de
las
bebidas
es
un
sabio
recurso
que
recomendamos
implementar,
porque
las
bebidas
no
sacian
en
absoluto
y
se
absorben
aún
más
rápido
que
los
azúcares
derivados
de
alimentos
sólidos.
Por
eso,
evitar
las
bebidas
con
azúcares
o
las
infusiones
endulzadas
con
azúcar,
o
reducir
la
cantidad
que
usamos
para
endulzar,
es
un
recurso
muy
inteligente
que
recomendamos
poner
en
práctica
para
disminuir
la
cantidad
de
azúcares
en
la
dieta
diaria.
Priorizar
los
alimentos
naturales
o
frescos
La
mayor
parte
del
azúcar
que
se
consume
en
la
actualidad
no
deriva
del
azúcar
de
mesa
propiamente
dicho
sino
más
bien
de
los
productos
procesados
y
ultraprocesados
que
los
incluyen,
es
por
eso
que
priorizar
el
consumo
de
alimentos
frescos,
naturales
o
mínimamente
procesados
es
clave
para
disminuir
poco
a
poco
el
azúcar
en
el
día
a
día.
Si
bien
estos
alimentos
son
fuentes
de
azúcares
naturales,
debemos
saber
que
este
tipo
de
azúcar
acompañado
con
fibra
y
otros
nutrientes
de
calidad,
garantizan
que
la
glucosa
se
eleve
lentamente
en
sangre,
y
por
ello,
resultan
mucho
más
beneficiosos
que
los
azúcares
libres
o
añadidos
que
se
aconseja
evitar.
Estos
son
seis
sencillos
trucos
que
pueden
ayudarnos
a
reducir
considerablemente
el
consumo
de
azúcar
sin
sentir
que
estamos
perdiendo
algo,
y
sin
experimentar
ansiedad
o
estrés
y
grandes
deseos
de
consumir
dulces,
pues
la
idea
es
aplicarlos
poco
a
poco
y
de
manera
progresiva.
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Ayrton,
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