Para hacer mermelada de cerezas picotas, lo primero que haremos será despepitarlas, ya sea a cuchillo, ya sea con un utensilio idóneo para tal fin o con el truco de la pajita de plástico que nos enseñó Esther. Esta es la única parte laboriosa de la receta pero en unos minutos tendremos las picotas listas para hacer nuestra deliciosa mermelada.
Pesamos la fruta sin hueso, (en mi caso fueron 660 gr) la ponemos en una cacerola y añadimos la mitad del peso en azúcar, (en mi caso 330 gr). Encendemos el fuego y dejamos que empiece a cocer a fuego lento. Para arrancar, añadimos 50 ml de agua que luego se evaporará.
Dejamos cocer con el fuego al mínimo durante una hora aproximadamente, removiendo de cuando en cuando. Pasado ese tiempo, trituramos la fruta con la batidora y la retornamos al cazo dando un último hervor. Aunque pueda parecer que ha quedado muy líquida no os preocupéis que se espesará al enfriar.
Para conservarla, lo mejor es utilizar frascos de cristal previamente esterilizados en agua hirviendo. Rellenamos los frascos, los tapamos y los dejamos boca abajo hasta que se enfríen. La mermelada puede conservarse durante unos meses pero os aseguro que no va a duraros tanto.