Chema García Ibarra. Apunta su nombre, porque será el próximo gran talento de nuestro cine. Multipremiado internacionalmente y con una trayectoria inmaculada en formatos reducidos, Ibarra salta al largometraje con su mucho más ambiciosa de lo que pueda parecer, ‘Espíritu Sagrado‘, una apabullante batalla entre el bien y el mal, entre el misterio y la pena. Entre la risa y la bajona. La vida misma.
Ibarra no ha cambiado para nada su discurso. ‘Espíritu Sagrado’ es una película 100% suya. Su gente, su ciudad, sus cosas. Una película extrañamente reconfortante que debería situar al cineasta en el lugar que merece. Aunque, a lo mejor, a Chema García Ibarra no termine de interesarle del todo el juego de la industria.
Kiko Vega (KV): A lo mejor se dice poco, pero creo que te has convertido en un maestro del thriller. ¿No te gustará más que la ciencia ficción?
Chema García Ibarra (CGI): (Se ríe, claro) Pues no es algo que tenga yo muy presente como espectador. Me gusta dar la información poco a poco. Claro, esos son los códigos del thriller. Hay una difusión de la información narrativa de una forma muy medida a lo largo de la historia. La película controla en todo momento la información que tiene el espectador para que sepa solo lo que necesita saber en todo momento. Luego llega la información complementaria que le pilla desprevenido. Pues eso a mí me gusta. Me gusta hacerte creer que estás viendo una película completamente distinta, jugar con los opuestos. Que sea divertido, pero también demoledor. Que parezca una chorrada pero que luego te meta una hostia. Eso me encanta. Es el terreno en el que me gustaría estar todo el tiempo. Como espectador me encanta no saber qué tengo que hacer ante una película.
KV: Parece que a medida que avanzas no solo aumenta la duración de tus trabajos, también lo hace la crueldad. ¿El mundo se está yendo a la mierda demasiado rápido?
CGI: En la exploración de contrastes que hago me doy cuenta de que funciona mejor cuanto más grande es el contraste. Cuanto más oscura es la parte oscura y más chorras es la parte chorra, más profundo es el nivel de lo que busco, de esa combinación. ¿El mundo se está yendo a la mierda? Puede ser. Yo soy súper optimista por naturaleza, esperemos que no. Tampoco estoy seguro de si mis películas son el reflejo real de nada. A mí me preocupan mucho desde hace tiempo las creencias estúpidas. Me fascina todo eso de los terraplanistas o los anti-vacunas. Me fascina cómo una persona que seguramente no sea estúpida, que quizá lo haga con la mejor intención, llegue a tener esas creencias. En muchas de mis películas está esa creencia, cómo lo sobrenatural se ha naturalizado en exceso.
KV: Permaneces en tu ambiente y con tu gente. Hay máquinas de coser y vemos muchos rostros familiares. ¿Te gustaría dar el salto a producciones de más envergadura o sigues sin pensar en ello?
CGI: Considero que ya lo he dado. En ‘Espíritu Sagrado’ hay un salto muy grande. Hay un presupuesto notable, he rodado en 16mm, un montón de equipo invadiendo Elche. Pero lo he dado junto a un montón de gente que siempre ha estado conmigo. Considero que esta peli ha sido un buen jari de producción. Y estoy muy cómodo aquí. No me gusta estar en sitios estandarizados, prefiero rodar en la España más normal, rodar con no profesionales. Es un disfrute para mí, no quiero renunciar a esa alegría.
KV: José Manuel es un personaje alucinante, ¿cómo trataste con Nacho Fernández para manejar todo lo que lleva encima?
CGI: Pues Nacho trabaja como vigilante nocturno en un parking de Alicante. Se apuntó a la llamada que hicimos. No usamos la palabra casting cuando hicimos la convocatoria porque estábamos buscando gente que nunca se apuntaría a uno. Era una oferta de trabajo para participar en una película. Nacho se apuntó y me encantó. Pedimos un pequeño vídeo y me encantó todo. Su mirada, su voz, su cara. Todo. Y además es una persona con la que me podía comunicar perfectamente y encima tenía mucho en común con su personaje. Su padre tenía un bar y estaba acostumbrado a estar detrás de la barra. Además es muy fan del ocultismo y el esoterismo. En su vídeo estuvo un buen rato hablando de sus aficiones, llegué a pensar que igual había leído el guión y todo. Al final vas a pasar mucho tiempo con esa persona, y tiene que ser alguien con quien sea sencillo comunicarse. Y Nacho lo entendió todo perfectamente.
KV: Es que en ningún momento se te ocurriría pensar que no es un actor profesional.
CGI: Le preguntamos si quería un guión completo, con toda la información, o uno que solo tuviera la misma información que su personaje. El guión completo tenía 94 páginas y el otro 78. Le pregunté cuál quería y decidió que lo mejor era hacerlo sabiendo únicamente lo que sabe su personaje. Y creo que eso ayudó bastante.
KV: El título viene de uno de aquellos discos que lo petaron a mediados de los 90, y es alucinante porque la melancolía se multiplica. ¿Te condicionó esa música de alguna manera o ya lo tenías?
CGI: Desde el principio la idea era estar vinculados a ese disco. Si no hubiéramos conseguido los derechos habríamos tenido un serio problema. De haber sido así tenía algún título alternativo, pero creo que esta música potencia todo tanto que me alegro de haber conseguido hacerlo como quería desde el comienzo. Estaba en el guión todo lo relacionado con el disco.
Me da un título increíble que tenía como plan b pero que me guardaré por el bien del futuro espectador.
KV: Sigues construyendo un humor que nunca ha sido para todo el mundo pero al que no renuncias, algo que está claro desde la primera escena de la película. ¿Te preocupa que haya gente que ya pueda ofenderse ya en el primer minuto de película?
CGI: Qué hacemos con esto, claro. Hay un contexto para esa escena, hay un sentido (nota: mucho más de lo que pueda parecer a los 50 segundos de película), confío en la capacidad de lectura de todo el mundo. Creo que los chistes están justificados en el contexto en el que están. Mucha gente ha compartido mi humor desde el principio, pero es verdad que también ha habido gente que desde el primer corto (‘El ataque de los robots de Nebulosa-5’) me ha dicho que me estaba riendo de los subnormales. Eso me lo han dicho y yo he estado leyéndolo con mi primo al lado (protagonista del corto y omnipresente en su obra) y nos hemos partido de risa juntos. Me temo que eso va a ser así siempre. Aunque debo decir que no es un clamor, nunca han sido demasiados. Pero asumo que algo habrá, aunque yo sé que no es así. Son mis amigos, es mi familia, tengo todo el poder para hacer ese humor. Es mi barrio y son mis vecinos. El humor está muy presente en mi vida diaria y no voy a renunciar a que esté presente también en mis películas.
‘Espíritu Sagrado’ acaba de comenzar su andadura en el Festival de Locarno, al que irán siguiendo alguno que otro más hasta su estreno en salas previsto para otoño.