Vanesa
Lorenzo
es
conocida,
entre
otras
cosas,
por
búsqueda
de
su
paz
mental,
su
afición
al
yoga
y
por
su
estilo
de
vida
pausado
y
saludable.
La
modelo
y
también
esposa
del
futbolista
Carles
Puyol
comparte
habitualmente
en
redes
el
interiorismo
de
su
cocina
con
motivo
de
algunas
recetas
que
propone
a
sus
seguidores.
La
modelo
muestra
un
espacio
de
tranquilidad
y
hecho
a
base
de
materiales
y
tonalidades
naturales
que
sigue
la
corriente
de
la
decoración
del
norte
de
Europa:
mucha
luz
y
mucho
pino
son
el
la
clave.
Todo
un
conjunto
de
armarios
de
madera
coronados
por
una
encimera
blanca
son
toda
la
apuesta
colorista
de
la
modelo,
que
con
gran
eficacia
encuentra
en
esta
apuesta
un
remanso
de
paz
y
tranquilidad.
Los
tiradores
de
esta
cocina
son
de
color
negro
y
uno
de
los
secretos
mejor
guardados
de
esta
sala
es
su
extractor
escondido
e
integrado
en
el
techo
de
forma
que
todo
es
armonía
en
este
espacio.
Otro
elemento
de
gran
valor
es
la
iluminación
con
focos
de
ojo
de
buey,
que
consiguen
dar
una
atmósfera
relajante
y
súper
cálida.
Una
de
las
grandes
ventajas
de
esta
cocina
es
precisamente
su
iluminación
natural
gracias
a
una
gran
ventana
lateral
de
madera
queda
aún
pasadizo,
lleno
de
plantas
y
a
la
pared
de
piedra
de
su
hogar.
Electrodomésticos
y
accesorios
En
contraste
con
todo
ello,
los
electrodomésticos
son
de
colores
oscuros,
combinando
con
los
tiradores
negros
y
en
la
línea
de
la
estética
actual,
que
prefiere
las
propuestas
en
tonos
negros
y
de
acero
inoxidable.
La
zona
de
placa
es
una
vitrocerámica
que,
sin
los
resortes
que
daría
una
placa
de
gas,
le
permite
tener
la
zona
lisa,
despejada,
limpia
y
absolutamente
brillante.
En
cuanto
a
los
accesorios,
como
los
sets
de
espátulas,
platos
y
cucharones,
la
modelo
opta
por
materiales
como
la
madera
de
tonalidades
igualmente
muy
claras.
A
nivel
decorativo,
la
familia
de
la
modelo
cuenta
con
elementos
muy
sencillos,
como
un
jarrón
blanco
de
flores
secas,
y
pocos
elementos
a
la
vista,
lo
que
contribuye
a
unificar
la
estética
conjunta.
Foto
|
Vanesalorenzo_/Instagram
En
DAP
|
Un
pañal
con
heces:
así
es
como
un
vecino
de
Valencia
recibe
a
Chicote