Hay
que
reivindicar
más
al
humilde
flan
de
huevo
de
toda
la
vida.
Ya
que
el
pobre
está
desapareciendo
de
la
carta
de
restaurantes
y
bares,
la
resistencia
está
en
la
cocina
de
casa,
donde
además
podemos
hacerlo
a
nuestro
gusto
con
infinidad
de
variaciones
diferentes.
Pero
hay
un
detalle
que
divide
a
los
fans
de
este
dulce:
¿con
o
sin
agujeros?
Si
te
molestan
los
agujeritos
en
la
textura
del
flan,
es
fácil
evitarlos.
Que
un
flan
nos
quede
lleno
de
pequeños
orificios
no
es
malo
ni
quiere
decir
que
nos
haya
salido
mal
la
receta
o
que
se
haya
estropeado
su
sabor.
Simplemente
cambia
la
textura,
percibiéndose
menos
meloso
y
suave
en
la
boca,
y
luce
con
otro
aspecto
que
para
algunos
puede
ser
desagradable.
También
hay
grandes
defensores
del
flan
con
agujeros,
que
casi
parece
más ‘casero’;
todo
es
cuestión
de
gustos.
Pero
para
evitarlos
tenemos
que
concentrarnos
en
la
cocción
final
del
flan,
etapa
en
la
que
se
forman
o
no
las
burbujitas
que
provocarán
esa
textura
microperforada.
Cuando
la
mezcla
líquida
del
flan
se
somete
al
calor,
las
proteínas
de
los
huevos
se
desnaturalizan,
absorben
líquido,
se
mueven
y
comienzan
a
asociarse
entre
sí.
Su
forma
cambia
y,
al
enfriarse,
crean
una
especie
de
red
gelatinosa
gracias
al
haber
absorbido
el
agua
de
la
masa.
Este
proceso
se
puede
hacer
suavemente,
a
una
temperatura
baja
o
moderada
y
al
baño
maría,
o
más
rápida
y ‘violenta’,
sometiendo
a
los
flanes
a
más
calor,
provocando
casi
que
la
mezcla
hierva
o
generando
mucho
vapor
en
la
masa.
Si
no
queremos
que
se
formen
burbujas
ni
que
se
formen
grumos
por
coagulación,
solo
tenemos
que
cocinar
los
flanes
al
baño
maría
en
el
horno
a
no
más
de
180ºC,
mucho
mejor
si
es
a
150º-160ºC.
Es
decir,
llena
una
fuente
de
paredes
altas
de
agua,
introdúcela
en
el
horno
a
media
altura
y
coloca
dentro
los
recipientes
o
flaneras,
procurando
que
el
agua
no
llegue
al
borde
de
las
mismas.
Hornea
a
una
temperatura
entre
150
y
180ºC
-menos
si
sospechas
que
tu
aparato
es
muy
potente-,
sin
aire,
y
controla
el
tiempo
de
cocción,
pues
si
te
pasas
también
pueden
aparecer
burbujas
y
ya
no
quedaría
tan
meloso.
Si
tienes
termómetro
digital,
los
flanes
estarán
listos
al
alcanzar
una
temperatura
interna
de
85-90ºC.
Retíralos
cuanto
antes,
con
cuidado,
del
baño
maría,
y
deja
que
se
enfríen
antes
de
meterlos
a
la
nevera,
idealmente
24
horas
antes
de
degustar,
aunque
pueden
ser
menos.
Space
Home
–
12
Flaneras
Individuales
–
Flaneras
de
Acero
Inoxidable
–
Flaneras
Individuales
Acero
Inoxidable
–
Flaneras
Pequeñas
–
Flanero
Individual
–
Set
de
12
–
8
cm
*
Algún
precio
puede
haber
cambiado
desde
la
última
revisión
Recuerda
también
que
en
la
elaboración
de
la
receta
los
ingredientes
no
se
baten
con
varillas
eléctricas
y
siempre
hay
que
trabajar
con
movimientos
suaves,
envolventes,
sin
generar
aire
que
pueda
quedar
atrapado
con
forma
de
burbujas.
Imagen
|
Freepik/valeria_aksakova
En
DAP
|
Flan
de
queso
sin
horno
En
DAP
|
Flan
de
huevo
con
leche
condensada