Con 95 años, Don Julio Romanutti decidió ir a votar. Dice que no faltó nunca cuando hubo una elección de candidatos.
A él le tocaba votar en una de las aulas del piso superior del Ipem 165 Bonoris, pero como no puede subir las escaleras, debieron bajar la Presidente de Mesa y los fiscales para que lo haga en un aula especial, en planta baja.
Como él, muchas personas deben solicitar exactamente lo mismo.
Es el inconveniente que tienen estos comicios provinciales, al menos hasta ahora, en Colonia Caroya.
En el resto de las escuelas todo se desarrolla con normalidad, de manera ágil ya que se usan dos biombos por mesa, y con una afluencia lógica para las cinco primeras horas de sufragio: el 34 por ciento del padrón había votado hasta las 13.