En
2017
Google
lanzó
una
cámara
llamada ‘Google
Clips’
que
estaba
diseñada
para
ser
llevada
casi
como
un
colgante
para
luego
poder
usarla
para
grabar
todo
tipo
de
vídeos
de
forma
instantánea.
Pronto
aparecieron
los
debates
sobre
el
impacto
que
podría
tener
como
dispositivo
para
invadir
la
privacidad,
y
finalmente
el
dispositivo,
que
no
llegó
a
cuajar,
se
canceló
en
2019.
Aquel
fue
solo
un
ejemplo
de
una
larga
serie
de
dispositivos
cuyo
propósito
parecía
muy
positivo
pero
cuyas
implicaciones
—como
ocurrió
con
las
Spectacles
de
Snapchat—
no
lo
eran
tanto.
Desde
entonces
hemos
vivido
debates
como
el
de
cuánto
nos «espían»
nuestros
altavoces
inteligentes,
pero
eso
no
ha
impedido
que
hayan
seguido
apareciendo
productos
de
este
tipo.
Productos
que
tienen
las
mismas
buenas
intenciones
pero
que
nos
generan
las
mismas
dudas
respecto
a
una
potencial
invasión
de
la
privacidad.
Avalancha
de
colgantes
que
lo
escuchan
todo
Tenemos
un
ejemplo
en
el
Rewind
Pendant
que
se
presentó
en
octubre
de
2023.
El
producto
acabó
rediseñándose
para
adoptar
tanto
el
formato
de
un
colgante
como
de
un
clip
que
se
acopla
a
una
prenda
de
ropa.
Permite
teóricamente
grabar
todo
lo
que
dices
y
oyes
a
lo
largo
del
día,
y
a
partir
de
ahí
lo
transcribe
y
lo
almacena
localmente
en
el
móvil.
El
producto
se
lanzará
en
el
primer
trimestre
de
2025
a
un
precio
de
99
dólares
y
sin
suscripciones
asociadas.
Es
sin
duda
llamativo
y
es
interesante
por
esa
capacidad
de
grabar
todo
lo
que
decimos,
pero,
¿qué
pasa
con
lo
que
nos
dicen
otros?
¿Saben
ellos
que
les
estamos
grabándoles?
Aún
sabiéndolo,
no
parece
probable
que
muchos
quieran
ser
grabados
aunque
estén
diciendo
cosas
sin
aparente
importancia.
Y
aunque
sus
responsables
aseguran
que
todos
los
datos
están
cifrados
y
protegidos
en
una «nube
confidencial»
y
nunca
serán
vendidos,
es
difícil
apostar
de
buenas
a
primeras
por
una
propuesta
de
este
tipo.
Aun
así,
desde
hace
un
tiempo
no
han
parado
de
aparecer
propuestas
imilares.
En
julio
de
2024
conocimos
Friend,
un
colgante
que
además
de
escucharnos
hablar
luego
nos
permite
conversar
con
él,
aunque
sus
respuestas
aparecen
en
la
pantalla
de
nuestro
smartphone.
El
vídeo
de
presentación
era,
entre
otras
cosas,
inquietante.
A
Friend
y
Rewind
Pendant
les
han
salido
muchos
rivales.
Lo
hemos
visto
en
el
CES
de
Las
Vegas
donde,
como
señalan
en
Wired,
los
responsables
de
Omi,
Bee
AI
y
HumanPods
persiguen
el
mismo
objetivo.
Que
no
es
otro
que
ofrecernos
diversos
tipos
de
wearables
que
graban
todo
lo
que
decimos
y
se
escucha
a
nuestro
alrededor
durante
todo
el
día
para
luego
poder
procesarlo.
La
propuesta
de
Omi
es
muy
similar
a
la
de
Rewind,
pero
con
una
diferencia:
es
posible
además
usarlo
literalmente «pegado»
a
un
lateral
de
nuestra
frente
para
que
un
electrodo
en
su
interior
detecte
que
estamos
hablando
con
él
y
no
con
alguna
de
las
personas
que
puedan
rodearnos.
El
funcionamiento
en
ese
apartado
es
frágil,
pero
es
que
además
los
asistentes
de
voz
ya
hacen
lo
mismo
gracias
al
micrófono
y
a
una
simple
activación
por
voz
con
los
típicos «OK,
Google»
o «Oye,
Siri».
En
realidad
esa
opción
de
Omi
es
experimental
y
su
verdadera
función
es
la
de
grabar
todo
lo
que
escucha
—tiene
una
autonomía
de
tres
días—
para
luego
actuar
sobre
ese
contenido.
Podremos
usarlo
también
como
un
asistente
personal
preguntándole
cosas,
e
incluso
como
un
compañero
de
conversación
que
además
puede
adoptar
distintas
personalidades
y
formas
de
ser
gracias
a
las
llamadas «Personas»
que
podemos
configurar
en
su
uso.
Si
os
parece
que
hace
lo
mismo
que
Friend
es
porque
es
así:
el
fundador
de
Omi,
Nik
Shevchenko,
ha
estado
en
guerra
con
el
de
Friend,
Avi
Schiffmann,
al
que
acusó
de
haberle
robado
la
idea
con
un
sarcástico
rap
que
compartió
en
X.
En
segundo
lugar
en
este
despliegue
de
soluciones
de
este
tipo
está
Bee
AI,
una
startup
que
ha
creado
un
pequeño
clip
que
se
puede
llevar
acoplado
a
una
pulsera
en
la
muñeca
pero
que
también
se
puede
colocar
por
ejemplo
en
la
camiseta.
Tiene
un
botón
de «Acción»
en
el
centro
para
activar
los
micrófonos,
y
podremos
mantenerlo
pulsado
para
procesar
la
conversación
actual
y
preguntar
sobre
ella.
Las
respuestas
aparecen
sintetizadas
por
voz
en
el
altavoz
de
del
móvil.
De
momento
todo
se
procesa
en
la
nube
—hacerlo
en
local
limitaría
aún
más
la
batería,
aseguran
sus
creadores—
y
eso
hace
que
una
vez
más
aparezcan
ciertas
reservas
sobre
la
privacidad
de
nuestros
datos.
La
última
de
estas
propuestas
es
la
de
la
compañía
Natura
Umana,
que
ha
creado
unos
auriculares
llamados
HumanPods
que
cuentan
con
micrófonos.
Están
diseñados
para
llevarlos
todo
el
día,
aunque
la
batería
no
dure
tanto.
De
nuevo
aquí
se
combina
esa
grabación
continua
que
luego
nos
permite
recuperar
conversaciones
o
resumirlas
con
la
otra
función:
la
de
hablar
con
un
avatar
virtual
generado
por
IA.
Hay
uno
llamado
Athena
pensado
para
ayudar
a
hacer
ejercicio,
y
otro
llamado
Hector
que
actúa
como
algo
parecido
a
un
terapeuta.
El
coste
de
los
auriculares,
que
se
pondrán
a
la
venta
en
el
primer
trimestre
de
2025,
rondará
los
100
dólares,
y
estos
sí
tendrán
asociada
una
suscripción.
¿Tienen
sentido
estos
productos?
Puede
que
para
ciertos
escenarios
sean
interesantes,
sin
duda,
pero
muchas
de
esas
funciones
ya
están
disponibles
en
nuestros
móviles
o
al
menos
es
posible
usarlos
de
esas
formas
sin
demasiada
dificultad.
Aquí
las
empresas
tratan
de
plantear
una
alternativa
algo
más
independiente
y
enfocada
específica
a
este
tipo
de
uso,
pero
el
hecho
de
que
aquí
se
manejen
no
solo
nuestros
datos,
sino
los
de
gente
que
está
a
nuestro
alrededor,
plantea
dilemas
morales
y
éticos.
Algunas
de
estas
propuestas «avisan»
de
que
están
grabando,
pero
¿actúa
la
gente
igual
si
sabe
que
estás
grabando
lo
que
dicen?
Ese
es
probablemente
uno
de
los
grandes
retos
actuales
de
los
wearables
que
quieren
registrarlo
todo.
Que
mientras
los
usemos
de
forma
individual,
puede
no
haber
tanto
problema.
La
cosa
cambia
si
en
la
ecuación
entran
otras
personas
y
escenarios.
Aun
así,
parece
inevitable
que
poco
a
poco
más
y
más
wearables
como
las
gafas
inteligentes
ofrezcan
esas
opciones
de
grabación.
Incluso
es
factible
que
acabemos
con
wearables
como
el
que
usaba
Joaquin
Phoenix
en ‘Her’
y
hablemos
con
avatares
virtuales
de
todo
tipo.
GPT-4o
ya
nos
demostró
que
ese
futuro
estaba
más
cerca
de
lo
que
parecía,
y
estos
wearables
presentados
en
el
CES
precisamente
parecen
perseguir
esa
misma
idea.
Que
consiguan
triunfar,
eso
sí,
es
una
incógnita.