Chubut representa el 1,3% del electorado nacional. Y aun así, las miradas de la política nacional estarán puestas este domingo en la provincia y en la última elección a gobernador antes de la PASO presidencial. Luego de la dolorosa derrota en la Ciudad de Córdoba, JxC busca dar un batacazo más en un distrito gobernado por el peronismo hace más de dos décadas. El PJ va unido, exhibe control territorial y podría tener una ventaja que ya trajo problemas y preocupa a la coalición opositora: la baja participación. Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich volverán a compartir escenario, sin certezas sobre el grado de incomodidad.
JxC compite como frente Despierta Chubut, que integra al PRO, UCR y espacios locales. Como candidato a gobernador va el hoy senador nacional del PRO, Ignacio “Nacho” Torres y como vice el exdiputado radical Gustavo Menna. Torres tiene 35 años: su lista ganó las legislativas nacionales en 2021 con el 38% de los votos y 10 puntos de diferencia con el Frente de Todos. Otro antecedente: la oposición viene de ganar en abril la intendencia de Trelew, que también era conducida por el peronismo hace 20 años.
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El actual mandatario de Chubut es Mariano Arcioni, amigo del ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa. “Arriba Chubut” integra al peronismo ligado a los intendentes, al Frente Renovador y al kirchnerismo. Su candidato a gobernador es Juan Pablo Luque, actual intendente de Comodoro Rivadavia. Públicamente, buscó despegarse de la actual gestión provincial, que dejaría una situación financiera complicada. Sin embargo, su candidato a vice es Ricardo Sastre, el actual vice de Arcioni, y también exintendente de Puerto Madryn, la segunda ciudad más poblada de la provincia.
“El próximo domingo vamos todos a votar”, repitió Torres más de una vez al cierre de su campaña. El candidato de Juntos por el Cambio interpreta que los niveles de participación serán clave en la elección de este domingo. Entiende que “el aparato” pesa, que el clientelismo electoral fue “enorme”, y la baja participación afecta principalmente al voto moderado e independiente. Este domingo se espera buen clima en la mayor parte del territorio provincial, dato no menor para un distrito como Chubut a la hora de ir a votar.
La semana pasada, en la Ciudad de Córdoba votó el 60% de los electores habilitados. JxC llegaba a esa elección confiado por las encuestas que le daban al radical Rodrigo De Loredo una diferencia pequeña pero determinante sobre el candidato del peronismo schiarettista. Finalmente, la coalición opositora perdió por 8 puntos y sus principales referentes políticos adjudicaron parte del error de cálculo al efecto de la baja participación.
El peronismo busca hacer la diferencia especialmente Comodoro Rivadavia, donde manda Luque y habita más de un tercio de la población provincial. “Es La Matanza de Chubut”, grafica un dirigente local para hacerlo más comprensible para un elector porteño o bonaerense. Pero la oposición no pierde la ilusión de dar un batacazo en ese municipio, lleva como candidata a intendenta a Ana Clara Romero, que ganó la elección nacional a diputada en el 2021 y ganó incluso, aunque por muy pocos votos, entre el electorado de Comodoro. El resto de la elección se definirá en la zona cordillerana, que tiene a Esquel, y el Valle, que incluye a Rawson.
Al igual que el domingo pasado en Córdoba, independientemente del resultado, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich tienen decidido viajar a Chubut a respaldar a Torres. La coalición opositora busca en primer lugar replicar los triunfos sobre el peronismo que logró en los últimos meses en San Luis, San Juan, Chaco y Santa Fe –aunque en estas últimas dos provincias fue PASO-. En caso de ganar las elecciones nacionales, ambos presidenciables saben que comenzarían su gestión con un mapa político mucho más amigable que con el que gobernó Cambiemos en 2015.
Por otra parte, aunque Torres llega con un frente amplio y no forma parte del bloque PRO en el Senado, sí es del PRO y el partido podría tener por primera vez un gobernador en el interior del país: hasta ahora solo ha gobernado CABA y Buenos Aires (entre 2015 y 2019). El resto de las provincias en las que manda Juntos por el Cambio están en manos radicales. Pero además, aunque es peligroso siempre nacionalizar elecciones provinciales, la expectativa opositora está puesta en que Chubut sea un eslabón más de una cadena de triunfos locales que termine finalmente con un triunfo nacional.
Lo cierto es que Larreta y Bullrich tendrán otra foto de “unidad”, que ni de un lado ni del otro llaman precisamente de “unidad”. La de Córdoba fue forzada, fría y en derrota. Apuestan ahora a que, si es forzada y fría, al menos sea bajo el paraguas de un triunfo. Si fuera el caso – algo que no está garantizado- la duda desde el lunes será si Nacho Torres acompañará a alguno de los dos presidenciables del PRO -que lo apoyaron durante la campaña- o se mantendrá “neutral” como hasta ahora.
En las últimas horas, el cordobés Rodrigo De Loredo se inclinó por Larreta. En el entorno de Torres reconocían que dividir hubiera sido un “suicidio” electoral antes de la elección, pero no descartan desde el lunes, si hay victoria, evaluar con el equipo de cada candidato sus planes para la provincia, y tomar una decisión.