La última subasta de litio en una mina australiana ha dejado claras dos cosas: que hasta el litio parcialmente procesado está por las nubes, y que China está recorriendo el mundo en busca de las reservas que le faltan para sus baterías ante la aplastante demanda.
Si bien más de la mitad de los recursos mundiales de litio se encuentran en América del Sur y Australia, el país busca ansiosamente nuevas fuentes del metal, y África se está convirtiendo en su particular ‘mina de oro’.
Según se ha hecho eco Reuters, el gigante chino BYD está en conversaciones para comprar seis nuevas minas de litio en países africanos no especificados, mientras que en la República Democrática del Congo, el gigante minero chino Zijin está en una batalla legal con la minera australiana AVZ por el control de la mina Manono.
La República Democrática del Congo es por excelencia el país donde se concentra la mayor parte del cobalto del mundo, y ahora también es el principal atractivo para aquellos que necesitan litio.
También en Zimbabue, hogar de grandes depósitos sin explotar de litio y un país económicamente inestable, China está comprando minas. En un reciente acuerdo, Zhejiang Huayou Cobalt está invirtiendo 300 millones de dólares en su mina Arcadia Lithium recientemente comprada en las afueras de Harare.
El dinero se utilizará para construir una planta con una capacidad de procesamiento de 400.000 toneladas métricas de concentrado de litio al año.
Es ahora más que nunca que la trazabilidad de las materias primas que se usan en los coches eléctricos es necesaria, para proteger derechos humanos básicos y garantizar que las comunidades que trabajan en las minas africanas reciben un trato justo.